miércoles, 31 de agosto de 2022

The Netanyahus

Con "The Netanyahus" el autor norteamericano Joshua Cohen obtuvo el premio Pulitzer 2021 que vino acompañado de un gran éxito y numerosas alabanzas desde los mismos colegas del ámbito literario de su país. Esta novela cargada de humor, ácida crítica y reflexión política, tiene como narrador a Ruben Blum, un profesor universitario, judío no practicante, alejado desde hace tiempo de la educación religiosa recibida de niño y bastante ajeno al asunto candente en esos años 50 en los que se sitúa la novela, sobre la creación del estado de Israel. Mientras enseña enseña Historia Económica de América en la modesta universidad de Corbin, en la pequeña ciudad de Corbindale, lo más al norte posible dentro del estado de Nueva York, Blum trata de lleva una vida tranquila, intentando asimilarse al resto de sus compañeros de trabajo y pasar lo más desapercibido posible, sin que el aspecto religioso o de raza, con los que no se identifica, intervenga en su vida cotidiana. Tras haber servido a su país en la reciente guerra mundial, Blum se considera un norteamericano como cualquier otro pero no deja de detectar cierto exotismo con el que es etiquetado en su entorno por tratarse del único judío en su universidad y tal vez entre los vecinos del pueblo.

Cuando Blum es incluído entre los miembros del tribunal que debe llevar a cabo la selección de un nuevo profesor para su universidad, entiende que su designación se debe exclusivamente al hecho de ser judío, ya que el candidato más destacado entre los que optan a la plaza es Benzion Netanyahu, un profesor de Historia israelí exiliado en Europa, especializado en la historia de Inquisición española (y cuyo hijo Benjamín resultaría ser, con el paso del tiempo, presidente del estado de Israel cuya creación tanto se esforzó por apoyar su padre). Netanyahu se convierte en el centro sobre el que convergen todas las miradas; todos hablan sobre él y opinan, no todos a favor, sobre su papel como docente, como político y como persona. Blum se verá presionado sobre su papel a la hora de evaluar la aptitud profesional del candidato tratando de distinguir entre lo que él mismo es, un judío que enseña Historia, y lo que es el otro, un judío historiador de pueblo judío, algo que sus colegas parecen no entender. Todo se complica cuando Netanyahu se presenta en Corbindale para defender su candidatura acompañado de su amplia y ruidosa familia: una esposa de fiero carácter y obcecadas ideas y un trio de hijos adolescentes bastante asalvajados que, además, acaban instalados en la, hasta ese momento, pulcra y ordenada vivienda de los Blum.

Benzion Netanyahu y su hijo Benjamin en 2012
Benzion Netanyahu y su hijo Benjamin en 2012
La obra, mezcla de ficción y personajes reales, está narrada en un tono de humor inteligente, que trata el asunto judío sin implicarse, con gran desapego del que no considera que la religión de sus padres deba marcar quién es y cómo le ven los demás, lejos de la seriedad que se puede presuponer que merece un tema de carácter político-religioso. Divertida resulta también la manera en que se muestran las siempre complicadas relaciones familias judías, con las madres apabullantes que tratan de manejar y dominar a sus hijos, unos suegros snobs que consideran no existe vida que merezca la pena ser vivida fuera de los límites de Manhattan y todo ello contado entre profusión de frases bíblicas y referencias a los libros sagrados, con personajes que se expresan en un lenguaje de prosa enrevesada, con largas y densas frases que componen párrafos que ocupan varias páginas, lo que no impiden que nos hallemos frente a una novela ingeniosa, original e incluso divertida que se permite tratar temas como la identidad religiosa o racial, y serios asuntos políticos sin dejar de resultar una lectura amena y  entretenida.

sábado, 27 de agosto de 2022

El último verano de Silvia Blanch

El caso de Lorena Franco es, en mi opinión, un extraño fenómeno dentro del panorama literario nacional: se trata de una muy prolífica autora de novelas de misterio de magnífica calidad que compatibiliza esta profesión con las de actriz y modelo, habiendo conseguido bastante éxito en todas ellas. Sin dejarse etiquetar por su edad y su aspecto, la Franco, que comenzó su carrera autopublicándose en Amazon, nos sorprende cada año con varias novelas que, merecidamente, alimentan una numerosa legión de seguidores, fieles a su estilo fresco y actual y a sus tramas de misterio que atrapan al lector de inmediato. Esta de "El último verano de Silvia Blanch" es sólo la segunda de sus novelas que leo, pero me ha convencido al igual que la anterior "Ella lo sabe" para no perder de vista el resto de su producción y volver sobre alguna de sus anteriores publicaciones lo antes posible. 

