domingo, 29 de junio de 2025

Melina

Juan Ramón Lucas se ha inspirado en los recuerdos de su propia madre para escribir esta novela, "Melina", donde se nos presenta a una protagonista, Amelia Fernández Agüeros, una niña nacida en Entrearroyos, pueblo asturiano cercano a Mieres, en la cuenca minera del Río Caudal; hija de un carpintero, Pepín Fernández, socialista y sindicalista que creyó que la revolución era una posiblidad cuando los mineros se alzaron en la revuelta del 34 que sería duramente sofocada; luchó después en la guerra civil y le tocó en la dura posguerra sufrir la persecución por ser del bando perdedor.

Melina fue una cría alegre y despierta, de tez oscura, la Negrona, la llamaba su padre que no se alegró de su nacimiento y nunca le mostró afecto. Pronto Melina muestra interés por la lectura y va contenta a la escuela, animada por doña Lucrecia, su maestra, que confía en la viva inteligencia de su alumna y su deseo de aprender. La novela nos retrata el ambiente de aquellos pueblos asturianos donde el polvo negro de la mina lo cubre todo y las sirenas de los pozos marcan el ritmo diario. Melina crecerá observando a algunas mujeres que, como su propia madre y su tía Lita, tienen por fuerza que aprender a vivir sin depender de la ayuda de un hombre durante largos periodos de escasez y ausencias; de ellas aprende a coser y ocuparse de la casa. También aprenderá con Adela, una de las guisanderas de la zona, mujeres que cocinan para grandes grupos o celebraciones, que transmite con agrado a Melina sus secretos sobre las artes culinarias así como sus conocimientos sobre plantas y remedios naturales.

La vida llevará a Melina a emigrar a América donde espera encontrar una libertad y un futuro esperanzador que en su país, sometido a la dictadura de Franco, no se adivina en el horizonte. Acabará regresando a su tierra y regentando una exitosa casa de comidas.

Esta es una historia sobre la fuerza y el coraje de las mujeres, sobre la lucha por la libertad, la justicia y la igualdad encarnada en la figura de Clara Campoamor que se cruza en la vida de Melina en su destierro en Argentina. Pero sobre todo es el homenaje del autor a su madre, a la joven que se atrevió a tomar las riendas de su vida, inspirada por las mujeres fuertes e independientes que marcaron su formación.

"Aprendí hace tiempo a hacer lo que hay que hacer, a vivir sin pedir permiso y procurando no arrepentirme. Disfrutar cuando las cosas salen bien y aprender cuando salen mal."

"Has decidido ser fuerte, no someterte; vivir por ti. Y eso asusta, claro que sí. Pero ese temor te va a acompañar siempre. A los diecinueve y a los cuarenta y tres. Incluso cuando estés con un hombre —pareció pensarse sus palabras un instante, y continuó—. Sobre todo cuando estés con un hombre: no someterse es un extravagante y carísimo ejercicio."

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