viernes, 20 de enero de 2023

Los colores del incendio

Tras la magnífica novela  "Nos vemos allí arriba", Pierre Lemaitre continua con "Los colores del incendio" su trilogía histórica de Los hijos del desastre, ambientada en la Francia del periodo de entreguerras. Tengo la sensación de que esta segunda novela supera a su antecesora en complejidad y profundidad de los personajes, lo que ya era difícil pero, para gran fortuna de sus lectores, Lemaitre ha logrado superarse a sí mismo una vez más.

Nos reencontramos con personajes que ya aparecieron en la anterior entrega pero que ahora cobran un protagonismo con el que no contaron antes. A la muerte del banquero Pèricourt, todo su entorno trata de adaptarse a las nuevas circunstancias. Su hija Madeleine es su principal heredera y debe quedar al mando de los negocios a pesar del drama sufrido por su hijo Paul, paralítico tras lanzarse desde el segundo piso de su vivienda el mismo día del funeral de su abuelo. A la hora de gestionar el banco, cuenta con Gustave Joubert, el que fue mano derecha de su padre y aspiraba a suceder a éste y hacerse dueño de su fortuna mediante un matrimonio que veía casi asegurado con Madeleine, hasta que esta le rechazó por su amante además de preceptor de su hijo Paul, André Delcourt, un don nadie con ínfulas de escritor. Enfrente tendrá a su tío Charles Péricourt, que ha forjado toda su carrera política gracias a la generosidad y las influencias de su hermano y ahora, acuciado por las deudas, confiaba en que la herencia de su hermano le favoreciera más de lo que en realidad lo ha hecho.

Como el narrador portentoso que es, Lemaitre ha logrado crear todo un universo propio con unos personajes de una personalidad bien definida y una profunda caracterización. Desde los detalles más superficiales a los más ocultos secretos del corazón humano, Lamaitre nos lleva a lo largo de esta novela por un retrato de la Francia de los años 30 destripando su sociedad, el inicio de la gran crisis financiera que acabaría con el sistema económico en vigor, la amenaza de una segunda guerra europea y la complejidad de la política de aquellos años, al tiempo que nos introduce en los más oscuros recovecos del alma de sus personajes: la avaricia, la envidia, el despecho, los más viles sentimientos y debilidades humanas desfilan por las páginas de esta historia plagada de traiciones, secretos, venganzas que se van tramando ante los ojos del lector, fortunas que se desmoronan y otras que se erigen sobre los despojos de los caídos. Ningún personaje es menor, ningún hilo argumental es de relleno, pero destaca por encima de todos el relato de una terrible venganza tramada con paciencia y detalle y llevada a cabo de manera implacable y meticulosa. Una novela magistral que, en mi opinión, eleva al autor francés a lo más alto del panorama de la literaria europea contemporánea.

2 comentarios:

  1. Tengo esta trilogía entre mis pendientes pero aún no me he animado. A ver si me pongo prontito con ella, que me dejas con ganas. Se nota que lo has disfrutado un montón.
    Besotes!!!

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  2. Me ha encantado, es cierto. Estoy deseando ponerme con la tercera parte. De verdad que Lemaitre está entre mis autores favoritos y cuanto más lo leo, más me gusta.
    Saludos.

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