miércoles, 17 de enero de 2024

Un crimen con clase

Pocas cosas pueden resultarme tan apetecibles en un libro como la mezcla misterio o crimen con una buena dosis de sentido del humor y eso es justamente lo que buscaba al emprender la lectura de "Un crimen con clase", una novela de la autora británica Julia Seales de la que he estado encontrando últimamente una buena cantidad de críticas positivas, con lo que ahí me lancé con toda la ilusión del mundo y debo ya decir que le lectura no me ha defraudado.

La protagonista de la novela es la señorita Beatrice Steele que vive en el pequeño pueblo inglés de Swampshire, sometida a las estrictas normas de decoro que corresponden a una joven de su clase. Sólo tiene una pasión oculta: adora los crímenes; nada la emociona tanto como descubrir los detalles más escabrosos, desvelar las pistas y terminar por resolver un asesinato. Su fascinación se alimenta de las noticias de prensa y los relatos de crónica negra que devora a escondidas de su familia, en especial de las columnas protagonizadas por sir Huxley, un detective dedicado al perseguir y desenmascarar asesinos que atemorizan a todo Londres.

La historia está contada con un tono divertido, no sólo por el gusto por las bromas macabras y en ocasiones de mal gusto del cabeza de familia, Stephen Steele, sino también por la manera en que el narrador ridiculiza las normas de comportamiento y buen gusto a las que se encuentran sometidas las mujeres de la zona o por la obsesión de la señora Steele por lograr un matrimonio ventajoso para sus tres hijas cueste lo que cueste. La que más posibilidades tieneb de casarse bien es la bella y bondadosa Louisa, mientras que Beatrice, con su interés por los libros y los crímenes y su inteligente ingenio, no está tan bien posicionada para atraer un buen partido. Y menos aún la pequeña Mary, una criatura hosca y bastante rarita en la que nadie repara demasiado.

Con ocasión del baile organizado en la mansión de los Ashbrook entre cuyos invitados se espera al señor Croaksworth, todo un partido para cualquier joven casadera, Beatrice tendrá una ocasión única para desplegar las dotes de detective que ha ido perfeccionando durante tanto tiempo y tantas lecturas, cuando un asesinato altere la paz de la mansión de los Ashbrook y todos los invitados alli presentes se conviertan en sospechosos del crimen.

El humor totalmente blanco es una constante en toda la novela con personajes y situaciones ridículas, conversaciones absurdas y un tono burlón y mordaz que se agradece y convierte esta historia de detectives clásica en una comedia con la que se me ha escapado más de una carcajada. Todo un acierto para el lector que busque una lectura de evasión sin más complicaciones.

2 comentarios:

  1. No me sonaba de nada. Este tipo de lecturas siempre viene bien, así que tomo buena nota.
    Besotes!!!

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    1. Es una lectura desenfadada y entretenida para cualquier momento que te apetezca algo ligero. Espero que la disfrutes.
      Saludos.

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