"La vida era un regalo, y la iba a explotar hasta las consecuencias finales. No quería cumplir sesenta años sin saber qué había pasado para llegar hasta allí, como si la hubiese traído la corriente de un río: quería llegar nadando, por su cuenta, matando sus propios monstruos marinos."
Los personajes de esta novela son magníficos a pesar de que el narrador nos parezca esencialmente un tipo patético y Valentina a veces resulta misteriosa y otras una completa idiota, pero no se puede negar que es un personaje que no se parece a nadie; ve fantasmas desde niña que conviven con ella dentro de su propio mundo absolutamente peculiar.
"No son los médiums, son los muertos. No es la capacidad de ver de los que están vivos, que tienen los mismos ojos que los demás. Son los muertos los que eligen quién puede verlos; es asunto suyo, es su poder. Son ellos, no nosotros."
Reconozco que Jabois es un narrador extraordinario y que tiene la capacidad de crear un universo propio de gran intensidad pero con el que no siempre he logrado conectar; algunos pasajes me parecen fabulosos mientras que otros me han dejado fría. He tratado de empatizar con el narrador y con Valentina pero lo mismo los amaba que los detestaba, igual me hacían reir que los encontraba bobos de remate. El resultado ha sido una lectura irregular, con sus más y sus menos a la que ha salvado, sin embargo,un sorprendente final que, lo confieso, no vi venir y que me ha explicado muchas de las cosas extrañas que había ido sintiendo a lo largo de la lectura.
He leído de este libro otra reseña con parecidas impresiones a las tuyas, así qeu no creo que me anime con esta lectura.
ResponderEliminarBesotes!!
Mi impresión es que, dejando de lado que el autor es un magnífico narrador, es preciso conectar con su universo creativo, entrar en su mundo, para disfrutar la novela al cien por cien. Pero vale mucho la pena su lectura.
EliminarSaludos