Habitualmente mis reseñas se centran en obras de narrativa que es, básicamente, lo que suelo leer. Hace algún tiempo, durante mis años de estudiante y siguientes, lógicamente sí que frecuentaba un abanico más amplio de géneros que abarcaba desde pensamiento político a obras clásicas de la Ciencia Política o la Filosofía, pero, cosas de la vida, actualmente he limitado la lectura a una actividad de solaz y disfrute, por lo que me he orientado hacia su aspecto más lúdico y me limito, casi por completo, a disfrutar de novelas, narrativa, alguna biografía y poco más.
Sin embargo, he aquí que traigo para comentar este “American Vertigo” del filósofo francés Bernard-Henri Lévy, un libro que si bien se trata fundamentalmente de un ensayo antropológico, debo confesar que la cosa tiene truco ya que no es, ni mucho menos, un libro duro y sesudo con tremendos planteamientos teóricos, sino que se acerca más a una crónica de viajes con un estilo fácil de leer, si bien es cierto que toca una gran variedad de temas, centrados básicamente en conceptos sociológicos y políticos, pero así y todo lo he disfrutado mucho.
Levy se embarca en un viaje que pretende ser remedo del que hace ciento cincuenta años realizó su compatriota Alexis de Tocqueville por los entonces recién nacidos Estados Unidos, con el objeto de realizar un informe sobre el sistema penitenciario de aquel país, y, en base a esta premisa, tanto Tocqueville entonces como Levy ahora, explorar otros muchos aspectos de la sociedad norteamericana, fundamentalmente referidos a temas de organización política y de sistema de partidos, las ideologías extremas y su plasmación en la vida diaria, las religiones entendidas como un producto más de consumo, la vida en lo que se denomina América profunda, los restos de la cultura sudista, etc. sin dejar de lado, lógicamente, la organización del actual sistema penitenciario.
Me parece que, para cualquier persona medianamente atraída por la cultura norteamericana, este es un libro fundamental. Muchos temas están tratados de manera rápida, en realidad todo el libro se compone de capítulos muy breves, pero sí que dan pie a una reflexión que incita a profundizar a posteriori en muchos de esos asuntos.
Destacaría que el autor no puede dejar de lado el hecho de que su mirada está condicionada por ser el espectador un ciudadano eminentemente europeo que observa una sociedad diferente lo que provoca que su interés se centre fundamentalmente en los hechos o fenómenos que resultan ajenos a nuestra sociedad, por ejemplo, al funcionamiento del sistema político, electoral y de partidos, los sistemas educativos, de bienestar social, el sistema penitenciario privado, la organización social en general, por lo que son esos aspectos de la sociedad norteamericana los que más nos chocan por encontrarse extremadamente lejanos a nuestra propia experiencia.
En resumen, una mirada a otra cultura por la que nos sentimos tan influenciados en algunos aspectos mientras que nos resulta tan lejana y extraña en otros.
P.S. En estas fechas en que otro ciudadano francés "ilustre" se encuentra encerrado precisamente en una de las penitenciarías de la ciudad de Nueva York que Lévy visita durante su viaje, resulta que, sin haberlo pretendido en absoluto, esta reseña parece surgida al hilo de la más rabiosa actualidad informativa, cosa que no es más que fruto de la casualidad,
Uys yo soy mucho más novelera que de otros géneros, en especial la filosofía me cuesta bastante, y eso que reconozco que son libros de lo más interesantes. Bsos
ResponderEliminarA mí tampoco me llama mucho la atención este libro y ... ¡me alegro! jejeje, ¡uno que no va a la lista!
ResponderEliminarbsos!
Me has recordado mi época de universidad y esos libros que leía.
ResponderEliminarEste libro suena bien. De esos ensayos que te hacen pensar. De todos modos, llevo un tiempo muy anglófila y atrapada en un par de siglos...en fin...Gracias por la recomendación. La tendré en cuenta para el futuro.