lunes, 15 de septiembre de 2025

La presa

Irène Nemirovsky, la gran  retratista de la sociedad francesa de principios del siglo XX, nos ofrece en "La presa" la historia del joven Jean-Luc Daguerne, un estudiante de la Sorbona enamorado por primera vez. Él procede de una familia empobrecida de la que desea alejarse para emprender su vida independiente mientras que Édith Sarlat, su enamorada, es la hija de un rico banquero. Desean empezar una vida juntos aunque, a pesar de la formación universitaria, el esfuerzo de Jean-Luc no le reporta sino un trabajo precario que no le permite estar a la altura de las expectativas de la familia Sarlat que, por otra parte, ya ha acordado el compromiso de Édith con un rico heredero. Sintiéndose engañado, Jean-Luc desea hacerle pagar a Édith su traición. Logrará reconquistarla y casarse con ella no por amor sino para consumar su venganza; se introducirá, aunque sea por la puerta de atrás, en el mundo del poder, de los buenos contacto y el dinero al que no pertenece por derecho. Con la valentía del que no tiene nada que perder y cargado de ambición, maquinará para ganarse los favores de un poderoso político y ascender socialmente a la sombra de éste.

La acción transcurre en el París de los años 30 en medio de una gran crisis económica que da lugar a grandes diferencias sociales. Con la habitual mirada introspectiva a lo más profundo de la psicología de los personajes junto a su tono reposado, descriptivo y reflexivo, la Nemirovsky  logra además trasladarnos eficazmente las emociones más violentas: la ira, y la rabia que generan las desigualdades y la pobreza, el odio, la vanidad y la mezquindad humanas que en este caso acaban triunfando sobre cualquier virtud. Este retrato de un mundo de codicia y traiciones no es para nada una fábula donde vence el bien sobre el mal, en absoluto; es una historia amarga y sombría de ambición y fracaso sin ningún destello de esperanza.

"Te pasas la vida luchando, sin aliento, desesperándote... -se decía-. Crees que has vencido, pero todas las humillaciones, todos los fracasos, todos los desengaños, todos los desastres se quedan dentro de ti, esperando, y un día vuelven a emerger y te ahogan, como si la debilidad del niño sobreviviera en el corazón del hombre, lista para vencerlo, para derribarlo."

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