domingo, 23 de junio de 2013

La reina descalza

Me ha costado bastante sentarme a escribir mi comentario sobre esta novela, al igual que me ha costado llevar adelante la lectura  del libro en sí. Tengo claro que "La reina descalza" de Ildefonso Falcones ha sido y sigue siendo uno de los éxitos editoriales y de público de este año, pero cuando una lectura se te atasca, cuando no conectas con la historia, no hay nada que hacer, ni aunque las listas de ventas y las críticas literarias te vengan a quitar la razón semana tras semana.

Sí que he de reconocer que hacia la mitad de la novela logré engancharme un tanto a la historia de la gitana Milagros Carmona, de su amiga la negra ex esclava Caridad y el resto de los personajes; este cambio de ritmo viene a coincidir con el traslado de  la acción a Madrid y el abandono de alguna manera del escenario de la gitanería de Sevilla y de los campos del sur de Portugal donde se centra el tráfico de tabaco al que se dedica el abuelo Carmona, pero tardé como trescientas paginas en coger soltura y leer con alegría, con lo que no puedo decir que esta novela pueda contarse entre mis recomendaciones de los últimos tiempos.

A pesar de todo esto, tengo que reconocer que el libro está muy bien escrito porque no voy a negar la destreza narrativa del autor que cuenta sus publicaciones por éxitos, lo que se cimenta en una base de calidad innegable. También es cierto que la novela cuenta una historia original por lo que se refiere a que entra en un tema interesante centrado en las vivencias de una joven gitana, por medio de la cual nos acercamos a la vida del resto de miembros de esta raza en la España del siglo XVIII que no era precisamente fácil: rechazados por la población en general, aferrados a sus costumbres y sus tradiciones, sin interés por acomodarse al estilo de vida de los payos ni por acatar su religión y sus leyes más que de cara a la galería, tuvieron enfrente las severas leyes del rey Fernando VI inspiradas por el Marqués de la Ensenada que se convertiría en el más severo perseguidor de este pueblo y que trató de eliminarlos de la faz de la península. Falcones es un narrador habilidoso que recrea una época y unos lugares que resultan verosímiles, cargado de documentación histórica y de datos interesantes. Y lo cierto es que los personajes que dibuja están llenos de pasión y vida, pero tal vez, para mi gusto, hay demasiada pasión en la novela, demasiado sufrimiento, demasiada ansia de venganza, demasiada violencia, luchas de familias, odios enconados que pasan de generación en generación....

Entiendo que todo lo que cuenta la novela es el reflejo de la época y del lugar en que transcurre la acción, que la vida en el barrio sevillano de Triana en la época descrita no sería precisamente un remanso de paz ni buenas maneras, pero son precisamente esos sentimientos tan exacerbados, esa lucha continua por la vida, huyendo de los enemigos, de los de su misma raza y su misma familia más incluso que de los extraños, esa búsqueda constante de la libertad y la paz, todo eso que probablemente sean lo que más atraiga a los lectores de esta novela, lo que les haga apasionarse con ella, es lo que me ha resultado totalmente agotador: el encontrarme imbuída en un mundo regido por tradiciones atávicas irracionales, la defensa de la honra, la venganza, la navaja siempre a mano, el ojo por ojo, todo ese ambiente en el que se mueve la joven Milagros, todos los sufrimientos y las humillaciones por los que pasan ella, su madre Ana Vega encarcelada, como tantas otras, por el mero hecho de ser gitana, su abuelo el viejo Melchor, la sumisa Caridad acostumbrada a años de esclavitud, tanto desgarro, tanto orgullo de raza, me han superado. Supongo que mi humor me pedía una novela más ligera y esta ha llegado en mal momento, cosa que siento, porque probablemente podría haberla disfrutado más en otras circunstancias.

6 comentarios:

  1. Creo que es la primera reseña un poquito negativa que leo de este libro. Así me sirve para bajarle expectativas. Aunque a este libro, a pesar de solo haber visto comentarios positivos, le tengo un poquito de miedo, que ya La mano de Fátima me costó mucho terminarlo.
    Besotes!!!

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  2. Yo fui incapaz de leer más de sesenta página de La mano de Fátima. De hecho no quisé tener en libro en casa y a quién me pidió llevárselo para leerlo se lo regalé. Con este me da una pereza empezar...

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  3. Lo que te ha pasado con este libro me pasó a mí con La mano de Fátima, que fue una tortura de libro. Por eso no me animé con La reina descalza, y aunque he ido viendo reseñas positivas, ahora sigo sin decidirme, y creo que lo voy a dejar pasar porque me temo que me pasará lo mismo que a ti.
    En fin, espero que la próxima lectura sea más amena!

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  4. A mi no me convenció el final de la novela, los hechos son un tanto increíbles.
    Pero por el tema de la intolerancia y el acercamiento de la cultura del pueblo gitano tiene su interés.
    El de "La mano de Fátima" no lo he leído, pero sí "La catedral del mar" que me gustó más.
    Un abrazo

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  5. Hola Inma, yo también leí y reseñé este libro hace unos meses y coincido plenamente con tu opinión. Yo tampoco conecté con esta novela y se me hizo larga. Es una pena, creo que la historia era buena pero quizás demasiado enrevesada.

    Un abrazo,
    http://enbuscademrdarcy.wordpress.com/2013/03/16/la-reina-descalza-de-ildefonso-falcones/

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  6. Me quedo más tranquila al comprobar que no soy la única a la que le ha costado engancharse a la novela. Y eso que me encantó La catedral del mar. Con La mano de Fátima creo que ni lo voy a intentar por ahora.
    Salydos.

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