Hacía tiempo que había oído hablar de Chufo Lloréns como gran autor de novela histórica pero lo cierto es que, hasta el momento, no había tenido ocasión de disfrutar de ninguna de sus obras y creo que mi estreno con él no podía ser más exitoso. He disfrutado muchísimo con esta magnífica novela suya, "La ley de los justos", una extensa historia que tiene mucho de folletín decimonónico, de hecho se encuadra en el marco temporal de la Barcelona de finales del XIX que da paso al nuevo siglo entre los conflictos con las colonias americanas y el progreso industrial y artístico propio de aquellos años. Se nos presenta, además, un abanico amplio de personajes de la más variada especie que van desde el gran empresario hasta los obreros de las incipientes industrias y comercios, desde las damas piadosas a sus humildes criadas y costureras, del heredero juerguista a los buscavidas sin escrúpulos, de las jóvenes empleadas en los grandes almacenes al aprendiz de librero enamorado de la hija de buena familia, de los obreros anarquistas que quieren cambiar la sociedad a base de bombas a la bella soprano en ciernes aspirante a elevarse al nivel de los ricos burgueses ante los que actúa. Estos son sólo algunos de los personajes cuyas vidas iremos siguiendo a lo largo de las páginas en las que los veremos a unos esforzándose por impulsar sus negocios, a otros luchando por subsistir con sus míseros sueldos, las penalidades de la clase obrera frente al lujo de los potentados, la lucha anarquista frente a las acomodadas vidas de los más afortunados, y todo esto en el escenario de una Barcelona retratada como la gran ciudad llena de luz, animación, gente por las calles, en los paseos, las terrazas y los teatros, pero también en los mercados, los merenderos y las tascas, en las viviendas humildes y en los cuartos del servicio, cada clase social en su ambiente, sin mezclarse pero conviviendo necesariamente; son los años gloriosos de la Exposición Universal, donde el brillos del Modernismo, de los avances científicos y de una ciudad que pretende estar a la altura de las más lujosas y rutilantes capitales europeas, se combina con unas tremendas desigualdades y desafíos sociales que enfrentan a las clases acomodadas con los obreros desposeídos de todas las riquezas que su trabajo proporciona a unos pocos.
A pesar de su extensión, la novela se lee con una facilidad asombrosa, cada capítulo nos presenta un escenario nuevo, un personaje distinto, un elemento que aporta una nueva pincelada al cuadro general de la Barcelona que se retrata: un hogar modesto u opulento, un personaje de la época o un local o negocio, son escenas que conforman el enorme tapiz de las miles de caras diferentes de la ciudad. Pero también nos trasladamos en ocasiones a la Cuba colonial, origen de las riquezas de muchos industriales de la metópolis y lugar donde se forjan grandes fortunas y famas. La novela nos presenta en su argumento un personaje malvado sin fisuras, un verdadero antihéroe que irá avanzando en la vida arrasando con la honra y la vida de quien se le ponga por delante. Será el núcleo en torno al cual girarán el resto de todas las historias de una u otra manera, lo que no quita para que todos los argumentos cruzados tengan su peso y estén llenos de emociones, sufrimientos, triunfos y miserias, no se puede decir que haya una historia que se superponga a otra, todas están equilibradas y trazadas magníficamente de principio a fin y se entrelazan de manera equilibrada, culminando en un final que cierra todos los hilos narrativos. Estupenda novela, por tanto, a través de la cual nos sumergimos en una época y entramos en contacto con unos personajes que se quedan grabados en nuestra memoria como si nos hubiéramos desplazado directamente al escenario de la fascinane Barcelona del cambio de siglo.
A pesar de su extensión, la novela se lee con una facilidad asombrosa, cada capítulo nos presenta un escenario nuevo, un personaje distinto, un elemento que aporta una nueva pincelada al cuadro general de la Barcelona que se retrata: un hogar modesto u opulento, un personaje de la época o un local o negocio, son escenas que conforman el enorme tapiz de las miles de caras diferentes de la ciudad. Pero también nos trasladamos en ocasiones a la Cuba colonial, origen de las riquezas de muchos industriales de la metópolis y lugar donde se forjan grandes fortunas y famas. La novela nos presenta en su argumento un personaje malvado sin fisuras, un verdadero antihéroe que irá avanzando en la vida arrasando con la honra y la vida de quien se le ponga por delante. Será el núcleo en torno al cual girarán el resto de todas las historias de una u otra manera, lo que no quita para que todos los argumentos cruzados tengan su peso y estén llenos de emociones, sufrimientos, triunfos y miserias, no se puede decir que haya una historia que se superponga a otra, todas están equilibradas y trazadas magníficamente de principio a fin y se entrelazan de manera equilibrada, culminando en un final que cierra todos los hilos narrativos. Estupenda novela, por tanto, a través de la cual nos sumergimos en una época y entramos en contacto con unos personajes que se quedan grabados en nuestra memoria como si nos hubiéramos desplazado directamente al escenario de la fascinane Barcelona del cambio de siglo.