viernes, 28 de febrero de 2025

Ventisca

"Ventisca", de Marie Vingtras es una lectura bien apropiada para la temporada invernal en la que nos encontramos, una novela con una ambientación que nos traslada a un escenario nevado, en lo más crudo del invierno del norte de Alaska, una de esas lecturas que es capaz de trasmitirnos ese frío helador, no sólo el climatológico sino también el que cubre los corazones de los personajes retratados. Allí, en mitad de una terrible tormenta de nieve, de una ventisca que oculta el mundo bajo una capa de viento y hielo, un grupo de personas emprenden la búsqueda de un niño perdido. La historia ofrece un relato atmosférico en un impresionante paisaje inhóspito de grandes bosques en medio de un clima extremo, un lugar donde todo es nieve y soledad. 
"... incluso si me arrojan lejos de este país helado, estoy segura de que, cerrando los ojos, conseguiré recordar esta tierra que me ha devuelto a la vida, recordar el latido del corazón bajo el hielo, el frío fuera y la llama dentro. Nunca me he sentido tan en mi lugar como aquí."
Allí coinciden los diferentes personajes que se reúnen en el relato: un padre que pierde un hijo que no es suyo; una mujer que huye de su vida anterior, del fantasma de su hermana cuya muerte carga sobre su conciencia; unos padres que ven cómo la guerra les devuelve un hijo que ya no es el mismo que se fue. Cada personaje nos va hablando en primera persona, mientras continúa la búsqueda del niño, al que cada uno desea encontrar por un motivo diferente, irán evocando retazos de su vida presente y pasada, de lo que les llevó hasta aquel apartado rincón del mundo, escapando cada uno de algo, incluso los que se han criado en aquellos parajes se esconden del mundo exterior; otros han venido a parar hasta allí huyendo de sus miedos, de su pasado, desilusionados, vencidos por la vida. Son todos ellos seres atormentados que arrastran historias de pérdidas y de dolor que les han arrastrado hasta ese extremo helado y solitario del mundo, pero ni así lograrán escapar a su destino.

"Los muertos ocupan a veces más sitio que los vivos."

martes, 25 de febrero de 2025

No tocarás

Nuria Pérez es una extraordinaria cuentista, una maestra de la narración oral que ha demostrado esta capacidad en varios podcasts donde ha desplegado su gran poder de evocación con esa manera suya de conectar historias y personajes, transportándonos a cualquier rincón del mundo o a otras épocas para desde allí arrastrarnos por el tiempo y el espacio estableciendo sorprendentes conexiones y alcanzando finales inesperados.

Y todo eso a lo que nos tiene ya acostumbrados a sus seguidores es de algún modo lo que hace también en su primera novela, "No tocarás", en la cual entrelaza las historias de tres mujeres separadas por años y kilómetros de distancia. Marta vive en Madrid en 1998, trabaja en el museo Sorolla y sufre obsesión por el orden, por hacer listas de cualquier cosa y por contarlo todo: los pasos que da, los coches rojos con los que se cruza o las cabinas telefónicas de todo Chamberí. Cuando inicia una misteriosa relación con un desconocido al que nunca ha visto y con el que se intercambia mensajes cifrados, su mundo se ve abocado a un gran cambio que comenzará por una divertida yimkana. En el mismo nivel temporal, Adela Ferri es una escritora de éxito, vive en Londres con un marido infiel, una hija rebelde adolescente, y una suegra italiana que nunca deja de criticarla; parece que los problemas han decidido aparecer todos a la vez y amargarle la vida cuando está a punto de presentar su última novela, hasta tal punto que llega a temer que esté perdiendo el juicio como le ocurrió a su padre. Finalmente, en otro siglo, en el Londres victoriano, Mary Hessler trabaja como niñera y tiene un pretendiente locamente enamorado de ella y capaz hasta de cometer un asesinato por protegerla, pero Mary comete un error que provoca un vuelco en su destino que quedará marcado incluso más allá de su muerte.

