Betty Smith vuelve a trasladarnos con "Tomorrow will be better" al Brooklyn de los años 20 donde ya se ubicó su maravillosa primera novela, "Un árbol crece en Brooklyn", el barrio obrero y humilde donde los descendientes de emigrantes irlandeses e italianos se buscan la vida y crían a sus familias entre estrecheces económicas y grandes sacrificios. Flo y Henny Shanon son un matrimonio católico de origen irlandés con una convivencia complicada; en realidad son buenas personas pero han visto como el tiempo pasaba sin ver cumplidos los sueños y aspiraciones que tenían en su juventud. El padre desilusionado y la madre amargada no son ya la pareja ilusionada que soñaba con una vida próspera. Su única hija, Margy, es una chica obediente y respetuosa que, recién terminado el instituto, busca su primer empleo como la mayoría de las jóvenes de familia modesta. Ella quiere triunfar en la vida, no limitarse a encontrar un marido y dedicar su vida a criar hijos, sino que piensa que puede hacer algo importante, diferente y mejor que sus padres. Este esquema se repite en todos los personajes: los jóvenes como Reenie, la compañera de Margy en la oficina o Frankie, el chico por el que suspira la protagonista, son optimistas y ambiciosos, desean escapar de una vida triste y de escasez como las que han llevado sus padres, tienen grandes esperanzas de futuro, al tiempo que llenan su presente con planes para ir a bailar, comprar ropa nueva y disfrutar todo lo posible de su juventud, mientras que los adultos son figuras resignadas a su mala suerte que miran al pasado con añoranza, a los años en que también ellos tenían sueños. Pero lo cierto es que el sueño americano se les escapó de las manos, pero tal vez sus hijos aún estén a tiempo de alcanzarlo.
La novela supone una lectura amable, con todo el aire de inocente bondad y positivismo que convierte a los personajes por lo general en buenas personas, los hijos respetan a sus padres a pesar de no estar de acuerdo con sus ideas y tener siempre ansias de superar su situación, de no caer en sus mismos errores. Se repite mucho la idea de que los jóvenes tienen un futuro brillante ante ellos, toda una vida para disfrutar y ascender en la sociedad aunque sospechemos que la realidad los acabará defraudando finalmente. El libro retrata la sociedad americana durante unos años de grandes dificultades económicas, escasez y escasas perspectivas pero que contaba con unos ciudadanos honrados y trabajadores con un fuerte apoyo familiar, especialmente en las familias católicas de origen europeo recién inmigrados, humildes pero luchadores. El resultado es un relato impregnado de tristeza y esperanzas, de inocencia y rebeldía a partes iguales
Pues no conocía este libro. Leí hace ya unos cuantos años Un árbol crece en Brooklyn y me gustó mucho, y por lo que cuentas de este libro, creo que también lo disfrutaría, así que lo tendré muy en cuenta.
ResponderEliminarBesotes!!!
Mantiene el tono de inocente ilusión en el futuro, a pesar de las estrecheces de la vida, de su novela más popular. Creo que te puede gustar.
EliminarSaludos.
hola! hace rato que no nos pasamos por aqui, leimos el anterior libro que mencionas y nos gusta mucho, asi que este debe ser bueno tambien, gracias por la reseña! te esperamos en la morada, saludosbuhos!
ResponderEliminarMe alegra que estés de vuelta por aquí. Si te gustó la anterior novela de la autora, probablemente también disfrutes de esta lectura. Me pasaré por tu morada, no lo dudes.
EliminarSaludos.