Todos los miembros de la familia Belitre tienen sus rarezas, como ocurre con la abuela intelectual que ha decidido no salir de la cama o el hermano al que acallan con un bozal para evitar que vuelva aún más locos a todos con su verborrea imparable. Los padres se encuentran superados por su indomable parentela; los chavales son agitados, bruscos y sus relaciones son conflictivas, a pesar de que, por lo general, se quieren entre ellos. Eso sí: están bastante obsesionados con el sexo, sus comportamientos son desinhibidos y en ocasiones obscenos. Cada uno de los hermanos es un caso por si mismo, a cuál más peculiar: el aspirante a escritor, el simpático conquistador, el feo traumatizado, el que sufre un extraño trastorno mental. De entre el amplio plantel de personajes de esta concurrida novela coral, el abuelo poeta que conversa directamente con Dios y protagoniza descabelladas aventuras en compañía de dos testigos de Jehová, es el que me ha parecido más divertido, por absurdo y desmadrado.
Como elementos a favor de esta novela diré que la narración es bastante visual y rápida, donde todo es acción y movimiento y no da tiempo a aburrirse y el tono de comedia está bien logrado, sin embargo no hay un argumento que enganche sino que más bien las escenas parecen bastante deslavazadas, las situaciones se suceden sin que exista un tema principal que las unifique a todas hasta los últimos capítulos. Junto a esto podría añadir que muchas de las situaciones relatadas resultan políticamente incorrectas a fecha de hoy, tal vez porque reflejan muy fielmente la mentalidad de la época, se nota que se públicó en los años noventa y en algunos detalles sorprende para mal, en especial la manera de retratar al sexo femenino como mero medio de satisfacción sexual. Otro aspecto que no me ha convencido es la figura del narrador, un supuesto amigo de uno de los chicos que de ninguna manera puede conocer todos los hechos que relata y que no me parece que haya sido una decisión acertada por parte del autor como recurso literario.
En cualquier caso, considero que como comedia ligera, la novela sí que cumple con su objetivo si lo que se busca es una lectura divertida, descomplicada y entretenida. Y eso que el único episodio dramático que nos encontramos y con el que se cierra la novela es, en mi opinión, una de las mejores partes de todo el libro.
No termina de llamarme esta vez, y con tanto pendiente, prefiero dejarlo pasar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Ya te digo que no es la mejor novela del autor, pero como curiosidad sí que debe ser la más autobiográfica.
EliminarSaludos.