El libro está estructurado en capítulos independientes unos de otros, cada uno sobre un asunto diferente, donde la autora revive episodios de su propia vida, experiencias sobre asuntos que van de lo más trivial a lo más serio, vertiendo sus propias opiniones sobre los más variados temas, siempre empleando un tono bastante divertido o al menos contándolo todo con mucho humor y sobre todo demostrando que es capaz de reírse de sí misma, de afrontar la vida con optimismo permanente a pesar de los problemas por los que haya podido atravesar a lo largo de los años. Sin eludir asuntos como la enfermedad o la muerte, muestra en todo momento una filosofía de vida basada en no tomarse casi nada demasiado en serio, comenzando por ella misma. Esta ha sido, sin duda, y a pesar de su levedad, una de las lecturas con las que más he disfrutado en los últimos meses y estoy segura de que se va a convertir en uno de esos títulos que recomiende sin dudar a cualquier amiga de esas que, de vez en cuando, me piden que les recomiende algo que valga de verdad la pena leer.
"¿Hay que vivir cada día como si fuera el último o es mejor guardar el dinero por si acaso vives veinte años más? ¿La vida es demasiado corta o puede que sea demasiado larga? ¿Tienes que trabajar todo lo que puedas o pararte a oler las rosas? Y en todo esto, ¿qué lugar ocupan los hidratos de carbono? ¿De verdad vamos a tener que pasar los últimos años de nuestras vidas sin probar el pan?"
Pues no es una lectura en la que me hubiera fijado, que no es lo que suelo leer. Pero creo que la disfrutaría, así que me la apunto.
ResponderEliminarBesotes!!!
Yo te la recomiendo, sin duda. Si tienes oportunidad de leerla no creo si te defraude.
EliminarSaludos.