sábado, 9 de diciembre de 2023

Historias extraordinarias, destinos inesperados

Habitualmente me parece que tendemos a considerar que los escritores son algo así como unos seres especiales que nacen ya como tales, que no son personas como tú y yo, sino que es como si llevaran un cartel luminoso sobre sus cabezas que pone escritor y que vivien y se comportan y actúan como se supone que debe hacerlo un autor durante las veinticuatro horas del día. Pero luego resulta que a un amigo de la infancia le da por ponerse a escribir y te encuentras en las manos con un libro en cuya portada pone Álvaro Armada Cañas y te das cuenta de que un escritor es una persona de carne y hueso que, además de trabajar, tener una familia y unos amigos y ser una persona totalmente normal, se atreve a crear una realidad alternativa, a poner sobre el papel esas historias que viven en su cabeza y de repente ha publicado un libro ¡Toma ya!

En "Historias extraordinarias, destinos inesperados" Álvaro ha reunido cuarenta relatos breves, algunos brevísimos, sencillos y realistas, en los que nos muestra distintas situaciones cotidianas, generalmente centradas en relaciones personales y familiares que transitan por la amistad, la pareja, el amor y el desamor, encontramos compañeros de trabajo o vecinos, amantes o completos desconocidos que cruzan sus caminos en un momento concreto. 

Los relatos se fundamentan en emociones y en sentimientos muy bien dibujados; todas las sensaciones que desfilan por los relatos nos suenan, las hemos experimentado o podemos entenderlas, es fácil ponerse en la piel de los personajes y plantearnos qué haríamos nosotros mismos en situaciones similares. Con una escritura sencilla, directa y cuidada, en unas pocas páginas se dibuja una historia completa que arranca y culmina; algunas resultan emocionantes, otras son ingeniosas, con finales sorprendentes o que quedan en suspenso, protagonizadas todas ellas por personajes de a pie fácilmente reconocibles, con problemas como los de cualquiera, del día a día y que resuelven tal vez como lo haríamos nosotros mismos, probablemente porque lo que se plantea son emociones universales, situaciones cotidianas con las que nos podríamos encontrar en cualquier momento; pero el mérito mayor está en aproximarse a esa realidad, mirarla de cerca y luego saberlo contar todo tan bien, transmitirlo de manera tan acertada como lo hace Álvaro en estas páginas. Porque resulta que en eso consiste el ser escritor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario