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domingo, 22 de septiembre de 2013

Ferragosto in giallo

Este librito fue un souvenir que se vino conmigo después de un viaje que hice el mes pasado a Italia, más concretamente a la ciudad de Milán, en pleno Ferragosto; fue amor a primera vista, de esas cosas que aparecen en el momento justo en el lugar apropiado y no tuve más remedio que hacerme con él. Por si alguien desconoce en qué consiste eso del Ferragosto, le diré que es un fenómeno exclusivo de Italia y que se da anualmente en torno al día 15 de Agosto. Nada que ver con lo que ocurre aquí en España en pleno verano, cuando las ciudades relajan algo su ritmo habitual pero en ningún caso se paralizan, es más, es la ocasión propicia para aprovechar y salir a callejear, se encuentra más sitio para aparcar y las terracitas te ofrecen una limonada para pasar al fresco las tardes calurosas y casi se agradece poder disfrutar de todas las ventajas y ofertas de la ciudad sin muchos de sus inconvenientes. Nada de eso es posible en Ferragosto; en Italia por esas fechas todo se paraliza, absolutamente todo. Incluso en una gran ciudad como es Milán te encuentras con la inmensa mayoría de negocios y locales cerrados por unos días con el consecuente cartel de "Chiuso per ferie", cientos de carteles iguales por todas partes. Pero incluso muchos hoteles en el centro histórico cierran por el Ferragosto, algo impensable aquí en pleno verano que es, por antonomasia, la temporada alta-altísima para el turismo. Pero así son ellos para sus cosas: toca cerrar y cierran. Y así, durante dos o tres días, la ciudad entera permanece en estado de domingo por la tarde: ni coches por las calles, ni una mala terraza donde tomarse una birra.

Menos mal que llegó el día 17 y la cosa se relajó un poco y fuimos capaces de encontrar algún que otro negocio que se decidió a abrir sus puertas, y en eso que, buscando cosas típicas que traernos a casa, me topo en un supermercado, en medio de un montón de best sellers y revistas del cuore, con este pequeño librito azul, en el primoroso e inconfundible estilo de Sellerio, editor de toda la serie de mi querido detective Montalbano, el famoso detective de Camilleri, y luciendo el atractivo título de "Ferragosto en giallo". Y, claro está, no tuve más remedio que añadirlo a mi cesta de la compra ya que, me pregunto, qué puede haber mejor que encontrarte en la misma circunstancia que los protagonistas de una novela, entender el ambiente, el calor abrasador del verano italiano y la modorra de las avenidas desiertas en pleno Ferragosto, de haber pasado por las calles en las que transcurre la acción y, sobre todo, disfrutar de la bellísima lengua italiana justo después de haber pasado unos días por aquellas tierras escuchándola y practicándola a tu antojo. Era el libro perfecto para mí justo en aquel momento, no me queda la menor duda.

Esta colección de relatos detectivescos ("giallo" es el nombre con el que se denomina en italiano a este género literario) es la continuación de una tradición de la citada editorial que ya publicó anteriormente "Un Natale in giallo" o "Capodanno in giallo" en los cuales, igual que en esta ocasión, la casa editorial invitaba a sus escritores de cabecera a escribir un breve relato detectivesco ambientado en una época determinada del año, en este caso en el ya comentado periodo vacacional veraniego. Nos encontramos en esta ocasión con el Montalbano de Camilleri, o a la española Petra Delicado de la mano de su autora, Alicia Giménez-Bartlett, cuya edición en italiano corre habitualmente a cargo de Sellerio, junto a otros tres autores: Gian Mauro Costa, Marco Malvaldi, Antonio Manzini y Francesco Recami. Todos ellos nos presentan una historia corta en la que se da algún tipo de misterio o caso policíaco a resolver con la única coincidencia de ocurrir los sucesos narrados en esos calurosos días de  mitad del mes de agosto en que toda Italia parece paralizarse en el tiempo bajo el calor asfixiante propio de la fecha, aunque ya es bien sabido, como dijo no recuerdo quién, que el crimen no descansa nunca, ni siquiera en Ferragosto.