En este caso, nos encontramos de nuevo frente a una estupenda novela de género domestic noir en la que Álex Duarte, una joven periodista barcelonesa, es enviada por su periódico a Montseny, el pueblo de la sierra donde un año antes desapareció una chica llamada Silvia Blanch. Nadie ha sabido que fue de ella, si se marchó por su propia voluntad o si alguien la hizo desaparecer. Hace ya meses que la policía ha abandonado las tareas de búsqueda y Álex pretende indagar entre las amistades y familiares de Silvia, así como entre vecinos y conocidos, para descubrir si alguien conserva todavía la esperanza de que pueda estar con vida o si, tal vez, alguien pudiera saber algo que no le contó en su momento a la policía y que pudiera arrojar alguna nueva luz sobre la misteriosa desaparición.

La periodista no es bien recibida por los vecinos del pueblo que se muestran muy reservados y suspicaces. Afortunadamente, los padres de Silvia han accedido a hablar con la prensa, deseosos de que se pueda reabrir la investigación y saber qué ocurrió con su hija. Otros personajes en torno al caso serán Jan, el primo de Silvia, que en algún momento llegó a ser considerado como sospechoso o el novio de la chica, Daniel, que, un año después, no logra superar su pérdida.

Alex llega a obsesionarse por el caso, por la figura de Silvia a la que todas las declaraciones muestran como una persona  perfecta en todos los aspectos, como hija, pareja, empleada ejemplar, sin ningún defecto ni debilidad. Pero todos tenemos secretos que ocultar, aunque algunos lo consiguen con mayor éxito que otros. Así que esta historia nos atrapa como los mejores thrillers con un ritmo impecable en el que vamos encontrando pistas que sólo tendrán sentido al desvelarse el sorprendente final, dentro de una trama de relaciones familiares complicadas, donde descubrimos que todos tenemos un lado oscuro que, en ocasiones, es mayor y más profundo que la cara que mostramos a aquellos que nos rodean.

viernes, 19 de agosto de 2022

Historia de Shuggie Bain

En esta "Historia de Shuggie Bain" novela debut con la que Douglas Stuart obtuvo el premio Man Booker de 2020, nos ofrece el duro retrato de la infancia del niño que da título a la novela, un pequeño católico en medio del más sórdido ambiente de las calles del Glasgow más decadente de la era Thatcher, asolado por el desempleo, en barrios de viviendas sociales donde habitan familias que subsisten con ayudas estatales, entre violencia doméstica, alcoholismo, infidelidades e ilusiones perdidas hace muchos años.

La infancia de Shuggie, que está muy lejos de ser un tiempo feliz, transcurre junto a Agnes, su madre alcohólica abandonada por el marido con tres hijos a su cargo, la precariedad y el alcohol la arrastran hacia la miseria económica y moral, "cuesta abajo y sin frenos". Shuggie es un niño inocente y delicado, diferente a los brutos abusones de su edad que se burlan de él y le atormentan. "Sentía que le pasaba algo. Algo dentro de él no encajaba del todo. Parecía que todo el mundo lo veía, todos sabían lo que era menos él. Era algo que le hacía ser diferente y, por tanto, estaba mal."

Su hermana Catherine sólo desea casarse para escapar lejos de su familia. Su hermano Leek, es un muchacho solitario y sensible que ha abandonado el sueño de acudir a la Escuela de Artes para frecuentar diversos cursos subvencionados que intentan sacar algo de una juventud desesperanzada, sin aspiraciones ni futuro laboral. El personaje de Agnes, centro de la historia junto con su hijo, es brutal y absolutamente desgarrador. Abandonó a su primer marido, el católico, para escapar con Shug Bain, un taxista guapo y sinvergüenza que la desprecia y la engaña, pero al que no consigue dejar de amar. Su mundo se hunde sin remedio, su belleza se marchita, el alcohol la vuelve loca y la pobreza la sume en la más absoluta desesperanza. 
"El hecho de no poder fingir que no tenía nada que ver con ellas, que había nacido en una familia mejor y que estaba temporalmente estancada en este recóndito nido de miserias."
En su descenso a los infiernos sólo cuenta con el respaldo a su hijo menor que a pesar de ser sólo un niño confía en poder evitar la catástrofe actuando como guardián de su madre, echándose encima las responsabilidades que nunca le deberían corresponder, faltando al colegio para vigilar que su madre no beba o no se marchen con hombres que le hacen daño una y otra vez, escondiendo las pagas para evitar que Agnes se las gaste en alcohol y evitar así morir de hambre. Y es que el amor inmenso e incondicional que Shuggie siente por su madre le hace conservar la esperanza de que algún día esta dejará de beber, que se curará y podrán ser una familia normal, esa normalidad que es el mayor deseo del pobre Shuggie.

