En lo que se refiere al argumento propiamente dicho, nos encontramos frente a dos protagonistas antagónicos: el policía retirado William Hodges y el culpable de uno de sus casos sin resolver, el frío "asesino del Mercedes", Brady Hartsfield, un loco maniaco que hace algunos años arrolló con un Mercedes robado a una multitud de personas que hacían cola esperando la apertura de una feria de empleo. El asesino no fue identificado pero lo que más fastidia al friki de Hartsfield, lo que verdaderamente no soporta es que el policía que llevó la investigación de su caso se jubilase con méritos y gran fiesta de despedida cuando ni siquiera fue capaz de descubrirle ni detenerle. La obsesión de Brady le lleva a ponerse en contacto con Hodges por medio de una carta donde le convoca a encontrarse en una red social más discreta que las habituales para charlar sobre los motivos de Brady para cometer la matanza del Mercedes y desafiarle de igual a igual mientras planifica una nueva masacre. Esto provoca que el detective comience a darle nuevas vueltas al viejo caso mientras que Brady le mantiene bajo vigilancia tratando de controlar sus pasos e incluso pretendiendo dirigir sus futuros movimientos. Estando retirado y no pudiendo acudir a sus antiguos compañeros policías, Hodges se hará acompañar, a modo de improvisado ayudante, por su joven vecino Jerome, un inteligente adolescente que le asesora en asuntos informáticos y le ilumina en su investigación con su clara mente y acertadas reflexiones.
La atmósfera de la novela es opresiva y tensa por el hecho de que asistimos a una persecución donde el ratón vigila constantemente al gato que le debe dar caza. Desde el primer momento el desquiciado asesino que se transmuta mediante diversos empleos que le permiten camuflarse en distintos ambientes, de manera que controla todos y cada uno de los movimientos del detective, conoce sus costumbres, su localización prácticamente al momento, y casi adivina sus pensamientos y prevé sus próximos pasos. Con buen ritmo, la historia se va acelerando en esa caza a ciegas del fanático asesino del tipo que sólo puede darse en los Estados Unidos: un obseso de la muerte con libre acceso a armamento de todo tipo y que sueña con pasar a la posteridad mediante un crimen de enorme repercusión. Una novela de acción trepidante que demuestra la habilidad de King de crear personajes memorables, sean héroes o antihéroes, pero siempre cargados de potencia y atractivo en medio de tramas muy bien planteadas y entretenidas.
He visto buenas reseñas de este libro pero me queda por leer tanto del autor, que no sé si me animaré con él.
ResponderEliminarBesotes!!!
Esta, a pesar de su extensión, se lee fácil. Apúntatela para cuando tengas un hueco y te apetezca una lectura entretenida y emocionante. No te defraudará.
EliminarSaludos.
Yo lo disfruté mucho y tengo pendiente continuar con la saga, para mi King es un genio, a pesar de que algunas de sus novelas no hayan acabado de conquistarme.
ResponderEliminarBesos.
Seguro que leo la continuación, aunque sin prisa. A mí me suele satisfacer siempre su lectura, será que soy muy fan y los cojo siempre con ilusión de reencontrarme con sus historias ágiles, emocionantes y sus personajes tan bien retratados.
EliminarSaludos.
Hace tiempo leía mucho "al rey del misterio", pero me terminó aburriendo y leí este libro después de mucho tiempo sin leerle y me gustó. Aunque para mí, ahora hay otros reyes mejores y más atractivos de misterio y no me suele apetecer este autor.
ResponderEliminarPero el libro me encantó
Besos
Bueno, tal vez deberíamos llamarle "rey emérito del misterio", ja, ja!! ya que probablemente han llegado otros más jóvenes que lo han destronado, pero hay que reconocerle que de vez en cuando regresa con novelas como esta o como " 22/11/63" y dan ganas de devolverle la corona en propiedad ¿no crees?
EliminarSaludos.
Sí, tienes razón.
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