viernes, 28 de diciembre de 2018

La sinfonía del tiempo

Comienzo resaltando lo que, en mi opinión, es lo mejor de esta novela de Álvaro Arbina titulada "La sinfonía del tiempo". Este punto destacable sería, sin duda, la ambientación de la Europa occidental de principios de siglo, el tiempo de los avances científicos, la industrialización de las ciudades vascas, el de la razón y la psicología conviviendo con el espiritismo, la época de la fe en el progreso y en las capacidades humanas. En este entorno se sitúa la figura de Elsa, joven escritora que regresa desde Londres a la villa bilbaína de Altzuri tras la inesperada desaparición de su marido, pintor impresionista que viajó a París para cumplir con sus sueños de artista y se desvaneció en la nada. Embarazada y con un pasado a cuestas, a pesar de su juventud, a su vuelta al hogar familiar descubrirá que también su madre guarda un antiguo secreto que afectará a su propio origen y le hará desconfiar de todo aquello en lo que creía hasta el momento .

Con el retorno al hogar familiar, el relato nos traslada a un ambiente más propio de novela gótica con elementos sobrenaturales como el espiritismo, tan en boga en aquellos años, a una vieja mansión abandonada junto a la nueva casa familiar que simboliza la existencia de esos dos mundos: el basado en la realidad y la racionalidad y el de las posibilidades mágicas que van más allá de nuestras creencias.
"—Viniendo de la avanzadilla del mundo, hija, deberías estar al corriente de los nuevos brotes del espiritismo. Sus descubrimientos confirman lo dicho durante siglos por la Iglesia. Aunque se consideren enemigos, todos hablan de lo mismo.
—¿Y de qué hablan? 
—De que hay hilos que nos unen con el más allá. 
—La ciencia no dice lo mismo, ama. 
—La ciencia es joven y desvergonzada. Pronto aprenderá que no existe explicación para todo."
En el viejo caserón existe un cuarto prohibido con un armario del tiempo que realmente está poblado de fantasmas, recuerdos oscuros y reminiscencias de tiempos pasados a donde deberemos remontarnos para hallar el origen de aquellos secretos familiares. A lo largo de la narración volveremos la vista a tiempo al que se remonta el ascenso económico de la familia Zulueta, cuando todavía se llamaban Mendíbil, a los días del reinado de Fernando VII, las guerras carlistas, la época isabelina con la alternancia de liberales y conservadores en permanente disputa, el surgimiento del nacionalismo vasco, la primera República, la guerra de Cuba y también nos trasladaremos a la Inglaterra de la industrialización, a las ciudades fabriles donde conviven las novedades tecnológicas con la miseria de las condiciones de vida de los obreros, donde se debaten las tesis de Darwin y de Marx, al París de la Exposición Universal de 1889 con su proliferación de avances científicos que preconizan un futuro lleno de increíbles posibilidades.

Confieso que la lectura se me ha hecho en ocasiones pesada, a causa de un ritmo muy desigual; por momentos me atrapaba la narración pero en otros episodios me he sentido como arrastrándome lentamente por las páginas, a pesar del interés del argumento, probablemente a causa de la prosa recargada y densa acompañada de un lenguaje abigarrado, sumado esto a un argumento de enrevesados hilos temporales que se cruzan, afectan y explican los unos a los otros. Y lo cierto es que se adivina un notable esfuerzo por parte del autor por enriquecer la narración y cargarla de peso y no lo planteo como una crítica negativa, sino como la constatación de un trabajo de creación literaria de gran valor donde se aprecia el trabajo del autor, pero cuyo resultado no es compatible con una lectura ligera o descomplicada. Probablemente en este caso de desencuentro pudiera decirle al autor aquello tan clásico de "no eres tú, soy yo" porque es seguro que ha sido culpa mía el no haber sido capaz de valorar como se merece una obra que seguro que tiene más valor que el que yo le he concedido en esta reseña, pero cuando no te conquista una lectura, la cosa no tiene remedio. Pero como propósito de enmienda me he propuesto volver a probar con este escritor ya que sé que tiene, al menos, otra novela publicada y tengo intención de descubrirla, confiando en que me convencerá más que esta recién comentada.

domingo, 23 de diciembre de 2018

La flor y nata

Mamen Sánchez es una autora que ha cosechado bastante éxito con sus anteriores novelas que comparten un aire ligero y desenfadado y una visión optimista del mundo. "La flor y nata" supone mi primer acercamiento a su obra, que cuenta con otras cinco novelas bastante exitosas, además de algunas obras de literatura infantil. Pero además de su faceta de escritora, Mamen es también hija de Eduardo Sánchez Junco, presidente de la revista Hola, "la Biblia de la prensa rosa" de nuestro país, donde la autora realiza además funciones de directora adjunta. Se ve que es una mujer multitarea con gran capacidad para desenvolverse en diversos ámbitos de la escritura, esperemos que lo haga con acierto en todos ellos

