miércoles, 31 de octubre de 2012

La vida después

En “La vida después” me he vuelto a encontrar con la estupenda escritora Marta Rivera de la Cruz, que ya me sorprendió gratamente con su novela “La importancia de las cosas” y que me resulta sorprendente que no sea una autora más popular de lo que es, dada su enorme capacidad para crear historias actuales, realistas, con unos personajes perfectamente creíbles, un gran equilibrio entre la acción y la reflexión sobre los más variados temas y la agilidad de su escritura que engancha con tramas que no están nunca demasiado lejos de las viviencias que cualquiera de nosotros puede haber tenido alguna vez.

En esta ocasión, la novela se inicia cuando Victoria Suárez vuelve a Madrid desde Nueva York para asistir al funeral de su gran amigo Javier Alonso, más conocido como Jan. Le acompaña en el viaje Herder, su marido, un rico y atractivo profesor universitario con ambiciones políticas del que hace algún tiempo ha dejado de estar enamorada aunque, tal vez por rutina, no se plantea separarse. Se encontrará en Madrid con otras mujeres que formaron parte de la vida de Jan: su hija adolescente Solange, la madre de esta, la insufrible Chloe, que trae de París su aire sofisticado y su desinterés por todo lo que no sea ella misma, y Marga, la bienintencionada y devota esposa, ahora viuda, del fallecido. El papel de Victoria es un tanto ambiguo por su especial relación con el fallecido: ha sido su amiga de toda la vida, la suya ha sido una amistad que se inició en sus años de universitarios y ha sobrevivido a todos los romances, matrimonios y aventuras diversas de ambos. Durante años se han apoyado, consolado mutuamente, divertido juntos sin entrometerse en las mutuas relaciones sentimentales, sin juzgar ni acusar, simplemente siendo amigos, haciendo oídos sordos a los constantes rumores que necesariamente despierta este tipo de relación.

Ahora Victoria se encuentra con la petición póstuma de Jan de interceder en la relación de Solange y Marga, de asegurarse que su relación sea afectuosa y puedan contar la una con la otra una vez que él les falte. Su posición es bastante difusa: no es familiar, aunque Solange la llame tía, nunca ha llegado a ser amiga de Marga, aunque hayan compartido el cariño de Jan, y a pesar de todo se ve en la obligación de mediar entre ambas para cumplir con lo que su amigo le ha pedido. Poco después del funeral descubrirán que Jan les ha legado de manera indirecta un pequeño tesoro como regalo póstumo que garantizará la estabilidad económica de su familia. Este sorprendente hallazgo, sin embargo, desencadenará una nueva etapa en la que algunos secretos del pasado familiar saldrán a la luz, dando paso a una segunda parte de la novela en la que aparecen nuevos personajes inesperados y donde la trama se desvía hacia unas historias del pasado que eran desconocidas para las protagonistas.

Esta segunda parte del libro tiene una entidad propia, casi ajena a la historia que veníamos siguiendo. Incluso, dentro de ella nos encontramos con una especie de pequeña novela a menor escala, independiente de la historia principal y donde Marta Rivera despliega su maestría narrativa creando un relato completo en el que se nos cuenta la vida de Arvid Soderman, un anticuario de origen noruego dueño original del tesoro que recibe Marga de su difunto marido. Es una historia que tiene autonomía propia y prueba la capacidad de la autora de crear un personaje total, con su bagaje personal y toda su trayectoria vital, recrear los escenarios en los que se mueve y reconstruir toda una vida en unas cuantas decenas de páginas.

Desde el punto de vista formal, diré que la prosa de Marta Rivera es muy fluida, con una rica y acertada adjetivación. El relato resulta muy ágil y los personajes bien trazados y creíbles. Destaca, lógicamente, la protagonista, Victoria, que está muy bien dibujada como una mujer fuerte hecha a sí misma, que pretende conocerse perfectamente y ser capaz de controlar todo aquello que la rodea, incluyendo sus propios sentimientos, trata de poner siempre límite a todo lo que suponga una situación emotiva, se oculta tras su ironía y su aparentemente perfecta existencia para ocultar el terror que le provoca la idea de quedarse sola, aunque al final tendrá que reconocer que hay factores que escapan a su control, que todos necesitamos confiar en alguien, sentirnos apoyados y queridos por mucho que pretendamos ser autosuficientes, que alcanzar la felicidad supone un esfuerzo personal en el que hay que acercarse a los demás y permitirles entrar en tu esfera de intimidad.

El gran tema de la novela es la amistad como una experiencia que, como ocurre con el amor, es diferente en cada caso: cada relación tiene sus propias normas y sólo el que forma parte de ella puede entenderla. La complicada relación de amistad entre un hombre y una mujer, ese gran misterio de cuya existencia casi todo el mundo duda a excepción de quienes tienen la fortuna de experimentarla, esa amistad comparte menos en común con las relaciones amorosas que con lo que es un matrimonio bien avenido. La historia me ha llegado bastante y he sido capaz de comprender muy bien a sus protagonistas porque da la casualidad de que yo también tuve un buen amigo al que, curiosamente, también conocí el primer día de clase en la Facultad de Políticas, tal y como les ocurre a Victoria y a Jan, y me ha hecho gracia esta coincidencia, ya que nosotros disfrutamos de una amistad que, aunque acabó difuminándose por la distancia, en sus mejores momentos se pareció en muchos aspectos a la relación que se describe en el libro.

Una lectura bastante recomendable, con una historia cercana y que nos descubre muchas cosas sobre la amistad y los sentimientos.

6 comentarios:

  1. Buena reseña! Y que desde luego me deja con ganas de estrenarme con esta autora.
    Besotes!!!

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  2. He leído muy buenas críticas de esta autora y tengo muchas ganas de ponerme a leer algún libro suyo. No sé porque todavía no lo he hecho... Besos!

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  3. Pues no sé porqué pero a mi o me llama la atención el libro así ue me dedicare a todo lo que tengo pendiente.

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  4. De esta autora también he leído La vida después y La importancia de las cosas y las dos novelas me encantaron, gracias por tu reseña porque me has recordado que tengo que leer más libros de esta autora, ya que su estilo me gusta mucho. Muchos besos.

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  5. Es una autora que he conocido por los blogs, y todavía no he leído.
    Y no será por ganas, porque siempre la ponéis muy bien. Ya se cruzará alguno de sus libros en mi camino.
    Un abrazo

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  6. Lo cierto es que esta es una escritora que escribe muy bien, con historias muy creíbles y está, en mi opinión, poco valorada. Esperemos que la cosa cambie pronto.

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