sábado, 14 de septiembre de 2013

El jurado número 10

Después de pasar varias semanas sumida en las convulsas tramas históricas propias de la Inglaterra de los Tudor, necesitaba cambiar de aires radicalmente, volver al mundo actual aunque fuera por unos días, por lo que, hurgando en mi biblioteca de lecturas pendientes dí con esta novela, "El jurado número 10", de la, entre otras muchas cosas, escritora Reyes Calderón, que ya me había proporcionado anteriormente algunas lecturas interesante de la mano de su personaje más famoso, la jueza McHor. En esta ocasión no se trata de un episodio más de la citada serie, si bien no se aleja mucho del ámbito judicial, ya que el protagonista de la misma es un abogado y la mayoría del relato gira en torno a un juicio en el que éste se ve involucrado, muy a su pesar.

Tiene esta novela un protagonista, el abogado al que me refería anteriormente, de nombre Efrén Porcina. Ya desde el nombre, podemos sospechar que este abogado, de buenas intenciones pero no muy brillante carrera, no tiene el perfil de héroe que suele caracterizar al protagonista de las novelas policíacas al uso. Ni tampoco sus mucho más de cien kilos de peso se ajustarían, literalmente, a ese perfil (y a casi ningún perfil, de hecho). Efrén es un buen abogado, con un despacho modestísimo, más aún si lo comparamos al importantísimo bufet del que ha sido recientemente despedido. Sin intención más que de tratar de vivir de su trabajo lo más dignamente que le sea posible, se ve envuelto en una complicada trama de narcotráfico y corrupción policial gracias a la "inestimable" ayuda de su secretaria y socia, la despampanante y algo dislocada Salomé, especialista en enamorarse de hombres altamente desaconsejables. De este modo, el modesto protagonista de la novela se verá inmerso en un caso que le supera en mucho, enfrentado a policías corruptos, al mayor despacho de abogados de la provincia y a las propias barreras que le impone su moral y su vocación de abogado, que se verá obligado a saltarse si quiere salvar su propio pellejo.

Se aprecia el conocimiento que del mundo de la ley y de los tribunales tiene la autora, y en este caso más concretamente, de todo lo que rodea la profesión de los abogados y de los procedimientos judiciales. Se plantea en esta novela una contraposición entre los valores que tratan de defender los buenos letrados que se precian de serlo y tratan de facilitar la aplicación de la ley, frente al dudoso papel de aquellos otros que utilizan los más enrevesados subtefugios legales para hacer prevalecer la postura de sus clientes, estén dentro o fuera de la legalidad;  la fina línea que separa la inocencia jurídica de la no culpabilidad, la presunción de inocencia como parapeto tras el que se escudan los que son capaces de hacer desaparecer por cualquier medio posible las pruebas que les acusen directamente de los numerosos delitos que han cometido, la perversión del sistema cuando los culpables y sus abogados utilizan la ley en su beneficio y la figura del jurado popular no profesional como base de la aplicación de la justicia. Temas apasionantes todos estos que se tratan cuando, además, están bien contados, cuando se mezclan con unas tramas bien planteadas, como es este caso en el que acompañamos al sufrido Efrén en su carrera por tratar de lograr que el culpable sea efectivamente declarado como tal, proceso en el que él mismo tendrá que sumirse en las cloacas del sistema y renunciar a principios que siempre juró que mantendría. Pero las cosas se ven desde otra perspectiva cuando lo que está en juego es tu propia vida, y eso es lo que le ocurre a Efrén.

5 comentarios:

  1. Me gustan los libros de trama judicial y hace tiempo que no leo ninguno. Veo que este te ha gustado, además de que parece que aborda temas muy del hoy en día, vaya, las corruptelas judiciales. Apuntado está.

    Gracias y un saludo!

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  2. He leído críticas positivas de este libro como la tuya. Hace mucho que no leo tramas judiciales yla verdad es que tampoco me vuélvanlo a así que, por ahora, prescindiré de su lectura.

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  3. De trama judicial he leído poco. Es curioso que en en cine me gustan mucho este tipo de películas pero en lo literario no me he animado mucho. Y parece éste, por lo que cuentas, un buen libro para disfrutar de este género, así que apuntado me lo llevo.
    Besotes!!

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  4. A mí me gustó mucho, más que la única novela de la jueza Machor que he leído
    Besos

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    1. La verdad es que el ambiente del mundo de la abogacía y de los tribunales está muy bien representado en esta novela, muy realista y entretenida a la vez.

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