En lo que se refiere al argumento de esta novela, la acción nos sitúa en el año 1992; la prensa rosa está en su pleno apogeo en España: príncipes y princesas europeas encabezados por Lady Di, millonarios y actores internacionales encandilan con sus fiestas y mansiones al publico. La protagonista es (¿casualmente?) una de las hijas del director de la revista del corazón más famosa y  prestigiosa del país. Deseosa de iniciar su carrera profesional en la empresa familiar, le surge la oportunidad de realizar un reportaje anunciando el compromiso de dos figuras de la alta sociedad europea, con lo que entrará en contacto con el mundo de lujo, glamour y excentricidad en el que se mueven sus protagonistas. La juventud e inexperiencia profesional de la protagonista dará lugar a escenas bastante patéticas cuando se enamore como una boba del apuesto noble británico sobre el que debe hacer el reportaje.

La lectura es muy entretenida y divertida y nos introduce de lleno en los años noventa que se nos presentan como un tiempo de inocencia tecnológica, sin teléfonos móviles, donde aún existían vídeos VHS y el fax era el no va más en lo que a comunicaciones se refiere. Lola Flores, Camilla Parker-Bowles o los príncipes de Mónaco entre otros personajes populares de la época deambulan por las páginas de la prensa del corazón que supone el medio de vida de la familia de la protagonista y nos llenan de cierta nostalgia casposa por aquella jet-set que nos encandilaban en aquellos días .

El libro retrata con ironía y humor el ambiente de glamour y frivolidad de la alta sociedad con una escritura que resulta ligera, divertida, desenfadada y fresca, dando lugar a un supuesto autorretrato novelado con mucho sentido del humor donde la que duele quedar peor parada es la propia protagonista y narradora de esta especie de chick lit blanco y bastante modoso. Aunque me ha resultado entretenida, no hay duda de que es una novela de lo más superficial, con lo cual ya me queda la duda de si éste es el estilo del resto de la producción de esta autora o si es que me he topado, al elegirla, con su obra más insustancial. Ruego, por tanto opiniones de lectores que hayan leído algo de ella, que me orienten sobre si esto es lo que me voy a encontrar en todos sus libros o si hay alguna otra lectura que cuente con algo más de chicha en la que hincar el diente. Aunque si lo que buscas es una lectura ligera para relajarte y reírte un poco, este es el libro que te tienes que leer.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

A cien millas de Manhattan

Guillermo Fesser es un periodista madrileño que alcanzó gran popularidad hace bastantes años ya como miembro del dúo humorístico Gomaespuma, junto a Juan Luis Cano, creadores ambos de un particular estilo que aunaba el humor absurdo, inteligente y cañí de una manera brillante. Una vez disuelta la pareja cómica, cada uno de sus miembros retomó su vida profesional como periodistas, escritores o cineastas, demostrando que el ingenio y la inteligencia puede adoptar muy diversas formas. En 2002 Fesser decide trasladarse junto a su familia a Estados Unidos de donde es originaria su esposa y de esta nueva situación personal surge "A cien millas de Manhattan", un libro que es mitad biografía, mitad crónica social, donde combina sus vivencias personales con una mirada sorprendida y siempre atenta al nuevo mundo que le rodea
"Estoy en Rhinebeck, Nueva York. A cien millas de Manhattan. En una casa construida con madera y pintada de gris pálido. En un pueblecito que se parece a los de la maqueta del tren eléctrico que nos traían en Navidad los Reyes Magos. En la América de naturaleza sobrecogedora que Nino Bravo identificara con el edén. Estoy en un valle de suaves colinas tupidas de verde. Praderas con vallas blancas para el ganado que fueron robadas a base de hacha a un bosque de acacias, castaños, arces y robles centenarios que se extienden hacia el infinito y más allá. Y, en medio, un río caudaloso por el que navegan tranquilamente los petroleros rumbo al Norte. Aguas que, corriente abajo, bañan en su desembocadura la orilla oeste de la conocida isla de Manhattan. Vivo, señoras y señores, en un bosque tan repleto de vida que podría doctorarme en Biología sólo con observar a los animales que yacen atropellados en las cunetas de las carreteras."
Sin un hilo narrativo determinado, el libro se compone de variadas digresiones sobre los más variados asuntos, desde los beneficios de correr descalzo al modo de elaborar el sirope de arce. Siguiendo el orden de los meses del año, pasamos del otoño multicolor de los bosques del valle del Hudson a las nieves y los hielos de su crudísimo invierno y en todos los momentos del año el autor se muestra asombrado por el apabullante marco natural de los Estados Unidos, del norte al sur se admira de su variedad y grandiosidad, de su flora y fauna. Todas las historias que se nos cuentan reflejan, además, el modo de vida norteamericano que se nos presenta múltiple, variado y en ocasiones disparatado. Como buen periodista y como hombre curioso que es, Fesser conversa con mucha gente, se informa sobre todo tipo de temas, nos muestra esas pequeñas historias que subyacen por debajo de la Historia con mayúsculas y en especial aquellas que marcan la diferencia entre el modo de pensar y de vivir de los norteamericanos y de los europeos o más concretamente de los españoles, al igual que muestra su interés por el origen etimológico de muchas palabras inglesas. Su pequeño pueblito es una fuente inagotable de peculiaridades, curiosidades y portentos que el autor, en el papel de testigo con mentalidad extranjera, va descubriendo: la forma de vivir Halloween, Acción de Gracias o San Valentín, historias sobre los nativos norteamericanos, los orígenes españoles del país, el ferrocarril subterráneo que ayudaba a escapar a los esclavos de los estados del sur o la pesca del salmón en Alaska. Nos descubre las costumbres vecinales cuando nos invitan a cenar a una casa o a una barbacoa, peculiaridades de los usos en los restaurantes, descubrimos locales con encanto o nos tragamos una especializada explicación sobre el funcionamiento de las conducciones de vapor que calientan la ciudad de Nueva York.

El libro es definitivamente divertido y muy ameno pero también y sobre todo ingenioso y profundamente interesante, especialmente recomendado para aquellos que sientan curiosidad por descubrir más sobre la sociedad norteamericana ya que aquí encontrarán multitud de historias insólitas, curiosas y sorprendentes que probablemente sólo puedan pasar en los Estados Unidos de Norteamérica pero que pasan inadvertidas al visitante ocasional y sólo pueden descubrirse convirtiéndose en un miembro más de la comunidad como ha hecho Guillermo Fesser.

viernes, 14 de diciembre de 2018

Te daré un beso antes de morir

Regreso muy pronto a la última entrega de la trilogía de Estela Chocarro que tiene por escenario diversas localidades de la comunidad de Navarra. Y lo cierto es que no ha sido algo buscado, simplemente me encontré con este volumen disponible en la sección de "Recomendaciones" de mi biblioteca, con lo que ha sido una de las series que más rápidamente he liquidado de mi vida, ya que en poco más de un año han caído las tres entregas. Vuelve nuevamente la autora con este título, "Te daré un beso antes de morir", a trasladarnos a los escenarios de Pamplona y Cárcar donde transcurrieron sus anteriores novelas. En esta ocasión recuperamos a Jonás, un personaje que aparecía en la primera entrega de la serie y que actualmente se encuentra encarcelado por un crimen que cometió. Él será el involuntario protagonista del arranque de la trama cuando asista a una sospechosa muerte ocurrida en la nueva prisión de Pamplona, hecho que lleva al periodista Víctor Yoldi a investigar el sospechoso suceso. En esta ocasión la participación de Rebeca Turumbay, protagonista indiscutible de las anteriores novelas, tarda en materializarse casi hasta la mitad del libro, cediendo el protagonismo a Víctor, cosa que he de decir que me ha agradado, ya que le encuentro más entidad como personaje, más peso específico y credibilidad a este joven periodista que se atreve a meterse en líos y llegar a poner en riesgo su vida cuando se trata de resolver un asunto en el que adivina que se oculta una buena historia que merece ser contada.

El argumento de esta entrega se centra en la sucesión de una serie de muertes que parecen relacionarse con un capo criminal encerrado en la prisión de Pamplona desde donde maneja los hilos de sus sucios negocios, pero pronto las sospechas afectarán a Álvaro de Quesada, un poderoso empresario cuyo hijo pequeño murió dramáticamente hace veinte años, crimen por el que su entonces mejor amigo y hombre de confianza, Massimo Figueroa, se encuentra cumpliendo pena de prisión, hasta que aparece muerto en extrañas circunstancias. Víctor Yoldi se adentrará en el pasado de estas personas, en sus relaciones de amistad que no dejaron de existir a pesar del crimen cometido por Massimo y descubrirá cómo existen personajes poderosos que actúan persiguiendo sus objetivos sin aceptar límites ni normas.

