Reconozco que a la primera impresión y así, en frío, el planteamiento de "
La casa de los pintores" no me resultaba demasiado atractiva, ya que se trata de una obra biográfica en torno a dos pintores totalmente desconocidos por mi parte (disculpad mi completa ignorancia en lo que a la pintura contemporánea española se refiere) escrita por uno de sus hijos, el escritor
Rodrigo Muñoz Avia. Pero como tengo prescriptoras muy fiables de cuyas recomendaciones sé que me puedo fiar, este libro ha estado durante mucho tiempo esperando su oportunidad hasta que emprendí por fin su lectura y he tenido la suerte de disfrutar de un maravilloso libro lleno de interés, escrito con maestría y sensibilidad. El autor fue el menor de los cuatro hijos del matrimonio formado por los pintores Lucio Muñoz y Amalia Avia y en este libro rememora sus años de infancia y primera juventud y la que fue su vida junto a unos artistas completamente dedicados a la creación, que trabajaban en el domicilio familiar de Madrid donde tenían sus talleres de trabajo y allí, entre lienzos, grandes cuadros en proceso de creación y materiales de trabajo, el pequeño Rodrigo hace sus deberes escolares, imita las pinturas de su madre y conoce a las numerosas amistades y colegas de sus padres que frecuentan el domicilio familiar, una casa que siempre tuvo sus puertas abiertas y acogía de buen grado a amigos y conocidos tanto de los padres como de los hijos.
Por las páginas desfilan recuerdos, anécdotas y estampas familiares entrañables que evocan una sencilla vida familiar, tanto en la casa de Madrid como en la del pueblo del que procedía Amalia. En la intimidad de esta familia numerosa participan además grandes figuras del arte de los años 60 y 70, amigos, colegas o galeristas que integraban el círculo más cercano de los pintores. Nos adentramos en el proceso creativo de Lucio y Amalia, sus rutinas de trabajo, las técnicas empleadas, su manera de enfrentar el trabajo y su estrecha relación con su mundo creativo. Los hijos participan de las exposiciones, asisten a inauguraciones, conocen los asuntos referentes a las ventas, los proyectos y encargos de sus padres ya que en esa casa el ámbito artístico interactúa permanentemente con el familiar, siendo difícil de separar ambos mundos.
Esta obra supone un homenaje lleno de cariño y a la vez muy concienzudo, realizado desde el punto de vista más humano, destinado a ensalzar a estos dos personajes que fueron reconocidos al más alto nivel como importantes artistas pero que, fundamentalmente, fueron buenos padres y extraordinarias personas y amigos. Y en este libro su hijo honra así su memoria a través de un retrato hecho a base de palabras que refleja su profunfo amor y su admiración hacia ellos como padres y como artistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario