No cuesta imaginar que todo en la vida de Sally está a punto de sufrir un cambio trascendental, que unos sucesos bastante dramáticos le harán emprender una dura batalla por defender sus intereses y los de su hijo en un entorno de lo más adverso.
Sorprende enormemente lo bien que el autor adopta el punto de visita femenino; Sally es la narradora de esta intensa historia y se atreve a retratar en esta novela algunos de los aspectos más duros de la maternidad, la parte que no se cuenta habitualmente: la del miedo a hacerlo mal, la incertidumbre sobre la salud del hijo, su impacto en la relación de pareja, la de la devastadora depresión postparto. Sally deberá sobreponerse a la impotencia y a la rabia para sumergirse en una odisea legal y emocional en medio de un entrono hostil y desconocido cuando deba emprender una lucha feroz de la cual dependerán la felicidad y el futuro de Sally y de su hijo.
La novela, que empieza con el aire de una comedia romántica acaba alcanzando el ritmo y el frenesí de un thriller judicial que nos sumerje en los intrincados vericuetos del sistema legal británico. Debo reconocer que hacía tiempo que una lectura no me hacía sentir emociones tan intensas: he devorado los últimos capítulos con el corazón encogido, ansiando descubrir el desenlace del caso, pasando paginas a toda velocidad para alcanzar lo antes posible el ansiado final feliz. Yo creo que no se le puede pedir mucho más a una novela que esta capacidad de hacernos sentir intensamente, aunque sea sufriendo del lado de la protagonista y eso es algo en lo que Kennedy es un verdadero genio.
Pues no he leído nada del autor así que voy a tener qeu ponerle remedio, que se nota que lo has disfrutado.
ResponderEliminarBesotes!!!
Te aseguro que es un escritor absolutamente recomendable. Tiene grandes novelas con personajes y tramas inolvidables que se disfrutan un montón. No lo dejes pasar.
EliminarSaludos