La novela, al igual que las anteriores, altera pasajes o tramas más interesantes con otras que no lo son tanto, lo mismo que personajes de desigual profundidad aunque, en general, resulta bastante entretenida y sin ser una magnífica novela sí que es más que suficiente como lectura de evasión que proporciona el suficiente entretenimiento como para recomendar su lectura sabiendo que hará pasar unos cuantos buenos ratos a quienes se adentren en sus páginas. 

domingo, 9 de diciembre de 2018

Un pequeño favor

"Un pequeño favor" es la primera novela de Darcey Bell, autora norteamericana que nos ofrece una entretenido thriller que se inicia con una desaparición y logra convertirse en una trama maquiavélica que resulta verdaderamente endiablada. Las protagonistas son dos vecinas: Stephanie, madre viuda y Emily, profesional de la moda, que se hacen amigas cuando sus hijos, Miles y Nick, coinciden juntos en el colegio y se convierten en inseparables. En su pequeña ciudad a dos horas de Manhattan nada extraordinario ha ocurrido nunca hasta que Emily desaparece repentinamente. Tras pedirle a su amiga que recoja a su hijo del colegio porque llegará tarde del trabajo, nada más se vuelve a saber de ella. El marido de Emily, Sean, regresa de un viaje de trabajo a Londres para confirmar que no ha tenido noticias de su esposa desde hace cuatro días. La preocupación común por Emily hará que Stephanie y Sean se acerquen el uno a la otra más de lo que nunca antes lo habían hecho.

La historia se va estructurando a través de las entradas que Emily publica en su blog en el que comparte sus vivencias como madre soltera y donde hasta entonces se había limitado a repartir y compartir consejos y experiencias sobre maternidad y que ahora emplea como medio de difusión para pedir ayuda a sus muchas seguidoras en la búsqueda de la amiga desaparecida y  les va haciendo partícipes del progreso de su búsqueda y de los cambios que se van produciendo en su vida a raíz de ese acontecimiento.
"Mamás, ¿ven lo que está pasando aquí? La vida real empieza a parecerse a uno de esos titulares de los programas de la televisión, un guion que probablemente no se pueda volver a realizar porque se ha hecho demasiadas veces. Esposo que se queda con la mega póliza de seguro. Esposa desaparece."
Durante un tiempo la historia no progresa hacia ninguna parte, da vueltas en torno a la atracción que Stephanie comienza a sentir por Sean, fantaseando sobre la posibilidad de convertirse en pareja, con la consecuente culpabilidad que siente por lo inapropiado de sus crecientes deseos hacia el que fue el marido de su mejor amiga. Por suerte para el lector, todo da un giro cuando un elemento inesperado hace su aparición y la lectura vuelve a cobrar interés, dirigiendo la historia hacia otros derroteros.

El argumento logra así remontar y nos descubre todo un enrevesado plan generado por una mente perversa y retorcida que se aprovecha del hecho comprobado de que en toda relación hay siempre un miembro más fuerte que el otro, el pasivo frente al activo, la amiga dominante y la que se deja arrastrar y lleva hasta al extremo este patrón de funcionamiento basado en la desigualdad o el desequilibrio, tanto en lo que se refiere a la amistad como en la relación de pareja.

Y si bien la novela no es más que pura lectura de evasión, sí que proporciona un tema de interesante reflexión sobre los secretos que todos guardamos, unos más serios o determinantes que otros y sobre la imposibilidad de llegar a conocer a fondo a las personas con las que nos relacionamos, incluso aquellas a las que en algún momento podemos llegar a considerar como nuestras mejores amigas. A esas precisamente puede resultar que sea a las que menos conocemos en realidad.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

Pequeños fuegos por todas partes

En la idílica y estrictamente regulada localidad de Shaker Heights, cerca de Cleveland, todo está perfectamente diseñado y ordenado para alcanzar y conservar un patrón de belleza y equilibrio, las grandes mansiones, las pequeñas casas de alquiler y los jardines cuidados, todo contribuye a guardar las apariencias sociales y respetar el buen gusto estético. Parecería que nada malo pueda ocurrir en un entorno tan rigurosamente planificado. "De hecho, el lema de Shaker Heights era «La mayoría de las comunidades surgen espontáneamente: las mejores se proyectan». Según esta filosofía, todo se podía —y debía— planear, evitando así lo feo, lo desagradable y lo calamitoso."

