La verdadera acción del libro, en mi opinión, tarda bastante en arrancar. Reconozco que me he obligado a continuar la lectura espoleada por la gran fama del título y de las películas basadas en él y afortunadamente mi tesón ha recibido recompensa puesto que, una vez que se pone en marcha la trama, esta corre que se las pela en un alarde de acción y suspense durante el que he tenido la mala conciencia de estar del lado de Tom Ripley todo el rato, a pesar de ser un antihéroe total, un aprovechado mentiroso, deseaba que las cosas le salieran bien al final, que su enfermizo plan tuviera éxito. Tal vez porque yo también envidiaba la vida fácil y despreocupada de Dickie y sus amigos en Italia además de que, en medio de los enredos, crímenes y mentiras organizados por Ripley, he tenido la oportunidad de realizar un fabuloso recorrido por el país de sur a norte, de acompañarle en ese espejismo de vida ideal que por un tiempo Tom ha soñado con que pudiera ser su verdadera vida.
viernes, 7 de junio de 2024
El talento de Mr. Ripley
Llevo algunos meses en los que estoy tratando de seleccionar lecturas que se alejen algo de las últimas novedades editoriales con la idea de volver la vista hacia libros publicados hace varias décadas (también me valen los publicados hace varios siglos) por una convicción de que, según avanza el tiempo, voy dejando atrás cada vez mas y más libros que valen mucho la pena y seguramente nunca tendré tiempo de leer. Esto no significa que no me enganche de vez en cuando a un éxito reciente, pero trato de evitar que este tipo de libros sean los que copen por completo mi lista de lecturas.
En esta ocasión, la novela seleccionada con este criterio de volver frecuentemente la vista atrás a la hora de elegir lecturas ha sido "El talento de Mr. Ripley" de Patricia Highsmith, un clásico absoluto del que ni tan siquiera había visto hasta ahora la versión cinematográfica (cosa que hice nada más terminar la lectura; gracias, plataformas de streaming) La novela está personalizada por el jovencísimo Tom Ripley, un estafador de poca monta que se busca la vida dando tumbos entre deudas y asuntos feos sin resolver. Para su fortuna, Ripley recibe el encargo del señor Greenleaf, un rico empresario de Park Avenue, para viajar a Europa y convencer a su hijo Dickie, al que Ripley conoció someramente en algún momento a través de amigos comunes, de que abandone la vida bohemia que está llevando en la costa italiana y regrese a América a hacerse cargo de las responsabilidades que le corresponden. Así aterriza Ripley en Mongibello, un pueblito cerca de Nápoles donde Dickie Greenleaf se dedica a pintar sin mucho provecho pero sobre todo a vivir relajadamente disfrutando de la famosa dolce vita. Tom es bien recibido y pronto Dickie le hace partícipe de sus planes de ocio, sus viajes y la cómoda vida que tanto él como su grupo de amigos, mayoritariamente norteamericanos tan vividores como él, se permiten gracias a las asignaciones que reciben de sus acomodadas familias. Tom está dispuesto a cualquier cosa por participar de este tren de vida, por formar parte de este mundo tan alejado de las estrecheces, inseguridad y soledad que hasta ese momento había conocido.
La leí hace años. Recuerdo que, como bien señalas, es una novela que le cuesta arrancar. Pero cuando arranca, ya es un no parar. Merece mucho la pena seguir. También hay serie, Ripley. Estéticamente muy bien hecha, pero no me gustó mucho su protagonista. Y demasiado lenta.
ResponderEliminarBesotes!!!
Las serie la tengo en favoritos para verla en breve, pero voy a dejar un poco de distancia con la película. Es verdaderamente una trama muy bien elaborada que engancha mucho. Ha sido un gran descubrimiento.
EliminarSaludos.