jueves, 15 de septiembre de 2011

Cuéntame un cuento 3. Cuentos por teléfono


Hacía mucho tiempo que no escribía una entrada sobre libros para leer a/con los niños. Lo cierto es que mis hijos mayores ya leen solos desde hace tiempo y el pequeño aún se conforma con que le repita noche tras noche el único cuento que conoce: Los tres cerditos, pero que tengo que contarlo dos o tres veces seguidas, porque cada vez que termina me dice: "Másss", ¡oye! que es durísimo para dormirse y a mí se me caen los párpados y aún se lo tengo que repetir entero una vez más, casita a casita, soplido a soplido.

En fin, para cuando crezca y para aquellos que todavía tenéis niños en edad de que les lean un cuento antes de ir a dormir, voy a recomendar todo un clásico: "Cuentos por teléfono" del italiano Gianni Rodari. Este autor tiene una particular forma de escribir que encanta a los niños desde bien pequeños ya que crea un mundo mágico en medio de la realidad más cotidiana, con un humor muchas veces absurdo, donde los personajes se comportan de la manera más extravagante como si fuera lo más normal del mundo, los objetos cobran vida y hablan con naturalidad de sus cosas y donde todo es posible, con un estilo que hace que los peques se tronchen mientras los mayores los miran pensando: "y esa tontería, ¿te hace gracia?" Rodari sabe llegar a la mente infantil y crea unas situaciones donde la imaginación hace que todo sea posible: desde la niña que se convierte en hormiga todas las noches al irse a la cama, o el ratón que comía gatos, a la violeta que perfumaba en el Polo Norte o el autobús que un día se salió de la ruta y se dirigió a las afueras, cargado de indignados pasajeros.

En este volumen se reúnen varias decenas de pequeños cuentos con una característica común: son las historias que diariamente el señor Bianchi, viajante de comercio, le cuenta a su hija cuando la telefonea para darle las buenas noches desde cualquier lugar de Italia donde se encuentre, porque sin el cuento de cada noche la niña no se puede dormir. En ocasiones la historia es un poquito más larga, aunque nunca ocupa más de tres páginas, pero a veces el señor Bianchi va corto de tiempo y la historia se resuelve en una docenas de líneas. Lo cierto es que siempre dejan en el recuerdo una dulce sensación y una sonrisa en los labios. Y, como se dice en la propia introducción del libro:


...cuando el señor Bianchi telefoneaba a Varese, las señoritas de la telefónica suspendían todas las llamadas para escuchar sus cuentos. ¡Claro! Algunos son tan bonitos...
Anuque yo, más bien, diría: "Todos son ¡tan bonitos!" ¡Que los disfrutéis mucho!

3 comentarios:

  1. ¡Me lo apunto! Que aunque mi hija ya sabe leer, aún sigue gustándole que me meta en su camita antes de dormir y le lea un poquito. Y hay que aprovechar estos tiempos, que luego vendrán los tiempos en los que me diga que soy una "pesada", jajaja.
    Besotes!!!

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  2. Rodari es un extraordinario escritor, aquí no hemos podido conseguir este libro, aunque el de "Cuentos escritos a máquina" o algo así y ese les encantó...y otro donde el niño debía elegir el final (ando un poco espesa y no recuerdo el título).
    ;-) bien que recuerdo lo que es estarse cayendo de sueño y que el hijo te pida más...

    Un beso,
    Ale.

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  3. este me lo guardo para algún regalito!!!!gracias

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