domingo, 2 de junio de 2024
El affaire Arnolfini
viernes, 1 de diciembre de 2023
La casa de los pintores
Por las páginas desfilan recuerdos, anécdotas y estampas familiares entrañables que evocan una sencilla vida familiar, tanto en la casa de Madrid como en la del pueblo del que procedía Amalia. En la intimidad de esta familia numerosa participan además grandes figuras del arte de los años 60 y 70, amigos, colegas o galeristas que integraban el círculo más cercano de los pintores. Nos adentramos en el proceso creativo de Lucio y Amalia, sus rutinas de trabajo, las técnicas empleadas, su manera de enfrentar el trabajo y su estrecha relación con su mundo creativo. Los hijos participan de las exposiciones, asisten a inauguraciones, conocen los asuntos referentes a las ventas, los proyectos y encargos de sus padres ya que en esa casa el ámbito artístico interactúa permanentemente con el familiar, siendo difícil de separar ambos mundos.
Esta obra supone un homenaje lleno de cariño y a la vez muy concienzudo, realizado desde el punto de vista más humano, destinado a ensalzar a estos dos personajes que fueron reconocidos al más alto nivel como importantes artistas pero que, fundamentalmente, fueron buenos padres y extraordinarias personas y amigos. Y en este libro su hijo honra así su memoria a través de un retrato hecho a base de palabras que refleja su profunfo amor y su admiración hacia ellos como padres y como artistas.
martes, 26 de septiembre de 2023
Obra maestra
En un relato que aúna todos los elementos de una autoficción sin serlo, va dando voz a numeroos personajes en torno al museo, al artista y la obra desaparecida, desde el escultor y otros artistas cercanos a él, a difetentes empleados del museo de variado rango, desde directivos hasta personal de sala, gente del mundo del Arte, galeristas, críticos, funcionarios del Ministerio de Cultura, policías o transportistas. Los supuestos testimonios, siempre en primera persona, que en ocasiones parecen entrevistas periodística y en otros casos meras conversaciones informales, abarcan varias décadas; lo mismo se cuentan los inicios de la profesión de Serrá allá por los años 60 que las gestiones previas a la inauguración del Reina Sofía hasta episodios sucedidos en 2019.
Con un tono que deja adivinar mucha ironía y buenas dosis de sorna por parte del autor, se tratan temas como la falacia del arte contemporáneo, el voluble concepto de belleza y el valor/precio de las obras de arte. Se presenta a los auténticos apasionados del auténtico arte frente a los coleccionistas que sólo miran el precio que alcanzan los tesoros que sueñan con acaparar, aunque tengan que estar ocultos de la vista del mundo porque los han conseguido por medio de métodos bien dudosos.
Tras haber disfrutado enormemente con esta lectura, se me plantean un montón de dudas y cuestiones que siempre, de algún modo, me han rondado por la cabeza: ¿todos esos conceptos, ideas y discursos que despliegan los conocedores del arte contemporáneo, incluido el propio Serra, pretenden significar realmente algo o son sólo fuegos de artificio? ¿Verdaderamente esas manifestaciones tienen un contenido que yo no comprendo o son sólo una pose, un invento para justificar su trabajo y lo que se les paga por él? Tal vez no sean más que palabras huecas que no significan nada y sólo sirven para confundirnos, para ocultar el gran engaño en que nos pretenden atrapar a los que no logramos emocionarnos, por mucho que lo intentemos, frente a un enorme bloque de metal o ante un cuadro blanco sobre blanco, como aquel que protagonizaba "Arte", la famosa obra teatral de Yasmina Reza, que pretenden hacer pasar por una magnífica obra maestra. Llamadme loca, pero esas cosas no me conmueven.
domingo, 23 de abril de 2023
Hacia la belleza
"Un vigilante de museo no existe. Deambulamos delante de él con la mirada clavada en el siguiente cuadro. Es un trabajo extraordinario para estar solo en medio de la multitud."
La historia se nos presenta como el relato de un desamor, el final de una etapa, la necesidad de un nuevo comienzo, un cambio radical en la vida y todo ello guiado por la pasión por el arte, la pintura, en especial por Modigliani, autor en el que Antoine es experto y frente a cuyo retrato de Jeanne Hébutherne pasa las horas en su nuevo empleo.