Todo el relato se origina y gira en torno al incendio del Alexandra Palace de Londres en 1873 y a la figura de Joaquín Sorolla, además de otra multitud de pequeños detalles que van conectando a las tres protagonistas. Es sorprendente el modo en que la autora crea un universo propio a través de esa manera de contar historias que se entrecruzan, hechos del pasado que marcan otras vidas muchos años después y detalles que van dejando un rastro de coincidencias y señales que entrelazan unas historias con otras. En la escritura de Nuria Pérez se mezclan nostalgia, delicadeza y curiosidad; sus relatos tocan muchas fibras sensibles, lugares comunes que conforman la memoria colectiva de varias generaciones.

"A veces el pasado esconde la llave que abre el futuro que merecemos y hay que saber escucharlo (...) No pases por alto las señales"

viernes, 21 de febrero de 2025

Y eso fue lo que pasó

No hay una obra de Natalia Ginzburg que no sea relevante y así sucede con esta novela breve,  "Y eso fue lo que pasó", que, a pesar de su poca extensión, es capaz de transmitir toda una variedad y complejidad de emociones y retratar en profundidad una vida completa sin necesidad de extenderse durante cientos de páginas.

El relato arranca con la confesión de la narradora de haber matado a su marido con un tiro entre los ojos. A partir de ahí, la protagonista va rememorando lo que fue su vida con él, mientras se decide a entregarse a la policía. Esta protagonista fue en su juventud una sencilla maestra que fantasea con escapar de su realidad triste y sin color gracias a un esposo ideal con el que sueña despierta igual que idealiza el concepto del matrimonio en sí y la felicidad conyugal. Así y todo, se terminará casando con el primero que la invita a pasear, a pesar de que él nunca le llegue a decir que la quiere y sí que le confiesa que ama a otra mujer cuyo amor es imposible. Pronto descubrirá que el matrimonio no es el mejo para dejar de tener una vida vacía y solitaria.

La narradora nos habla con su propia voz y nos transmite sus ilusiones, inseguridades, miedos y esperanzas; expone con crudeza su infeliz matrimonio, la distante y fría relación con sus padres, su ineptitud como madre y la tóxica relación con su única amiga.

Nos encontramos ahí con una historia intensa contada la habitual maestría narrativa de la Ginzburg que nos ofrece aquí un relato triste, sombrío y trágico. No es una historia de grandes pasiones ni personajes heroicos sino de personas normales, bastante patéticas por lo general, con vidas insignificantes, con sus pequeñas miserias y grandes defectos, que sufren y desean ser felices sin llegar nunca a lograrlo. Toda una historia de desencanto y fracaso vital.

"A una muchacha le produce tanto placer pensar que un hombre se ha enamorado de ella que aunque no esté enamorada es un poco como si lo estuviera y se pone más guapa y le brillan los ojos y se le vuelve el paso más ligero y también la voz se le vuelve más ligera y más dulce. (...)

Cuando una muchacha está demasiado sola y lleva una vida demasiado monótona y agotadora, cuando se ve con poco dinero en el bolso y los guantes viejos, se le va la imaginación a diario detrás de tantas cosas que al final se encuentra indefensa frente a todos los errores y trampas que pone la fantasía."

domingo, 16 de febrero de 2025

La luz difícil

Hacía ya bastantes meses que tenía en mi radar esta novela de Tomás González, "La luz difícil" de la que no hacía sino escuchar opiniones altamente favorables y finalmente ha encontrado su hueco entre mis lecturas y tengo la suerte de decir que, a pesar de encontrarnos todavía en el mes de febrero, va a ser sin dudarlo uno de mis libros favoritos del año en curso.

El narrador del relato es un pintor colombiano que estuvo durante años afincado en Nueva York junto con su familia: su esposa Sara y sus tres hijos. Allí desarrollo gran parte de su exitosa carrera que le dio fama internacional. Pero también allí fue donde su hijo mayor Jacobo sufrió el accidente de tráfico que lo dejo parapléjico y que le llevó a vivir durante años soportando terribles dolores hasta que decide buscar ayuda para acabar con su sufrimiento. Toda la historia nos la va contando el padre ya viudo y retirado en su Colombia natal donde una ceguera progresiva le ha apartado de la pintura, pero todavía es capaz de escribir y evocar aquellos largos días en que la familia, rodeada de amigos, espera en su piso de Manhattan a que, al otro lado del país, un médico ayudara a Jacobo a morir. Va recorriendo la vida familiar, su carrera de artística y cómo el accidente de Jacobo trastocó todo su mundo, unió a la familia en el sufrimiento, cambió su escala de valores y les obligó a todos a convivir con el dolor.

Este es un emotivo y lúcido retrato de una pareja y de una familia que nos habla de la paternidad, de la vejez, de la creación artística, en un relato que rezuma amor y dolor, serenidad, sensibilidad y, aunque parezca imposible, también alegría. Una lectura sensacional que me ha podido dejar muy removida por dentro pero, sobre todo, me ha transmitido mucha emoción.

"Yo no quería que llegara la noche, pues tendría que reconocer que el tiempo avanzaba; que avanzaba la vida que ahora nos trituraba con sus ruedas y piñones. Pero únicamente la luz, siempre inasible, es eterna."

miércoles, 12 de febrero de 2025

El abanico de lady Windermere

Tras mi última lectura de un relato de Oscar Wilde entre cuyos personajes apetecía
 Lady Windermere, no me ha quedado más remedio que adentrarme en la que es una de las obras teatrales más conocidas del autor irlandés protagonizada por esa misma dama: "El abanico de lady Windermere", y cubrir ese hueco de conocimiento (uno de tantos) que existía en mi historial lector hasta este momento.

La protagonista de la historia es una dama de estricta moral y educación severa que rechaza las relaciones liberales y considera inmoral cualquier desviación de las normas del buen comportamiento. Cuando el rumor de que su marido mantiene una relación con una mujer de mala fama, todo su mundo se desmorona. Asistimos en esta obra a un enredo lleno de malentendidos y secretos donde se debaten asuntos como el honor, la virtud, la buena fama y lo moralmente aceptable como base de las relaciones sociales, drama que culmina con un gran sacrificio.

Wilde nos muestra un ácido retrato de la sociedad victoriana y su moral a través de unos personajes muy bien perfilados y con unos diálogos frescos y humorísticos en una obra que todavía hoy se representa en los escenarios y es capaz de conectar con el público actual, tantos años después de haber sido escrita.

lunes, 10 de febrero de 2025

El crimen de Lord Arthur Savile

Que Oscar Wilde se cuenta entre los más reconocidos genios de la Literatura universal es algo generalmente aceptado. Pero también es cierto que a día de hoy no es un escritor extremadamente popular, quiero decir que, aparte del famosísimo y muy recomendable "Retrato de Dorian Grey", no es un autor demasiado frecuentado por los lectores de a pie, parecería que se ha quedado algo olvidado. Es por eso que he quedado gratamente sorprendida con el descubrimiento de esta novela cortita, "El crimen de Lord Arthur Savile", un relato breve reeditado ahora por Nórdica en un precioso volumen delicadamente ilustrado.

El relato se inicia durante una de las habituales fiestas organizada por lady Windermere en la cual la dama se rodea de un selecto grupo de invitados entre los que se encuentra el señor Podgers, su quiromancista de confianza encargado de leer el porvenir en las líneas de la mano de lady W. dos veces por semana y que esa noche se dedica a  entretener a los invitados de la anfitriona descubriendo lo que el futuro les depara a varios de ellos que se sorprenden ante la certeza de los detalles sobre su pasado y su personalidad que revelan sus manos y se maravillan del futuro que les anuncian.

Cuando le toca el turno al joven y encantador  lord Arthur Savile, el señor Podgers cae preso de una gran agitación y no facilita al principio más que generalidades sin mucha sustancia, lo que no evita que Lord Arthur sienta inquietud ante aquello que finalmente el vidente se ha atrevido a revelarle: su destino está marcado por un terrible crimen. El pobre lord Arthur no hallará la paz hasta que esa premonición se materialice y deje de pesarle como una sombra que oscurece sus planes de boda y el feliz futuro que le aguarda junto a su encantadora prometida.