La escritura de la obra es descarnada, hecha de puñaladas constantes que se clavan en el corazón del lector, mostrando un retrato social desgarrador de una inmensa clase trabajadora empobrecida compuesta por personas hundidas en la tristeza crónica, sea en los pisos baratos de la ciudad o en el pueblo minero de hombres desempleados que pasan el día en la cantina al frente de familias que sobreviven a base de subsidios y mujeres que ahogan su realidad entre cigarrillos y cervezas o con suerte algún alcohol más fuerte disimulado en tazas de té.
"Ahora, cuando Shuggie la veía beber, sabía que no lo hacía por pasar un buen rato. Bebía para olvidarse de sí misma, era su única manera de alejarse del dolor y la soledad."

sábado, 13 de agosto de 2022

Según venga el juego

Vuelvo a Joan Didion, la enorme autora norteamericana que en cada lectura sigue impresionándome por su maestría narrativa, su retrato de personajes, la capacidad de transmitir la profundidad de los sentimientos, la tristeza, el desencanto y la cara más amarga del mundo con agudeza y gran elegancia. En "Según venga en juego" nos transporta al Hollywood de los años 60, entre el desierto de Nevada y las piscinas climatizadas de Beverly Hills, introduciéndonos en el estilo de vida decadente del mundillo del cine, entre actores, guionistas y productores, toda una feria de vanidades de superficialidad y esnobismo, donde abundan los engaños, la lucha de egos, entre desamores, divorcios y carreras profesionales que se estrellan, 

Maria Wyeth, "se pronuncia mar-ay-a, que quede claro desde el principio" es una actriz que se debate entre fracaso profesional y un éxito que siempre está a punto de suceder, un marido del que no termina de separarse, vive abrumada por el dolor de la ausencia de su hija, la pequeña Kate pequeña ingresada en un centro donde "intentan averiguar qué falló". La encontramos conduciendo por carreteras interminables que no llevan a ninguna parte, bajo el sol abrasador, abusando del alcohol y los barbitúricos, huyendo de sí misma, de la imagen que los demás tienen de ella, de la ausencia de amor, de sus problemas mentales, en medio de un mundo sin valores morales, donde cada uno busca su bienestar y Maria no encuentra dónde resguardarse, sólo le queda jugar de la mejor manera posible las cartas que le han tocado en el reparto de la vida, aunque no sean siempre las mejores. 

La escritura de la Didion resulta hipnótica, exenta de florituras, casi aséptica. Sus escenas son breves, en tres líneas de diálogo transmite toda una conversación, una situación completa, todo un estado mental o de ánimo. El lector debe completar aquello que no se le cuenta, debe reconstruir todo lo que hay más allá de lo escrito. Una verdadera gozada esta novela, a pesar de resultar profundamente triste por la desesperanza y el vacío que transmite. Pura literatura.

sábado, 6 de agosto de 2022

El almas de las piedras

Había leído y disfrutado bastante de las últimas novelas de Paloma Sánchez-Garnica, pero me faltaba descubrir esta que es una de sus primeras obras: "El almas de las piedras", una novela histórica situada en el Medievo que nos cuenta dos historias separadas por doscientos años que transcurren a lo largo del Camino de Santiago, aunque cada una de ellas en sentido opuesto.

