Nuevamente he tenido la suerte de toparme con uno de esos libros que son capaces de contarte una historia convincente, que te recrean un periodo histórico con viveza y que contienen personajes creíbles, de aquellos que piensas si no habrán sido tomados de la vida real. Todo eso y mucho más he encontrado en esta novela de Ignacio Martínez de Pisón, "El día de mañana". No sólo ha tenido el autor la capacidad de trasladarme a una época siempre controvertida como son los últimos años del régimen franquista, llenos de luces y sombras en ese camino imparable aunque incierto hacia la etapa democrática, donde convivieron los seguidores del régimen con sus más duros combatidores, junto con esa inmensa masa de población que no hacía más que subsistir en medio de las circunstancias que la vida le presentaba, con poco interés por la política y muchas ganas de salir adelante en medio de una sociedad que, a pesar de todo, de lo duro del momento, confiaba en un futuro mejor. Además es que lo ha hecho de manera atractiva y logrando involucrarme en las peripecias del protagonista más negativo con el que me he encontrado últimamente.
Lo más destacable de esta novela en lo que se refiere al plano formal es, sin duda, la estructura del relato y el punto de vista del narrador, o de los narradores, para ser más precisos. Toda la historia se nos cuenta mediante sucesivos monólogos de varios personajes que cuentan, en primera persona y a modo de confesión sus vivencias en aquellos años con un único punto en común entre todos ellos: todos, en algún momento, tuvieron algo que ver con Justo Gil, un protagonista que en ningún momento se dirige al lector, es el protagonista del relato pero es el único que no nos cuenta su vida, eso queda de la mano del resto de los personajes. Así, todas las narraciones giran en torno al tal Justo, un joven sin grandes méritos ni recursos que llega a Barcelona acompañado de su madre enferma, como tantos otros emigrante en esa época y comienza a partir de entonces a buscarse la vida de las maneras más variadas posibles, acabando convertido en un soplón de la policía, enemistado con todos aquellos a los que frecuentó. Todas las historias que se nos narran convergen en Justo, y cada una nos muestra un especto de él: el vecino necesitado, el socio defraudador, el falso militante político, el amigo... pero no por ello dejan de ser historias personales, vidas reales de cada narrador a través de las cuales se nos muestra un fresco retrato de lo que fueron aquellos años de nuestra Historia aún cercana.
Hola Inma, no había oído hablar de este libro y veo que te ha gustado. Ultimamente no suele apetecerme leer libros ambientados en esta época, pero me gusta lo que nos cuentas.
ResponderEliminarBesos
Pues me lo llevo apuntado, que me gusta bastante la temática =)
ResponderEliminarBesotes
Ni conocía el libro ni he leído casi ningún libro de la época del final del franquismo, pero por lo que cuentas, me lo llevo apuntado, que creo que también me va a gustar.
ResponderEliminarGracias por la recomendación!!