La segunda parte del libro se centra en el personaje de Camille, una adolescente con un don para la pintura a la que un terrible suceso que debe ocultar a su entorno la cambia radicalmente, sumiéndola a partir de entonces en un estado depresivo y de enorme infelicidad. Sólo a través de la belleza, de sus cuadros, buscará el modo de borrar los fantasmas que la persiguen, de intentar olvidar sus miedos. Aunque no es fácil conseguirlo."Frente a un cuadro no somos juzgados, el intercambio es puro, la obra parece entender nuestro dolor y nos consuela a través del silencio, permanece en una eternidad fija y tranquilizadora, su único objetivo es colmarnos mediante las ondas de lo bello. Las tristezas se olvidan con Botticelli, los miedos se atenúan con Rembrandt y las penas se reducen con Chagall."
Nuevamente nos encontramos con esta lectura ante una exposición de los sentimientos como sólo Foenkinos sabe hacer, planteados con simplicidad y profundidad al mismo tiempo, entrando en el corazón de sus personajes y haciéndonos participar en su mundo privado, en lo más profundo de su intimidad, sintiendo con ellos, compartiendo su dolor. Y también nos acerca a las emociones más puras, a la culpa, al sufrimiento, pero planteando una esperanza basada en el poder curativo del arte, de la belleza. Hay muchos elementos en esta novela que recuerdan a aquel otro libro del autor en el que nos contaba la vida de la pintora Charlotte Solomon, otra mujer que se refugió en el Arte para enfrentar el horror del mundo. Y Foenkinos nos hace creer en ambos casos que la salvación siempre se debe buscar en lo sublime, en lo que nos hace humanos por encima de lo material.
sábado, 4 de marzo de 2023
Retratarte. Cuando cada mirada es una historia
"Gracias por pararos un rato; al final, el alma de un cuadro sólo se puede captar si luego va a haber alguien enfrente para observar."
viernes, 23 de abril de 2021
Emocionarte. La doble vida de los cuadros
Carlos del Amor es un personaje ampliamente conocido por su trabajo como periodista a cargo de la sección de cultura en TVE. Con su estilo peculiar sumamente atractivo de presentar sus crónicas, con ese lenguaje suyo cargado siempre de poesía y emoción ha conquistado a buena parte de la audiencia, pero también es autor de un par de novelas de las cuales no dudo en recomendar "El año sin verano".
Ahora, aprovechando su cercanía cotidiana con el mundo del Arte gracias a su trabajo, ha publicado este "Emocionarte. La doble vida de los cuadros" con el que ha ganado además el premio Espasa 2020. En esta obra el autor reúne un conjunto de grandes obras de la pintura internacional de todos los tiempos, no siempre necesariamente las más populares o las piezas cumbre de cada autor, sino aquellas que le transmiten algo especial y sobre las que deposita su mirada llena sensibilidad e imaginación. Lleno de información certera y curiosa, el libro nos descubre nuevos aspectos sobre muchas de las obras y sus autores. En cada cuadro se fija no sólo en lo que muestran sino también lo que esconden; nos acerca a la historia que hay detrás de su creación, anécdotas o sucesos reales que sucedieron en torno al pintor y también a sus modelos e incluso los restauradores de sus obras. Pero también nos ofrece breves historias inventada en las que nos cuenta lo que pudo ocurrir tras el lienzo. Su fantasía le permite crear las historias que podrían haber sido, la historia privada de sus protagonistas, las circunstancias en que el autor los pintó o lo que sentían sus personajes.
"Un cuadro no se acaba en lo que encierra su marco, un cuadro vive antes y después de que lo miremos (...) Cada cuadro es un cuento, una novela, un relato, y eso he pretendido reflejar en estas paginas: romper el marco y expandir el lienzo hasta donde sea posible."
Los artículos que componen el libro nos permiten entrar en la intimidad de los autores como ocurre con "La callejuela" de Vermeer, con el "Interior en la calle Strand" de Hammershøi o el autorretrato de Rembrandt, descubrir figuras femeninas de la pintura tan sorprendentes como las de Ángeles Santos, Suzanne Valadon, Rosa Bonheur, María Blanchard o la gran Sofonisba Anguissola ya anciana retratada por un joven van Dick, compartir terraza con Dalí, ventana con Picasso, comprobar la obsesión de Antonio López por la luz o encontrar después de siglos una gran ballena varada bajo capas de pintura, además de redescubrir obras con gran simbolismo como el "Gótico americano" de Grant Wood o "El abrazo" de Genovés o joyas de Hopper, Turner, Velázquez o De la Tour.
Y además de todo eso, de cada pieza sacamos un hilo del que seguir tirando y que nos lleva a revisar otras obras de cada pintor, que nos lo relaciona con otros artistas, con su época, con el mundo en el que vivieron, con sus fuentes de inspiración, su evolución como personas y como creadores. Es por eso que este libro no se termina en sí mismo sino que es una puerta abierta de par en par al mundo de la pintura, una oportunidad de volver a mirar los cuadros de otra manera y descubrir en ellos cosas siempre nuevas y diferentes a lo que habíamos visto hasta ahora.
"No hay cuadro pequeño: hay cuadros que nos gustan o no nos gustan y hay cuadros que nos pueden gustar después de comprenderlos, porque alguien nos los descifra, o bien porque construimos nosotros su propia historia."
viernes, 1 de junio de 2018
Rezar por Miguel Ángel
Acompañamos a Miguel Ángel cuando entra por primera vez en Roma en 1492 dispuesto a trabajar para el cardenal Riario y descubrimos con él los monumentos y las calles así como el ambiente de la primera ciudad del mundo, de la Ciudad Eterna, donde pronto triunfará y alcanzará fama y prestigio el genial escultor a pesar de su juventud. El Papa Borgia Alejandro VI, seguido de Julio II della Rovere le encargarán sus grandes obras. Otros Papas vendrán: León X, el breve Adriano VI, otro Médici de nombre Clemente VII... unos más proclives a Michelangelo que otros, pero el genio no dejó de crear, ora en Roma, ora en Florencia, su inmortal obra, bien a las órdenes de los Papas, bien en su ciudad natal bajo la protección de las grandes familias florentinas.
Otro elemento interesante que muestra la novela es la rivalidad encarnizada con Leonardo da Vinci, el exitoso y brillante genio que supone el contrapunto del joven y hosco Michelangelo que tampoco congeniará con Bramante, el arquitecto papal que reconstruye la basílica de San Pedro mientras que el florentino decora la capilla Sixtina ni con el joven Rafael Sanzio que, a pesar de todo, lo admira sin límites. Igualmente mantendrá por años una enemistad manifiesta con el escultor Torrigiano desde que, siendo muy jóvenes, se enfrentaran en el jardín de la Academia donde ambos se formaban. Pero a pesar de su conocido mal carácter, reflejado en su moto cotidiano: «Desde que amanece estamos obligados a pensar: hoy me encontraré con un indiscreto, un ingrato, un insolente, un envidioso y un egoísta», Michelangelo contará con unos pocos amigos como Giuliano da Sangallo o Nicolò Macchiaveli e igualmente sentirá afinidad con Copernico, cuyas teorías enfrentan ciencia y religión y están cerca de la concepción del mundo que defendía el florentino. Y es que el paso de la idea antropocéntrica según la cual el hombre, como criatura predilecta del Dios creador, es la medida de todo, se opone a los descubrimientos que la observación del cielo y los astros le proporcionan al astrónomo polaco según los cuales todo gira en torno al sol, el hombre deja de ser el centro del universo, idea que no agrada a los dirigentes de la Iglesia
En paralelo con el relato principal, vemos como en 1573, diez años después de la muerte del genio, las dudas sobre la posible condición herética de Michelangelo y, por consiguiente, de toda su sublime obra recorren Roma y empañan su valor artístico. Figuras como Giogio Vasari, escultor y biógrafo de artistas, el Papa Gregorio XIII, el cardenal Gulli o monseñor Carlo Borromeo son algunos de los que analizarán con ojo crítico la obra dejada por el florentino en busca de símbolos ocultos o señales conspirativas que indiquen su distanciamiento e incluso oposición a los dogmas de la iglesia. Los temores de que en sus pinturas se oculten mensajes heréticos ponen en riesgo la misma subsistencia de la monumental capilla Sixtina.
