La complejidad del caso que ocupa a Valentina le sirve de algún modo para no pararse mucho a pensar en el drama personal que ha asolado su vida recientemente. Porque si en la última entrega de la serie habíamos dejado a la inspectora felizmente unida a su pareja y con la noticia recién recibida de que se encontraba esperando un hijo, todo ha cambiado radicalmente desde entonces y las nuevas circunstancias personales de la protagonista marcarán sin duda su nueva actitud ante la vida, ante su trabajo y su manera de relacionarse con los demás.
Con la ayuda del fiel y aplicado sargento Riveiro, Valentina emprenderá su investigación entrevistando a todos los que en la noche del crimen se encontraban a bordo de la goleta, tratando de descubrir a quién podría favorecer la muerte de Judit Pombo y, sobre todo, cómo pudo cometerse el crimen encontrándose la víctima sola en el interior de un camarote cerrado con llave. Toda la sección de homicidios deberá tratar de indagar en las relaciones entre los sospechosos y la víctima, las circunstancias personales de cada uno y lograr algo de luz que ayude a resolver el caso. Tengo que decir que la resolución del misterio que afrontan los investigadores, aunque está bien elaborado y bien planteada la intriga, no ha sido una gran sorpresa para mí, ya que conocía previamente el caso histórico en el que se basa la teniente para resolverlo e imaginé desde el principio que podía ser una posiblidad a la hora de explicar la extraña muerte. Pero no le quitemos por ello mérito a la trama de la novela.
Destacaría el buen ritmo en la narración, que, por otra parte, se vuelve bastante reflexiva en su desarrollo, profundizando en los problemas personales de la protagonista a la hemos visto madurar y crecer ante nuestros ojos a lo largo de las diferentes entregas de la serie. Sin embargo me ha parecido que, de entre el amplio plantel de personajes que participan en la novela, los personajes más interesantes son los que forman el equipo de policías, mientras que la galería de sospechosos no tiene tanta fuerza como debería para lograr mantenernos en tensión durante toda la lectura pensando en cuál de ellos será el culpable del crimen. De alguna manera nos interesa que Valentina desvele el misterio al que se enfrenta, igual que logra que nos impliquemos en sus problemas personales, pero casi diría que lo de menos es saber quién cometió el crimen. Y me temo que esto no es algo bueno cuando estamos hablando de una novela que lleva la etiqueta de thriller.
Lo tengo en la estantería pendiente, que hasta ahora he disfrutado todas las novelas de esta autora. No son novelas redondas pero sí entretenidas.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es verdad que se leen muy fácilmente. En este caso me ha interesado más el aspecto de la historia personal de Valentina que el propio caso investigado, pero ha sido una buena lectura.
EliminarSaludos.
Hola! ¿Te puedes creer que aún no me he estrenado con esa autora? Sé que me estoy perdiendo algo muy grande, pero con todo lo que tengo pendiente, no le encuentro un hueco a la pobre! Leyendo tu reseña ya sé que tengo que bajas las expectativas. Por cierto, soy nueva seguidora, si te apetece pasarte por mi blog estaré encantada, y si te gusta lo que ves y quieres suscribirte, genial! Un besote!
ResponderEliminarEs tan difícil llegar a todas las lecturas que nos gustaría!! Tómatelo con calma; si encuentras un hueco para empezar con la serie, genial! Y si no, pues tampoco se acaba el mundo.
EliminarGracias por seguirme. Me paso por tu blog a echar un vistazo.
Saludos.