Mostrando entradas con la etiqueta Rosario Raro. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Rosario Raro. Mostrar todas las entradas

sábado, 24 de marzo de 2018

La huella de una carta

Esta de "La huella de una carta" es la segunda novela de Rosario Raro, autora que cosechó un éxito bastante relevante con su anterior trabajo, "Volver a Canfranc". En esta ocasión, como ocurría también en su anterior obra, la autora no ha creado estrictamente una novela histórica pero sí que nos cuenta de una manera novelada hechos históricos reales que tienen bastante peso en la trama, entrelazados con el argumento puramente de ficción. Entre esos hechos reales que intervienen en la presente novela destacan fundamentalmente dos: por una parte se nos cuenta el origen y funcionamiento del famosísimo consultorio radiofónico de Elena Francis, pieza clave de la vida cotidiana de muchos españoles desde los años 40 del siglo XX y cuyas emisiones se prolongaron hasta entrados los años 80 y por otra parte se nos plantea el drama de los niños afectados por la talidomina, una medicación recetada a madres gestantes que provocó deformaciones horribles a muchos recién nacidos y cuya responsabilidad no ha terminado de ser reparada en lo que se refiere a los afectados en nuestro país a fecha de hoy.

La protagonista de la novela es Nuria Somport, una joven esposa y madre de dos pequeños que, debido a los frecuentes viajes de trabajo de su marido, se siente bastante sola y desea trabajar para entretenerse y ocupar su tiempo. Su gusto por la escritura le facilita encontrar una ocupación bastante peculiar: será una de las numerosas personas contratada por los laboratorios de productos cosméticos que patrocinan el popular consultorio de Elena Francis para que se ocupe de responder personalmente a muchas de las cartas que se reciben a diario, ya que resultaba materialmente imposible responderlas todas por medio de la radio. A través de las cartas que Nuria debe atender, adivinamos una España chusca y vergonzante, repleta de amantes ocultas, de esposas desencantadas, de criadas abusadas por sus empleadores y maridos con doble vida; en gran parte de las cartas se denuncian hechos morbosos y escandalosos pero las respuestas que reciben aquellas mujeres (mayoritariamente) que consultan sus serios problemas vitales suelen resultar aún más escandalosas: no desvelar los secretos de los hombres, no destrozar matrimonios, callar las vergüenzas, ser discretas para no alterar el buen nombre del hombre que las ha engañado y deshonrado...

Entre los dramas que Nuria descube por medio esta relación epistolar con anónimas comunicantes, le impresionará especialmente el casos de numerosos niños que están naciendo con malformaciones terribles sin que nadie esté dándole importancia a los casos que son ocultados y silenciados. Todo apunta a que la causa es el indeseable efecto secundario de un medicamento procedente de Alemania. Con la ayuda de Boro, el químico a cargo del control de calidad del laboratorio, Nuria irá recabando información tratando de recopilar pruebas que les permitan denunciar el caso a las autoridades.

Al tiempo que la pareja vaya avanzando en su investigación, la vida personal de Nuria se irá complicando y la novela pasa a convertirse en un drama romántico con elementos y nuevos  personajes que van apareciendo en la trama. Parte de la acción se traslada hasta Argentina donde aparece un nuevo hilo argumental protagonizado por una peculiar mujer procedente de Polonia y con estrechas relaciónes con oficiales nazis. A partir de ahí casi olvidamos el argumento principal y nos adentramos en un batiburrillo de asuntos que hacen perder fuerza e interés al libro.

