Entre las fiestas navideñas que dejan poco tiempo para nada que no sea reuniones familiares y con amigos alrededor de alguna mesa y la longitud del último libro leído, se me ha metido encima el año nuevo y no veía el momento de publicar la reseña de la novela que tenía entre manos, "El invierno del mundo", segunda parte de la trilogía de Ken Follet sobre el siglo XX y que, al margen de su extensión, resulta tan amena de leer como suelen ser todas las obras de este escritor británico, experto en el relato dinámico, en el acertado dibujo de personajes, en crear acción y enganchar al lector con sus tramas ágiles, siempre con un punto de suspense y, sobre todo, con lo visual de su escritura, parece que se nos presenta ante los ojos todo aquello que estamos leyendo. Y es que, a pesar de contarnos una serie de hechos que son por todos conocidos, no quita ello para que se siga con interés creciente la trama de esta novela cuya extensión es comprensible, no sólo por lo complejo de los hechos que se relatan, sino también por la multitud de puntos de vista que entran en juego, ya que prácticamente todos los actores intervinientes en los acontecimientos que se reflejan tienen su voz en esta novela.
Asistimos junto a los diversos protagonistas a los años previos a la II Guerra Mundial, al estallido de esta y a su culminación. Los personajes están todos ligados a aquellos de la primera parte de la serie, si bien no es estrictamente necesario haber leído la novela previa para adentrarse en esta. De manera absolutamente coral, sin dar más protagonismo a ninguno de ellos se nos va presentado a las distintas familias: los americanos, la familia del senador Deward, en primera línea de la toma de decisiones que llevan a los Estados Unidos a entrar en conflicto con Japón del lado de los aliados; los Williams, británicos de origen galés, miembros del partido laborista, con su enfrentamiento directo con Alemania; los Ulrich, alemanes socialdemócratas que ven impotentes como asciende Hitler al poder y como su país es el origen de la más terrible guerra jamás conocida; los rusos Peshkov, bajo el régimen comunista de Stalin, en su decisivo papel que pasa de aliado de los americanos contra el fascismo a convertirse en su enemigo más acérrimo... Cada bando del conflicto aparece retratado y podemos acercarnos y comprender mejor las motivaciones políticas, económicas e ideológicas que guiaban a cada nación en su relación con el resto de países en esta agitadísima etapa de la Historia de occidente.
Es admirable la capacidad de Follet para llevar al tiempo todas las tramas sin que se pierda el hilo de ninguna de ellas. Seguimos los avatares de cada familia y de cada uno de sus miembros, los cuales se encuentran en el mismo centro de los principales hechos históricos de cada momento, permitiéndonos así combinar una mirada personal a cada uno de esos acontecimientos desde el punto de vista de los individuos particulares a los cuales les ha tocado vivir en una determinada época y lugar, con la visión Histórica de dichos años, adentrándonos así el el corazón mismo de los hechos históricos y asistiendo a ellos desde un nuevo punto de vista, dependiendo del personaje al que le toque vivirlos. Si bien es cierto que tal vez haya una cierta simplificación por parte del autor en algunos hechos de los que se relatan, no puede negarse que nos encontremos ante una forma muy amena de repasar la Historia con mayúsculas, aquellos hechos a los que en muchos casos no nos habíamos acercado más que como una materia de estudio escolar y que ahora se puede volver a observar en forma de vivencias personales de los protagonistas de esta novela. Sin duda nos queda esperar a la culminación de la trilogía para revivir de la mano de Follet las últimas décadas del siglo XX de esta manera tan interesante.
A mí también me gustó muchísimo. Sí que es increible cómo puede llevar a buen término tantas historias entremezcladas sin que una coja más protagonismo que las otras.
ResponderEliminarBesos
Lo tengo en la estantería y desde luego me dejas con ganas de cogerlo prontito, que me da la impresión que incluso me va a gustar más que el anterior.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me gustó este libro, más incluso que la primera parte, también tengo ganas de que llegue la culminación de la trilogía ¡YA! jeje. Besos
ResponderEliminarMe han gustado mucho tanto La caída de los gigantes como El invierno del mundo y estoy deseando leer el tercer libro de la trilogía. Muchos besos.
ResponderEliminarEste año me pongo con los 2, los tengo en mi lista de pendientes.
ResponderEliminarDebe estar bien el poderlos leer los dos seguidos del tirón. Eso sí, tendrás que dedicarles un buen montón de días :-)
EliminarSaludos.
Tengo pendiente este y el anterior!!
ResponderEliminarY con muchas ganas de leerlos =)
Besotes
Sigo teniendo pendientes los dos libros de esta saga.
ResponderEliminarUn saludo.
Sólo he leído entre líneas tu opinión porque es mi lectura actual. No sé si será por la época que estamos, mucho lío en Navidades, pero me está costando más que el primero.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo tengo pendiente y no creo que tarde mucho en leerlo. Me leí en diciembre el primer libro de la trilogia y me gustó mucho. A pesar de su gran grosor no se hace nada pesado y es increible lo que puedes llegar a aprender (por lo menos yo!) ya que de la segunda guerra mundial conozco muchas cosas pero de la primera no tenía tanto conocimiento.
ResponderEliminarBesos!
Terminé hace poquísimo la caída de los gigantes, de hecho aún no esta reseñado en el blog, pero espero que este año caiga también la lectura de esta segunda parte.
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