Las dos amigas son extranjeras en París pero a pesar de ello disfrutan de la vida de la ciudad y sus más sofisticados placeres: sus restaurantes, el arte, los libros antiguos, la vida en las calles... Poco sabemos del pasado de la Princesa: que pasó la guerra en París y que posee una especial sensibilidad artística y menos aún conocemos de la verdadera relación que le unió al Librero, más allá de las lecturas y aficiones compartidas. En el relato no se cuentan hechos concretos ni se documentan con datos los episodios narrados, sino que más bien se evoca el espíritu del tiempo que compartieron en aquel País de los años sesenta.
Mary Ann Clark Bremer, fue una peculiar escritora que tras una vida azarosa llena de sucesos dramáticos se planteó una particular forma de escribir sobre su vida a través de breves obras autobiográficas que recogen distintos episodios o etapas vividas en diferentes países y momentos, como es el caso de esta obra y también de "Una biblioteca de verano" que ya disfruté hace algún tiempo. Una manera diferente y original de dejar constancia de una existencia y de su manera de situarse en el mundo.
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