En esta historia, lo que más sorprende al inicio es el peculiar escenario donde arranca acción: durante la pandemia del Covid, el Ayuntamiento de Madrid utilizó la pista del Palacio de Hielo como morgue improvisada, dada la enorme cantidad de fallecidos causados por el virus. Cuando la crisis comienza a remitir y los cuerpos van siendo devueltos a las familias para ser enterrados, queda un solo ataud sobre la pista que no ha sido reclamado por nadie. Al abrirlo por orden del juez se descubre con sorpresa que no está ocupado por la anciana que figuraba en los registros sino por un varón desconocido vestido con ropas que no le pertenecen.
El asunto caerá en se manos del inspector Gustavo Salado, un profesional serio y concienzudo, que junto a su ayudante, Javier Jaso, una mente despierta en el cuerpo de un jugador de rugby, tendrán que descubrir la identidad del fallecido y la razón por la que ha terminado en un ataud ajeno. Los dirigirá el juez Juan Calvo, un atildado, hipocondríaco y supersticioso andaluz al que le aterran los cadáveres, lo que no va a ser muy oportuno en el caso con el que le ha tocado lidiar en esta ocasión. También cuentan con la colaboración de la muy competente forense Edurne Olascoaga.
Por otra parte conocemos a la médico internista Paloma Padierna, una joven de buena familia intensamente dedicada a su trabajo en los difíciles días de la pandemia en el Gregorio Marañón, hospital en torno al cual parece girar todo el extraño caso en el que los policías se ven involucrados. Como si se tratara de una macabra partida de un juego de mesa, la investigación les lleva, cadáver tras cadáver, a seguir los pasos de un misterioso criminal cuyo plan y objetivo desconocen.
La trama de la novela está muy bien trabajada, con una sucesión de cadáveres que se encadenan y cuya muerte hay que ir interpretando. Los personajes protagonistas son muy atractivos y es fácil empatizar con ellos. La narración resulta ágil, con capítulos cortos que ayudan a avanzar con soltura en la lectura en la que el narrador omnisciente nos acerca a los pensamientos de todos los protagonistas, los diálogos son frescos y todo ello nos hace sentir muy cercanos a los personajes y mantener el interés tanto en la investigación como en las relaciones personales que se establecen entre ellos. Una lectura fresca y entretenida que he disfrutado enormemente.
No he leído nada de esta autora aún. Parece un buen libro para estrenarme así que tomo nota.
ResponderEliminarBesotes!!
Si que es una buena opción. También puedes probar con cualquiera de la inspectora McHor. Son libros muy entretenidos y de fácil lectura
EliminarSaludos.