Juan Ramón Lucas se ha inspirado en los recuerdos de su propia madre para escribir esta novela, "Melina", donde se nos presenta a una protagonista, Amelia Fernández Agüeros, una niña nacida en Entrearroyos, pueblo asturiano cercano a Mieres, en la cuenca minera del Río Caudal; hija de un carpintero, Pepín Fernández, socialista y sindicalista que creyó que la revolución era una posiblidad cuando los mineros se alzaron en la revuelta del 34 que sería duramente sofocada; luchó después en la guerra civil y le tocó en la dura posguerra sufrir la persecución por ser del bando perdedor.
Melina fue una cría alegre y despierta, de tez oscura, la Negrona, la llamaba su padre que no se alegró de su nacimiento y nunca le mostró afecto. Pronto Melina muestra interés por la lectura y va contenta a la escuela, animada por doña Lucrecia, su maestra, que confía en la viva inteligencia de su alumna y su deseo de aprender. La novela nos retrata el ambiente de aquellos pueblos asturianos donde el polvo negro de la mina lo cubre todo y las sirenas de los pozos marcan el ritmo diario. Melina crecerá observando a algunas mujeres que, como su propia madre y su tía Lita, tienen por fuerza que aprender a vivir sin depender de la ayuda de un hombre durante largos periodos de escasez y ausencias; de ellas aprende a coser y ocuparse de la casa. También aprenderá con Adela, una de las guisanderas de la zona, mujeres que cocinan para grandes grupos o celebraciones, que transmite con agrado a Melina sus secretos sobre las artes culinarias así como sus conocimientos sobre plantas y remedios naturales.
La vida llevará a Melina a emigrar a América donde espera encontrar una libertad y un futuro esperanzador que en su país, sometido a la dictadura de Franco, no se adivina en el horizonte. Acabará regresando a su tierra y regentando una exitosa casa de comidas.
Esta es una historia sobre la fuerza y el coraje de las mujeres, sobre la lucha por la libertad, la justicia y la igualdad encarnada en la figura de Clara Campoamor que se cruza en la vida de Melina en su destierro en Argentina. Pero sobre todo es el homenaje del autor a su madre, a la joven que se atrevió a tomar las riendas de su vida, inspirada por las mujeres fuertes e independientes que marcaron su formación.
"Aprendí hace tiempo a hacer lo que hay que hacer, a vivir sin pedir permiso y procurando no arrepentirme. Disfrutar cuando las cosas salen bien y aprender cuando salen mal."
"Has decidido ser fuerte, no someterte; vivir por ti. Y eso asusta, claro que sí. Pero ese temor te va a acompañar siempre. A los diecinueve y a los cuarenta y tres. Incluso cuando estés con un hombre —pareció pensarse sus palabras un instante, y continuó—. Sobre todo cuando estés con un hombre: no someterse es un extravagante y carísimo ejercicio."
No he leído nada de este escritor. Lo conozco por su trabajo como periodista pero aún no me he animado a leer nada suyo. Me atrae la historia que cuenta en esta novela. Es del tipo de historia que suelo disfrutar así que tomo buena nota.
ResponderEliminarBesotes!!!
También te recomiendo "La maldición de la casa grande" que novela la vida de unos personajes fascinantes en la sierra minera de La Unión. Otra gran historia muy bien contada.
EliminarSaludos.