Pero Celeste Ng es experta en mostrarnos lo que todas las familias esconden, la cara oculta de las apariencias, como ya comprobamos en "Todo lo que nunca te dije" y nuevamente nos encontramos en "Pequeños fuegos por todas partes" donde nos muestra las interioridades de familias diversas y distintas, la de los Richardson que han logrado alcanzar el estado de perfección doméstica, de familia ideal, a excepción de la hija más pequeña, Izzy, la inquieta, la imprevisible, la que siempre se sale del cuadro, llena de ira contra el mundo. Y por otro lado tenemos a Mia Warren, una artista nómada y su hija Pearl que aterrizan por casualidad en ese lugar del mundo y vienen a cambiar lo que los Richardson entendían hasta entonces por una familia normal. Moody Richardson y Pearl se convierten en los mejores amigos; a ambos les fascina el modo de vida del otro, la vida errante de la artista frente a la solvencia y la seguridad de los bellos y sanos Richardson que llevan tres generaciones habitando en la misma localidad, toda la vida en su misma casa. Ambas familias enlazarán su existencia en diferentes planos, lo que provocará que sus mentalidades se intereconecten y reconsideren sus antiguos prejuicios.

La historia configura un retrato certero de la Norteamérica de la era Clinton, donde a los asuntos domésticos de los personajes principales se añaden otros temas como la paternidad y la adopción, la integración racial en la sociedad americana, la búsqueda de la propia identidad y la decisiones que marcan el futuro de los estudiantes, los que optan por adaptarse al sistema o por apartarse de él para trazar nuevos caminos propios, haciendo incidencia en el papel de aquellos que no viven de acuerdo con las normas mayoritariamente admitidas como "lo correcto", los que deciden diseñar su propio destino al margen de lo establecido.

Pero sobresaliendo entre los demás, el gran tema en torno al que giran todos los argumentos es el de la maternidad: la deseada, la subrogada, las madres perfectas y las madres adolescentes, las adoptivas, las que no se ven capaces de cuidar a sus propios hijos y las que cuidan de los hijos de otros. Ese es el principal debate que plantea la novela, presentando diversidad de situaciones y variadas posturas en relación a una realidad que a todos nos afecta y nos da pie a reflexionar incluso a posteriori de haber finalizado la lectura. Una novela que te lleva a esto es siempre una buena recomendación.

sábado, 1 de diciembre de 2018

Canción dulce

Myriam y Paul Massé son una pareja de jóvenes profesionales parisinos con dos hijos pequeños a la búsqueda de la persona perfecta para hacerse cargo de los niños cuando ella regrese al trabajo después de haber sido una madre entregada y dedicada en exclusiva a la crianza de los pequeños. Louise aparece en el momento ideal y es justo lo que busca la pareja: una mujer cariñosa y divertida con niños, trabajadora siempre dispuesta y estupenda cocinera además de discreta y educada. La historia que narra Leila Slimani en esta "Cancion dulce" transcurriría como una entretenida novela costumbrista sobre la paternidad en la sociedad actual si no fuera porque las primeras páginas ya nos han mostrado en una escena brutal de muerte y dolor en el domicilio familiar lo que podemos esperar de esta relación recién surgida y entendemos que vamos a asistir al proceso que llevó desde que Louise aparece en la vida de los Massé hasta ese desenlace brutal, cómo se gesta la relación de amor-odio, de dependencia y desprecio entre la cuidadora y la familia para la que trabaja.

La novela incluye una reflexión profunda y en ocasiones dolorosa sobre la maternidad, el matrimonio y la familia en el mundo actual, la necesidad de realización profesional de las madres y los efectos, en ocasiones catastróficos, que la paternidad supone para las parejas. También nos plantea el papel que asumen las inmigrantes que cuidan de los hijos de las mujeres europeas, tan centradas ellas en sus carreras profesionales, del poder que asume la mano que mece la cuna, y nos habla sobre la soledad que abunda en una gran ciudad como París, de la vida oculta de tantas personas sin nexos familiares ni nadie que se preocupe por ellas.

Mientras que a los Massé los vamos conociendo enseguida, descubriendo sus sentimientos y lo que piensan u opinan sobre diversos asuntos, de Louise solo conocemos hechos, su vida pasada, sus actividades con los niños, su relación con otras niñeras con las que coincide en los paseos, pero nos falta saber qué piensa o siente, si sus intenciones son buenas, si busca convertir a los Massé en su propia familia o si tiene malas intenciones hacia ellos. El relato es sumamente inquietante debido a que no todo es explícito, te obliga a imaginar o suponer mucho de lo que no se dice, lo que provoca que el lector haya de poner de su parte en cuanto a las motivaciones y los sentimientos de Louise, lo que supone una mayor implicación personal ya que debemos recrear lo que no se nos cuenta y admitir que existe la maldad humana aunque desconozcamos su origen o no entendamos a qué se debe o qué la puede llegar a provocar.