Los dos lados

"Los dos lados" es la primeras entregas de una serie de novelas policiacas iniciada por la escritora madrileña de origen alemán Teresa Cardona, una autora que, curiosamente, ya ha triunfado previamente en Francia gracias a sus libros publicados bajo el seudónimo de Èric Todenne. Su primera novela publicada en castellano es un buen ejemplo de género negro donde la trama de la investigación no es sino un recurso para contar historias humanas y reflexionar sobre asuntos que nos interesan a todos.

El argumento se inicia cuando un hombre aparece asesinado en el sótano de una vivienda en San Lorenzo, el pueblo donde se encuentra el monasterio de El Escorial y donde la teniente de la Guardia Civil Karen Blecker lleva poco tiempo destinada, procedente de La Haya donde ha trabajado para Europol. Con la colaboración de su compañero, el joven brigada Cano, Karen realizarán las pesquisas necesarias para descubrir, para empezar, la identidad de la víctima y desvelar a continuación el responsable de su muerte. Durante su investigación, anos investigadores recorren el pueblo y los alrededores de Él Escorial, descubriendo la pequeña población y a algunos de sus vecinos que se conocen desde siempre, donde no es fácil mantener un secreto, así como a los propietarios de las numerosas viviendas vacacionales que, aunque durante muchos años y desde varias generaciones han pasado sus veranos en San Lorenzo, siguen manteniendo las distancias con los lugareños con los cuales suelen establecer una relación de superioridad.

La acción se alterna con unos hechos ocurridos veinticinco años antes, durante el verano de 1989 en el mismo pueblo entre unos personajes cuya historia tardará algún tiempo en establecer conexión con la investigación del presente pero que acabará dando respuesta a todos los interrogantes del caso. Veraneantes y locales se mezclan en las calles del pueblo como en el caso de Rafa, un joven estudiante que dedica las vacaciones a trabajar en el club de golf y como profesor particular para costearse los estudios. Si bien al comienzo Rafa parece un chico estupendo, simpático y cariñoso, además de muy atractivo, lo que le granjea un buen número de admiradoras, poco a poco su figura se irá ensombreciendo cuando vaya asomando un lado oscuro insospechado. Pero también se irá convirtiendo en un personaje fascinante por su retorcida personalidad.

Como uno de los personajes dice, "la verdad siempre tiene dos lados" y eso se comprueba teóricamente en esta novela protagonizada por guardias civiles donde se plantean numerosos debates morales sobre asuntos como la violencia del Estado durante los años de plomo del terrorismo vasco, lo moralmente aceptable frente a la legalidad, la validez del sistema judicial, si el fin justifica los medios, la reinserción, la reducción de penas, el enfrentamiento, en definitiva, entre lo justo y la justicia. Unas reflexiones que atraviesa toda la novela y se relaciona tanto con los episodios del pasado como también llega hasta el tiempo presente.

"De vivir cada día sin saber si es el último, de montarte en el coche y hacer la señal de la cruz, de mirar con un espejo debajo de cada coche en que te montas, de andar por la calle mirando todas las ventanas. De salir de tu casa, besar a la mujer y los críos y preguntarte si esa es la última vez. En fin, qué les voy a decir que no sepan…"