Mostrando entradas con la etiqueta Laura Riñón Sirera. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Laura Riñón Sirera. Mostrar todas las entradas

miércoles, 15 de junio de 2022

Amapolas en octubre

Tras un accidente naútico en el que su padre ha desaparecido y su madre ha quedado en estado catatónico, Carolina Smith, la protagonista de "Amapolas en octubre", acompaña las horas que pasa junto a su madre esperando su recuperación, leyéndole en voz alta los libros que han ido marcando diferentes etapas de su vida: "Mujercitas", "Ariel", "El malentendido" o "La señora Dalloway"; una especie de terapia para mantener el contacto con la mente de su madre a través del recuerdo y que también le sirve para hacer repaso de sus grandes pasiones literarias. Todo en la vida de Carolina ha girado en torno a los libros; no en vano, su padre fue profesor de Literatura y su madre traductora. Carolina y su hermano Guillermo tuvieron una infancia rodeada de historias, de los cuentos que les leían sus padres, de las enseñanzas que su madre extraía de las novela a través de frases y citas mil veces repetidas o incluso escritas a rotulador en los azulejos de la cocina familiar. 

Carolina, además, es propietaria de una librería llamada Jo, como su heroína favorita, donde día a día convive con sus autores más queridos y los personajes de sus novelas favoritas, desde "Matar a un ruiseñor" a "Nada" y es que muchos de ellos es como si formaran parte de la familia: Hemingway y su mítica máquina de escribir, Jo March, una amiga y modelo a seguir, o la obsesión adolescente por Silvia Plath (precisamente es un fragmento de un poema suyo el que da título a la novela). Y a su lado en la librería, Carolina cuenta con la alegre e infatigable Lana, su ángel de la guarda que le hace la vida más fácil y la anima en sus peores momentos. Y lo mismo que ocurre en la novela, la realidad y la ficción conviven y se confunden también en el mundo real, ya que algunos años después de la publicación de este libro, su autora, Laura Riñón Sirera, abrió su propia librería a la que llamó precisamente Amapolas en octubre y allí no sólo recrearía el escenario creado en la ficción sino que además encontraría a su propia Lana, su empleada más querida, su amiga, su hermana pequeña que, aunque en realidad se llame Sara, fue rebautizada acertadamente con el nombre del personaje en el que, a todas luces, parece haberse reencarnado.

Tengo que decir que esta es una novela absolutamente encantadora sobre la amistad, el amor fraternal y sobre la posibilidad de que existan pasiones imperecederas, aunque también nos habla del peso del pasado, de grandes amores perdidos que impiden volver a enamorarse, de secretos y dramas sufridos que oprimen el corazón sin permitir seguir adelante. Pero fundamentalmente esta es una historia sobre el amor a los libros y sobre  cómo estos pueden marcarte la vida pero también salvártela.

lunes, 7 de diciembre de 2020

El sonido de un tren en la noche

Descubrí a Laura Riñón Sirera hace unos pocos meses a través de su interesante cuenta de Instagram Amapolas Librería donde comparte su pasión por los libros y nos permite adentrarnos de alguna manera en las interioridades de su trabajo desde su librería Amapolas en Octubre de Madrid . Y desde allí he llegado necesariamente a la curiosidad por conocer una de sus novelas, "El sonido de un tren en la noche", con la que realizo mi primera incursión en su obra literaria y que probablemente no sea la última.

Lo que nos cuenta la novela es una historia que va y viene desde el Madrid de finales de los años 50 a un pueblecito de ensueño en la costa de Oregón pasando por Nueva York, siguiendo los pasos de su protagonista, Clementina, una mujer cuya vida comienza como un auténtico cuento de hadas cuando nace en el seno de una familia de la aristocracia madrileña llena de amor, con todo a su favor para preconizar una existencia perfectamente feliz. Pero el destino decide tomar otro rumbo cuando los acontecimientos tornen el cuento en drama y a Clementina le tocará a partir de ese momento huir constantemente de los tristes recuerdos conservados en los lugares donde un día fue feliz, obligándola a esconderse intentando borrar su pasado e incluso a tener que crearse una nueva identidad.

Es preciso destacar la exquisita sensibilidad por parte de la autora para manejar la expresión de los más profundos sentimientos con gran elegancia, para dibujar las escenas con realismo y el cuidado en la elaboración de bellas metáforas y frases dignas d ser subrayadas pero ante todo destaco su habilidad para crear unos personajes que llegan al corazón. Me conmueve la historia de Clementina, he sufrido con sus pérdidas y con su sufrimiento por el paraíso perdido, he llegado a adorar a su familia, a los marqueses tan encantadores y cariñosos, a ese hermanito juguetón y cómplice y la acompaño en el proceso que emprende hasta lograr la reconstrucción de su alma, hasta descubrir que todo por lo que pasa, bueno o malo, acaba configurando lo que es como persona y aprenda, aunque sea a base de golpes, a quedarse sólo con lo mejor del pasado para configurar su nueva vida. Una gran historia contada en un hermoso libro lleno de melancolía, amor y aprendizaje.
"Estamos hechos de los pedacitos de las personas que se cruzan en nuestro camino"