miércoles, 22 de noviembre de 2017
El pintor de Flandes
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"La degollación de San Juan Bautista y el banquete de Herodes" Museo del Prado de Madrid |
miércoles, 13 de septiembre de 2017
Azul de medianoche
jueves, 17 de julio de 2014
El cuarteto de Whitechapel
Y ya entrando en el argumento, nos encontramos con nuestro protagonista: bajo la aparente normalidad de un joven español con aspiraciones literarias que trabaja de guía del terror en el barrio londinense de Whitechapel siguiendo los rastros de Jack el Destripador, mientras avanza a duras penas en la escritura de una novela que se le resiste, Ikatz Santaella nos va contando en primera persona los acontecimientos que conforman esta historia, aunque a pesar de contar con su testimonio de primera mano no por ello acabamos de conocerlo del todo. A lo largo del relato vamos a ir descubriendo poco a poco su extraño carácter e inusuales hábitos, tales como que engulle papel con gran deleite a la vez que alterna periodos de ayuno absoluto con atracones compulsivos frente a la nevera, que convive con el fantasma del mismísimo Borges con el que dialoga incansablemente o que persigue furtivamente a mujeres por los parques de la ciudad. Le conocemos una novia argentina, Paula, con la que comparte piso y que está deseando despuntar como artista en un entorno en el que ya todo está inventado en lo que al Arte se refiere y por ello cualquier instalación, por absurda que parezca, cualquier actuación que lleve el apelativo de arte rompedor o anti-arte o nuevo arte es aplaudido y ensalzado; ya no vale cualquier cosa para triunfar, hay que dar la nota y hacerlo por todo lo alto. Así que cuando comienzan a darse una serie de suicidios de presuntos artistas radicales retransmitidos en directo a todo lo largo del planeta, ya no hay duda de que estamos ante la manifestación última y extrema de la expresión artística y Paula así lo reconoce y en ello se inspira.
Pero otros crímenes más cercanos se mezclan con aquellas muertes: un supuesto imitador de Jack el Destripador está sembrando Londres de cadáveres y estos, desgraciadamente, aparecen siempre demasiado cerca del infortunado Ikatz, ¿casualidad o algo más? Y rodeando al protagonista nos encontramos a unos personajes de lo más variopinto y extravagante comenzando por su mejor amigo, Xavi, conductor de limusinas y obsesionado con el sexo, los caseros y protectores de Ikatz, una pareja de ingleses propietarios de una librería de libros antiguos interesados en las investigaciones de los crímenes y en descifrar lo que ocultan los suicidios televisados, toda una pléyade de artistas alternativos y excéntricos, un padre y un "suegro" con los que las relaciones no son precisamente fáciles, todos ellos configuran el entorno en el que se mueve nuestro protagonista. Toda esta mezcla de pintorescos personajes, crímenes sin sentido y algo de comedia negra incluso, ambientada entre el Londres de los turistas en bermudas, los círculos artísticos de las vanguardias extremas y el contraste con la Inglaterra más tradicional, da como resultado una novela en la que todo es posible, la lógica y lo irracional andan parejos, cualquier conclusión a la que se acabe dirigiendo la historia te parece posible. Por ello, cuando nos encontramos en las manos con un final abierto y con todos los elementos que nos han ido proporcionando a lo largo de la novela, no nos queda más que imaginar, aún sin desear que así sea, cuál es la culminación de esta historia. Y tal vez no sea la que desearíamos.
Al hilo de la trama, además, el libro nos plantea diversas reflexiones incómodas, comenzando por preguntarnos qué es el arte, si cualquier cosa vale como expresión artística o si nos encontramos más bien ente todo un mundo de engaño frente a eso que llaman Arte Contemporáneo o Postmodernidad. Y podemos reflexionar también sobre el insaciable gusto por el morbo por parte del público, del que todos formamos parte al final; sobre la persecución del éxito por el éxito, sin importar los medios para alcanza la fama, la cultura de la vida convertida en espectáculo, la banalización de todo, en especial de la muerte ante la que nos volvemos insensibles de tanto contemplarla, además de una nueva visión de las causas de los atentados del 11S que, aunque sabemos que irreal, no nos cuesta imaginar como posible después de haberlo visto todo o casi todo ya en la televisión.
En fin, una novela que no te deja indiferente, que te remueve por dentro y que te hace descubrir que aún queda gente por ahí con buenas historias que contar y que, además, sabe contarlas bien.
viernes, 11 de julio de 2014
El jilguero
Huérfano y sin nadie a quien recurrir, rechazado por su abuelo y con su padre en paradero desconocido es acogido temporalmente por la familia de su compañero de colegio Andy Barbour, una familia acomodada, culta, aunque algo excéntrica. Al tiempo, se atreve a ponerse en contacto con Hobie, el socio del anciano que falleció en el museo y conoce también a su sobrina Pippa que también ha sobrevivido a la explosión aunque con graves secuelas. Las cosas parecen ir enderezándose hasta que aparece por sorpresa, después de años sin dar señales de vida, el padre del chico que lo reclama y se lo lleva a Las Vegas, con intención en realidad de beneficiarse de la gestión del fondo que su madre ha dejado para Theo.
De las calles de Manhattan y su ambiente de toda la vida el chico se ve transportado al inhóspito desierto de Nevada a donde le acompaña siempre bien oculto el cuadro del que nunca se separa. Las Vegas son lo más parecido al infierno para Theodore. Supuestamente se encuentra a cargo de su padre y la novia de este, pero ellos se dedican básicamente a buscarse la vida entre los casinos, las apuestas y demás asuntos turbios donde no tiene cabida el ocuparse de un niño. Theo está más solo que nunca, falta a la escuela, conoce a Boris un muchacho de origen ucraniano y naturaleza salvaje, más abandonado todavía que Theo porque, a pesar de tener padre, jamás conoció el amor. Ambos chicos pasan los días entre borracheras, colocones de pegamento y viendo películas en la televisión, en un barrio deshabitado a las afueras donde no llega ni el transporte público ni los repartidores de pizza.
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El Jilguero de Carel Fabritius |
jueves, 5 de junio de 2014
El robo de la Mona Lisa
La novela está extraordinariamente bien ambientada en el París de los primeros años del siglo XX, en la vorágine que suponen los grandes avances de que está siendo testigo el mundo y que están llenando las calles de vehículos a motor, de monumentos como la Torre Eiffel que superan la imaginación de los más atrevidos, la construcción de metropolitano que corre bajo el suelo de la ciudad de la luz a la cual acuden miles de turistas atraídos por las grandes obras maestras del Louvre y ansiosos por disfrutar de las innumerables bellezas artísticas que allí se atesoran y, si acaso, volverse a casa con alguna de las reproducciones que de ellas se ofrecen de mano de los artistas que pueblan las orillas del Sena. Pero algunos apasionados del arte desean ir más allá y no se conforman con buenas reproducciones, son aquellos potentados cuyo mayor placer consiste en hacerse con las obras maestras originales y disfrutar de ellas en el secreto de sus grandes mansiones, aunque no sea posible compartir ese placer con nadie más, dado el origen ilícito de dichas adquisiciones. Y ahí es donde entra en juego el argentino Eduardo Valfierno, un astuto timador de guante blanco oculto tras la fachada de marchante de arte, especializado en falsificaciones y que desarrolla un método por el cual hace creer a sus clientes que se encuentran en posesión de las obras originales, cuando lo que se llevan a casa a cambio de una importantísima cantidad de dinero no son sino buenas copias. Pero en esta ocasión el golpe debe ser definitivo: robarán la auténtica Gioconda y posteriormente, tras timar simultaneamente a un puñado de ricos norteamericanos haciéndoles creer a cada uno de ellos que la suya es la original, la hará reaparecer para devolverla su lugar de origen ... de no ser que a posteriori no sea tan fácil distinguir el original de las soberbias copias que de la obra maestra se realizarán.
Acompañado de un puñado de buscavidas de distinto pelaje y con la ayuda de un ex-trabajador del museo de origen italiano al que engañan con la excusa de devolver a su patria la obra maestra del arte renacentista, Valfierno proyecta un enrevesado plan en el que muchos factores se han de conjugar correctamente para que todo salga como estaba previsto y esto no siempre es fácil. Nos encontramos, de este modo, ante una novela animadísima, con un aire fascinante de un mundo lleno de lujo y riqueza, de pasión por el arte, de artistas callejeros y grandes talentos de la pintura que viven de copiar a los grandes maestros, incluyendo un "cameo" ficticio del genial Picasso como joven artista todavía desconocido pero ya destacando como futuro genio y una trama de novela policial con toques de novela histórica y mucho entretenimiento que garantiza unas horas intensas de buena lectura.
jueves, 8 de mayo de 2014
La agonía y el éxtasis
En ese ambiente se mueve el joven Miguel Ángel, quien, a pesar de que su padre se avergüence de tener un hijo "picapedrero" como él, sabe desde muy pronto que su pasión por la escultura es más fuerte que toda la racionalidad y las ambiciones paternas y que no se podrá ganar nuca la vida en nada que no tenga que ver con el arte. Su habilidad con el dibujo le llevan a trabajar en el taller de pintura de Ghirlandaio como aprendiz y de allí pasa al taller de escultura del palacio de los Médici a las órdenes de Bertoldo, hasta que su extraordinaria capacidad le lleva a ser invitado por el propio Lorenzo de Medici a pasar a residir con la familia y a disponer de los medios necesarios para esculpir por fin en mármol, la gran aspiración del jovencísimo artista. Tras una breve estancia en Bolonia llega finalmente a Roma donde realizará sus mayores obras, tanto en escultura como en pintura y arquitectura a las órdenes de los numerosos papas que irán sucediéndose en el Vaticano a lo largo de su larga vida.
miércoles, 5 de febrero de 2014
Azul Vermeer
viernes, 12 de abril de 2013
El maestro del Prado
El argumento de la novela se nos presenta como una experiencia real del propio autor, que no es necesario creer que sea cierta pero que, sin duda, funciona como técnica para acercarnos la historia de una forma más personal, realmente nos convencemos de que lo que nos cuenta es algo que en verdad le ocurrió. De este modo el autor nos cuenta en primera persona su encuentro casual en el madrileño museo de El Prado, en su época de estudiante universitario, con un misterioso individuo, el doctor Fovel, erudito del arte y otras disciplinas, que le embarcará en una emocionante aventura en torno a los secretos ocultos en diversas obras de arte de dicho museo y que le abrirá al joven estudiante de Periodismo los ojos a todo un mundo de mensajes esotéricos llenos de significados ocultos en el que irá profundizando a lo largo de varios encuentros que se suceden entre los dos personajes, siempre en el interior de la pinacoteca y frente a sus más impresionantes obras. Toda la acción se enmarca en el espacio temporal de los apasionantes años 90 en Madrid, en el entorno universitario, con los conflictos internacionales en plena ebullición, donde el aspirante a periodista se debate entre el interés por seguir los hechos de la más rabiosa actualidad internacional y el deseo de zambullirse en los secretos más arcanos que ocultan las grandes obras de arte del Renacimiento. Da Vinci, Rafael, Boticelli, Tizziano, los grandes maestros pasean ante nuestros ojos y nos dejan ver sus significados más ocultos gracias a la guía del doctor Fovel.
Y es que este libro me ha conquistado sin necesidad de entrar a creer en la parte más esotérica de lo que nos desvela la novela a la que podemos considerar como una nueva revisitación de tantos misterios que ya son "clásicos" en este tipo de literatura y que hemos encontrado repetidos hasta la extenuación en numerosas novelas anteriores que tratan de profundizar en los (supuestos) significados ocultos de los Evangelios, en la existencia de los cátaros, la conservación del santo cáliz, las sectas milenaristas... y es que junto con esta faceta de la novela, su lectura me ha proporcionado el placer de disfrutar en otro plano diferente como es el que se refiere a la oportunidad de poder acercarme a grandes obras maestras de la pintura cuyas ilustraciones (acertadísima idea) acompañan el texto; me ha permitido reflexionar sobre los cuadros, de ver detalles antes invisibles para mí por desconocimiento. Y aún sin caer rendida ante las supuestas verdades que se esconden tras los elementos esotéricos, igualmente he gozado de ese paseo por el Arte con mayúsculas. Igualmente me ha quedado claro que no es posible hoy día llegar al fondo de la verdadera intención que guiaba a aquellos pintores de hace cientos de años antes pintaron aquellas maravillas, no sabemos si sólo con intención de ensalzar a Dios o si realmente pretendían exponer otras verdades ocultas o transmitir mensajes misteriosos que sólo comprenderán unos pocos iniciados en tales materias. Así y todo, entiendo que son unos temas tan cargados de secretos que seguirán apareciendo en otras novelas y continuarán despertando nuestro interés por mucho que no lleguemos nunca a conocer la verdad de muchos de ellos.
