Penitencia

"Penitencia" es el título de la segunda novela de Pablo Rivero que leo, tras la interesante "La cría" que puede disfrutar no hace mucho. Nuevamente me encuentro ante una inquietante historia con un argumento de tipo domestic noir bastante claustrofóbico por momentos, en el que se nos muestran las inseguridades de Jon Márquez, el protagonista, un popular actor que teme verse encasillado en el papel del asesino sin escrúpulos que ha estado encarnando durante años en una serie de gran éxito e incluso llega a temer que su personaje se confunda con su propia personalidad (¿a qué me puede sonar este temor de ser engullido por el personaje, viniendo del famosísimo Toni Alcántara de la mítica serie televisiva Cuéntame?)

Huyendo de los requerimientos de la fama, Jon se refugia en una vieja casa completamente reformada en mitad de la sierra, alejada del pueblo más cercano donde nadie conoce su verdadera identidad. Sólo cuenta con otra vivienda anexa a la suya pero, según le han confirmado, se encuentra abandonada desde hace años. Pero pronto su idílica estancia se ve alterada cuando Jon sospecha que alguien le observa desde la casa vecina. Todo dará un giro radical en su pacífica situación que incluirá una muerte violenta y la aparición de Laura, una perturbadora mujer cuyo pasado estuvo vinculado a la casa de al lado y que oculta grandes secretos.

Nos enfrentamos en esta lectura a esa inquietante sensación de miedo que supone la amenaza que se cuela en la propia casa, la sensación de que alguien te observa mientras estás en la supuesta seguridad del hogar. Y ese hogar que es pieza central de esta novela está descrito con todo lujo de detalles; la reforma a la que se ha sometido la vieja casa nos ofrece un paseo por la moderna y atractiva vivienda de diseño con todo lujo de comodidades que Jon ha pretendido convertir en su refugio privado pero que puede convertirse en una peligrosa jaula de oro.

Aunque el argumento, en especial el que se centra en la sorprendente historia de Laura, resulta un poco rocambolesco, se aprecia el esfuerzo por crear una trama donde todo quede bien engarzado. Según vamos conociendo el punto de vista de los diferentes personajes, todos los recovecos del argumento quedan a la vista y lo que parecía un relato bastante lineal se complica con sucesos del pasado que enriquecen la trama. Como conclusión puedo afirmar que me ha resultado muy entretenida la lectura, muy inquietante y emocionante por momentos y me ha vuelto a sorprender gratamente esta faceta de escritor de Pablo Rivero.