En "Summer Half" nos encontramos con un primer protagonista llamado Colin Keith, estudiante de leyes e hijo de un abogado de prestigio que se encuentra destinado a seguir los pasos profesionales de su padre, tal y como ha hecho su hermano mayor. Sin embrago, Colin no está dispuesto a seguir dependiendo de la asignación de su padre hasta poder valerse por sí mismo como abogado por lo que decide, a los veintidos años, solicitar un puesto de profesor en una escuela cercana, aunque sólo sea durante el último cuatrimestre del curso.
Este es el asunto de arranque de esta novela en la que encontramos un amplio y variado reparto de personajes entre los que destacan los miembros de la familia Keith, desde el padre y su tradicional punto de vista; su Esposa Edith, más despreocupada y entrañable; Robert, el hermano mayor junto a su esposa Edith y sus pequeños hijos; Kate, la adorable y servicial hermana mayor y para finalizar, la hermana pequeña, Lydia, chispeante, charlatana y alegre.
Alrededor de los Keith se mueve otra serie de personajes como el joven abogado Noel Merton que comienza a frecuentar la casa familiar o aquellos con los que debe convivir Colín en la escuela, junto a los que nos adentraremos en las complejas relaciones jerárquicas entre alumnos, profesores y directores, las rivalidades y conflictos entre los miembros de la comunidad escolar por razones no sólo profesionales sino también por asuntos más personales. También tienen divertidas apariciones algunos de los indolentes estudiantes del curso superior dedicados al estudio de los clásicos, las lenguas muertas y a despreciar los logros deportivos de otros alumnos menos sofisticados que ellos. En un tono de comedia ligera, nos hacen reír con las estrictas normas y absurdas tradiciones que regulan el funcionamiento cotidiano de las distintas casas en las que se organiza el colegio.
La lectura resulta muy ligera y desenfadada aunque tal vez cuente con el hándicap de retratar un mundo puramente británico y su particular sentido del humor al que yo, personalmente, soy muy aficionada pero que no a todo el mundo le puede resultar gracioso. La trama se va desarrollando a través de ágiles conversaciones, ingeniosos debates sobre lecturas, teatro y poesía, con grandes elogios sobre todo a Shakespeare y Horacio, invitaciones a tomar el té, días de picnic junto al río, partidos de tenis o croquet; toda una amplia variedad de formas de entretenimiento y socialización que amenizan el verano inglés, salpicadas con ligeros enredos sentimentales donde las buenas maneras y los modales refinados entorpecen casi siempre la manifestación y el progreso de los sentimientos románticos.
Una amena lectura, desenfadada y entretenida, muy apta para la estación estival, como ya viene siendo habitual en cada nueva novela que descubro de esta escritora que bien merece el ser reivindicada.
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