viernes, 15 de octubre de 2021

Normas de cortesía

Descubrí a Amor Towles con su maravillosa novela "Un caballero en Moscú", retrato del fin de una época a través de un protagonista que me conquistó el corazón, tras lo cual me propuse seguirle la pista a este interesante autor norteamericano, lo que me ha llevado, como primera parada, hasta "Normas de cortesía", novela en la que se nos cuenta un año en la vida de Kate Kontent, una joven de origen ruso, norteamericana de primera generación que trabaja como secretaria en una firma de abogados en Nueva York y se divierte saliendo con su amiga Eve tanto como puede. En la Nochevieja 1938 conocen a Tinker Grey, un joven y atractivo banquer con el que pronto traban una gran amistad. Los jóvenes se divierten en el Manhattan vibrante y lleno de posibilidades de los años 30, recién salidos de la crisis provocada por el crack del 29 y que aún no prevé la gran Depresión que se avecina y que supondrá la caída en desgracia de Tinker así como de gran parte de la economía del país. Mientras que Europa se recupera de una guerra y en España ruge otra, los norteamericanos viven una época de esplendor transitorio y más en la gran ciudad siempre en ebullición donde el ambiente se vive desde los bares a los hoteles de lujo, de las carreras de caballos y las noches interminables de fiesta. Es en este entorno en el que se mueven las chicas protagonistas, esas que desean conquistar su independencia económica a través de una carrera profesional pero que no por ello se privan de codearse con las clases más ricas, profesionales del negocio financiero y jóvenes estudiantes de familias acomodadas y sueñan con participar de su mundo de comodidades sin tener que preocuparse por poder pagar la renta o tener dinero extra para otra botella de champán. Kate descubrirá que la élite de club de campo y casa en los Hamptons, aquellos que llegan más alto en la sociedad, tienen sus propias reglas de conducta, una ética propia, sus normas de cortesía aplicadas a la lucha cotidiana en la selva de la gran ciudad y no sólo hay que conocerlas sino también ser hábil aplicándolas.

Nueva York se presenta en esta novela como una realidad poliédrica, una ciudad de contrastes, como los que se dan entre los descendientes de familias de abolengo y los inmigrantes y sus hijos ya nacidos allí, como ocurre con la familia de la propia Kate, los padres que llegaron desde Europa huyendo de la guerra y la pobreza, y sus hijos que ya se encuentran totalmente integrados, trabajando muchas veces como empleados en oficinas al servicio de los más ricos. Pero esas diferencias sociales con frecuencia se disuelven cuando todos se mezclan en las salas de fiesta, en los comedores del hotel Plaza o en los locales de jazz del Village. 

Con un estilo fresco y cautivante, Towles nos retrata todo ese mundo a través de los ojos de una protagonista que resulta encantadora y que, a pesar de moverse entre lo más frívolo de la sociedad, no es en absoluto superficial. Kate es sobre todo una mujer trabajadora y culta que lee con ferocidad, desde los clásicos griegos a Dickens o Agatha Christie, pasando por Hemingway, los grandes genios rusos o Withman, lo que se refleja a todo lo largo de la novela en numerosas de citas y referencias con los que la joven describe el mundo que se abre ante sus ojos a través de las palabras de los más grandes autores de la Literatura. La de Towles es una brillante recreación de una época dorada de Manhattan llena de glamour, encanto y música de jazz como fondo musical. 

2 comentarios:

  1. Pues no conocía esta novela ni a su autor. Tomo buena nota que me ha llamado la atención.
    Besotes!!!

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    1. Apúntatelo! No lo dudes. Un caballero en Moscú es pura maravilla. Ya lo verás.
      Saludos.

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