De todas las maneras acepto que todo es posible, que cada uno verá los cuadros con sus propios ojos y cada uno recibirá de ellos un mensaje diferente porque es innegable que las obras analizadas en esta novela resultan mágicas más allá de su mera ejecución formal y que son algo más que lienzo y pigmentos. Probablemente oculten toda una serie de claves en cuya interpretación intervienen miles de años de cultura, religión, filosofía y nos acercan a asuntos tan fascinantes como la presencia de los ángeles entre nosotros o las innumerables profecías que, durante siglos, la sociedad occidental se ha esforzado por interpretar y situar en función de hechos históricos reales…. Agradezco a Javier Sierra que nos proporcione en esta novela tanto materia sobre el que reflexionar en torno a tan variados temas, sin dejar de entretenernos magistralmente con su fresca y ágil escritura, que no pierde el ritmo en ningún momento.
sábado, 31 de marzo de 2012
Todo cuanto amé

Y lo cierto es que el ambiente, el entorno en el que trascurre “Todo cuanto amé” no nos es extraño a los lectores habituales de Auster: todo (o casi todo) ocurre en Nueva York en torno a unos personajes que pertenecen mayoritariamente al mundo universitario, de la cultura y el arte. La historia se centra en dos amigos, en dos familias: la de Leo Hertzberg, profesor universitario de Historia del Arte y la de Bill Wechsler, pintor de éxito creciente. Ambos se conocen a raíz de la compra de un cuadro y a partir de ahí su amistad se desarrollará a lo largo de varias décadas en las que compartirán buenos y malos momentos, crisis matrimoniales, el nacimiento de sus hijos, una vida entera de vivencias de todo tipo. Al arrancar el libro Leo rememora estos años y los hechos más destacados y que más les marcaron a todos los que los vivieron.
Uno de los pilares sobre los que descansa el libro es acercamiento al mundo del arte: las reflexiones sobre la obra de arte en sí y todo lo que supone su comercialización. Con mucha frecuencia el relato se adentra en el proceso de creación artística, abundan los pasajes en que se describen obras, tanto pictóricas como de ensayo, poemas o instalaciones que nos aproximan al proceso creativo y al análisis de la obra terminada. Se aprecia el profundo conocimiento de la autora de las tendencias y figuras más destacadas del arte y la cultura norteamericanas de los últimos decenios a través de las abundantes referencias que jalonan el texto. Al hilo de este mundo, también se nos presenta la transformación que entre los 70s y los 80s sufrieron los barrios del centro de Nueva York, el surgimiento del SoHo, la revalorización de los antiguos almacenes convertidos en lofts, frecuentamos las zonas donde conviven artistas y jóvenes adinerados, críticos y aspirantes a estrellas, viejos fracasados y jóvenes sin aspiraciones de futuro.
Pero la historia que se cuenta es, fundamentalmente, la vida de unas personas, los temas básicos sobre los que se estructura el argumento de la novela son la amistad y el matrimonio, la familia, el peso de los recuerdos y la herencia histórica y sentimental recibida de nuestros mayores. Se reflexiona sobre la vida y la muerte, sobre el paso del tiempo y sus efectos, sobre los recuerdos y los proyectos cumplidos o no. Y sobre todo se habla de la paternidad: el papel de los hijos en la vida de las personas, como todo cambia cuando se es padre, las expectativas que se crean ante el futuro, la imagen prediseñada que en ocasiones nos creamos sobre el adulto en que se convertirá algún día el niño de hoy y su confrontación con la realidad, la asunción como propios de los fracasos y los éxitos de los hijos.
Destacaría de la autora su exquisita sensibilidad para narrar hechos dramáticos y describir el dolor más intenso con una extrema delicadeza. Ni siquiera el hecho de que la voz del narrador sea masculina aparta a la autora de lograr ese fin. A lo largo de la novela se suceden algunos hechos trágicos que se cuentan sin caer en ningún momento en la sensiblería, sin forzar escenas conmovedoras. El relato no es apasionado sino que mantiene un tono de absoluta racionalidad: conocemos al detalle los pensamientos y sentimientos de los personajes a partir de la detallada observación de la realidad que incluye tanto lo material como lo sensorial: los comportamientos y las relaciones personales, las motivaciones de sus acciones y reacciones están plasmadas tratando de profundizar en la mente y el alma humanas. Pero todo esto no es obstáculo para que entendamos el dolor de los personajes. Se nos permite asomarnos a lo más profundo de su ser y entender así sus corazón y su sufrimiento. Una forma de contar la realidad que me ha gustado mucho y me hace anotarme a Siri Hustvedt como una autora a seguir.
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Guías del Museo del Prado