Mezclando con maestría el humor y el drama, este entretenido fresco de la alta sociedad inglesa está repleto de chispeantes diálogos y afilados retratos de personajes, al tiempo que nos hace reflexionar ante asuntos tales como si está nuestro futuro escrito en algún lugar, si tiene el hombre plena capacidad para decidir su propio destino o éste es más fuerte que la voluntad humana y siempre termina imponiéndose.

"¿Era posible que llevara escrito en la mano, en unos signos que él mismo no podía leer, pero que otros podían descifrar, el aterrador secreto de un pecado, la marca sangrienta de un crimen? ¿No había posibilidad de escapar?"

viernes, 7 de febrero de 2025

París despertaba tarde

Hace un montón de años que no leía una novela de Máximo Huerta; tanto tiempo que lo último que leí suyo todavía iba firmado por Màxim, nombre con el que le rebautizaron en su época televisiva y que el autor abandonó en favor del Máximo original cuando abandonó aquella actividad y decidió dedicarse por completo a los libros, tanto como escritor como en su nueva faceta de librero. 

"París despertaba tarde", la última novela publicada por el autor, nos traslada a Paris en 1924. Recién terminada una guerra, la ciudad vive con la intensidad y la pasión de quien ha visto la muerte bien de cerca, sufrido años de muerte y dolor y ahora sólo piensa en disfrutar la vida sin freno; no en vano a estos años se les conoce como los felices veinte. La ciudad se convierte así en el escenario perfecto para los Juegos Olímpicos que se avecinan, un evento en el que hay grandes intereses políticos y económicos en juego; pero los dirigentes deben hacer frente también a una ciudad exaltada plagada de protestas políticas, grupos extremistas y una agitación social generalizada.

En este París vibrante y revuelto vive la principal narradora de la novela: la joven costurera Alice Humbert escribe cartas que nunca enviará dirigidas a su amado Ërno Hessel que la ha abandonado para irse a América. Le cuenta cómo convive con la pena del desamor y cómo va recomponiendo su vida poco a poco gracias sobre todo al trabajo en la tienda que él le dejó como regalo antes de marcharse. Algún tiempo después Alice conocerá a Alexander con el que recuperará la ilusión y se verá capaz de volver a ser feliz. Tenemos también a otra narradora: se trata de Kiki, la mejor amiga de Alice, más conocida como Kiki de Montparnasse, una muchacha alegre y desprejuiciada, modelo de artistas y reina de la noche parisina, pero que también oculta profundos dolores y desilusiones por aquellas chicas que nunca llegará a tener, como un amor verdadero o un hijo. 

La novela evoca vivamente el ambiente bohemio del París de los años veinte, una ciudad donde artistas y jóvenes que vienen de la miseria y de tiempos oscuros sólo buscan ahora el placer y la diversión, el vivir intensamente la vida, disfrutar y ser felices sin pensar en el pasado ni en el futuro. Describe con riqueza de imágenes los escenarios: los cafés, los estudios de los pintores, las calles de París, los lujosos mobiliarios, los vestidos elegantes, las telas, las joyas, las porcelanas, todo tan excesivo y vital. Junto a esto, la energía de los deportistas y el espectáculo de los Juegos Olímpicos se suman al espectáculo de la ciudad y hasta la luz y el color de Valencia llegan a ese París soñado, luminoso y efervescente.

El lenguaje del autor es recargado y alejado de la sobriedad; evoca mil sensaciones, colores, olores, emociones, a través de elaboradas metáforas y frases que parecen escritas para ser subrayadas. Ya os digo que no es mi estilo favorito de escritura, tan barroco en la expresión y excesivo en los sentimientos, con una protagonista que se pasa la mayor parte del tiempo llorando o a punto de llorar, pero ya sabemos cómo es de intenso Máximo Huerta, así que no voy a venir yo ahora a quejarme de que nos haya dado en este libro ración doble de aquello que siempre ofrece en todo lo que escribe.