El resultado final de la novela es una lectura donde prima un acertado retrato costumbrista de la época creado a base de citar numerosas marcas y productos comerciales, así como la intervención de personajes famosos de aquellos años. Al margen de ello, mi opinión es que la lectura no llega a crear auténtica emoción, ni el relato de los dramas de los niños, ni los conflictos personales de los protagonistas han logrado conmover mi corazón. Las descripciones carecen de auténtica profundidad, no alcanzan la hondura y la intensidad que habría deseado encontrar, con lo que, si bien ha sido una lectura entretenida, dudo que me deje una huella perdurable.

viernes, 14 de agosto de 2015

Volver a Canfranc

Hay temas literarios que no se agotan por mucho que se escriba sobre ellos, por muchas novelas que cada temporada se publiquen reviviéndolos o abordándolos desde nuevas perspectivas, con nuevas historias o personajes, siguen suscitando interés, despertando curiosidad, descubriendo nuevos hechos hasta el momento desconocidos, sorprendentes y emocionantes. Uno de estos temas es la II Guerra Mundial, un clásico entre mis preferencias dentro de la novela histórica a la que tan aficionada soy. Pues esta novela titulada "Volver a Canfranc" y escrita por la castellonense Rosario Raro es una más en esa larga serie de obras de ficción que se basan en la dura realidad que supuso el padecimiento por parte de la población europea de una guerra, acrecentada por la sumisión a un régimen tan brutal como fue el nazi en aquellos países donde se produjo la ocupación, como fue el caso de Francia. Basándose en unos hechos reales, la autora crea una novela emocionante que nos da a conocer a una serie de personajes que hicieron lo que estaba en su mano para luchar contra el sinsentido del nazismo.

El escenario de la novela se sitúa en un paraje que hoy día ya es historia: la actualmente abandonada estación de Canfranc, pueblo fronterizo con Francia en la provincia de Huesca. A pesar de encontrarse geográficamente fuera del territorio de la Francia ocupada, de facto los nazis controlaban este paso de montaña, salida natural hacia la Península Ibérica y, por tanto, posible vía de escapada de aquellos que trataban de huir de la ocupación y del conflicto bélico en Europa a través de la teóricamente neutral España. Pero los alemanes, aún convertidos en gobernantes de Francia, no pueden evitar que muchos miembros de su población e incluso empleados públicos ahora a su servicio no comulguen con sus ideas y con sus planes de exterminio y dominación, Y así ocurre con el responsable de la aduana francesa de la citada estación, Laurent Juste, un hombre íntegro que, bajo el aspecto de fiel cumplidor de las normas alemanas, oculta toda una red que facilita la huida de numerosos judíos y otros perseguidos por el nazismo. Pero Juste no estará solo en su peligrosa tarea, le ayudarán un grupo de personajes valientes y dispuestos a arriesgar sus propias vidas por una misión que consideran más importante que su propia seguridad: la camarera del Hotel Internacional Jana Balerma, el contrabandista Esteve Durandarte, y algunos otros empleados de la estación se confabularán en el mayor de los secretos para facilitar el paso por la frontera de muchas personas, algunos de ellos personajes famosos del arte y el espectáculo pero en su mayoría ciudadanos europeos anónimos que cruzarán Europa hasta Canfranc tratando de encontrar una vida mejor más allá de esa última frontera del Pirineo.

La novela es verdaderamente de fácil lectura, aunque a mí personalmente me ha dado la sensación de que en algunos momentos se volvía un poco lenta y repetitiva, pero de nuevo lograba coger ritmo y por lo general se disfruta prácticamente todo el tiempo con la emoción de la historia, con el magnífico escenario del paisaje montañoso salvaje que rodea la estación, de la propia gran estación monumental y del constante movimiento de pasajeros que alberga junto con su Hotel Internacional, de los diversos y variados personajes, tanto de la administración española, como el odioso gobernador provincial, como de la autoridad alemana, pero, sobre todo con la arriesgada aventura que llevan a cabo los valientes protagonistas.

Vista actual de la estación de Canfr
El valor de la novela se incrementa sin duda al saber que los hechos que cuenta están basados en la hazaña del verdadero jefe de estación de Canfranc, Albert le Lay, miembro activísimo de la Resistencia francesa que ayudó a más de 1.500 judíos a escapar de Francia hacia la libertad por este lugar que hoy día permanece abandonado y que merecería ser recuperado y convertido en símbolo de un pasado que nunca debiera olvidarse.