Por un lado, nos encontramos con el religioso Martín de Bilibio que ejerce de escribiente y ayudante del obispo de Iria Flavia, Teodomiro, cuando en el año 824 es descubierto un enterramiento en el territorio de su diócesis que podría corresponder al apóstol Santiago. Si bien no hay pruebas concluyentes de que sea el apóstol el que se encuentra allí, sino más bien un hombre llamado Prisciliano, mártir para algunos pero hereje según la Iglesia, pronto comienza a popularizarse que aquel lugar es verdaderamente el Locus Santi Iacobi y se convierte en destino de peregrinación masiva. Bilibio viajará de vuelta hacia su tierra natal en Borgoña con la misión de ocultar allí bien lejos la confesión del obispo Teodomiro sobre las falsedades, o la Inventio, que dió lugar al surgimiento del mito del sepulcro de Santiago en aquel lugar del Finis Terrae.
"No me interesa de quién sean los restos que están allí, lo que importa es lo que siente la gente, su fe les da fortaleza, engulle sus penas; es admirable la alegría con la que hacen el sacrificio de caminar buscando la perfección, buscando acercarse a Dios. Eso es lo importante. Dios está en todas partes, y se puede rezar a los santos en cualquier espacio en el que te encuentres."
De otra parte, seguimos la historia de la joven Mabilia, hija del Conde de Montmerle, que debe escapar de su hogar cuando su padre fallece y se queda a merced de su cruel y ambicioso tío. La chica deberá hacerse pasar por un novicio para ocultar su identidad e iniciará así una huída que la llevará a seguir la ruta del Camino que ya se ha convertido en un recorrido popular entre los cristianos europeos que peregrinan hasta la tumba del apóstol a lo largo de un trayecto que se va poblando con los años de iglesias, hospitales, monasterios, hospederías, en torno a los cuales se crean nuevos núcleos de población que viven del servicio a aquellos que cruzan esas tierras camino de Compostela, peregrinos, viajeros y comerciantes, que transitan o se instalan en aquellos lugares bajo el amparo de los reyes castellanos, interesados en impulsar la repoblación de estos territorios recientemente recuperados al invasor musulmán y siempre bajo su constante amenaza.

Atraídos por las abundantes obras de construcción emprendidas por entonces, abundan en aquella zona los canteros y escultores, humildes oficios que logran, sin embargo, extraer el almas de las piedras y que participan en la tarea de levantar las grandes construcciones de la época, castillos, puentes e iglesias, obras en piedras que transmiten a los fieles la gloria de Dios y el poder de la Iglesia y les cuentan al pueblo iletrado las historias bíblicas a través de sus relieves tallados en la piedra, además de compartir un código oculto, sólo identificable por unos pocos, a través del cual transmiten claves y secretos que se ocultan en ese Camino que unió a toda la Cristiandad en torno a un enterramiento lleno de misterios y leyendas.

Aparecen a lo largo del relato personajes coetáneos de los protagonistas como Beato de Liébana, San Millán de Suso, Santo Domingo de la Calzada, Santo Domingo de Silos, santos que jalonan la Historia de España con sus hazañas y obras y que configuraron el devenir de la Europa cristiana a través de las diversas rutas de peregrinación hacia aquellas lejanas tierras del norte donde el mundo se acababa a la orilla del mar.

martes, 2 de agosto de 2022

Historias de Roma

El origen de estas "Historias de Roma" se remontan al año 2003 cuando el periodista Enric González aterriza como corresponsal para el diario El País en Roma. A través de estos relatos, el autor muestra la fascinación que esta ciudad y sus habitantes despiertan en aquellos que la conocen a fondo, sin dejar de destacar al tiempo sus muchos defectos, que, en el caso de Roma, casi se convierten también en virtudes.

Acompañamos al periodista en sus muchos paseos trufados de lugares y monumentos bellísimos, rincones curiosos o pintorescos y su relato va navegando por la fascinante Historia de la ciudad y también y sobre todo por historias, esta vez con minúsculas, sobre personajes, habitantes peculiares de Roma y reflexiones sobre el carácter de los italianos, sus particularidades en los asuntos políticos, familiares o culturales. De Alberto Sordi a Berlusconi pasando por los últimos días de Juan Pablo II, en este libro nos encontramos con anécdotas y asuntos tan italianos como el arte, la burocracia, la corrupción, la figura de la mamma, el calcio, o el café.

Me gusta mucho este tipo de diarios urbanos que nos adentran en el corazón de las ciudades desde el punto de vista del extranjero que durante un breve periodo de tiempo, pueden ser unos meses o unos años, observa la ciudad entre sorprendido y maravillado, que nos transporta a sus lugares favoritos, nos pasea por calles, plazas y edificios, no necesariamente por los más famosos, sino aquellos que cobran más significado para el autor, los que protagonizan sus paseos cotidianos o se encuentran asociados a sus recuerdos más queridos o divertidos. Una buena lectura esta para reactivar nuestro amor por la Ciudad Eterna o para tomar notas para preparar un próximo viaje o, sencillamente, hacernos la ilusión de que este verano, al menos durante el tiempo que duró esta lectura, también nosotros hemos viajado de algún modo a Roma.