La escritora argentina Esther Cross es la autora de esta interesante biografía de Mary Shelley, "La mujer que escribió Frankenstein", una tenebrosa recreación de un mundo lleno de tumbas y cadáveres que sirve de ambientación ideal para contarnos la vida de la creadora del más famoso monstruo de la Literatura universal, comenzando por la presentación inicial de la propia protagonista a la que se nos muestra dentro de su tumba rodeada de los muertos y reliquias que la acompañan bajo tierra.
Y es que por algo la época de Mary es la misma del cuento gótico, en el Londres donde nació la autora la vida y la muerte conviven en el día a día, entre la miseria más aterradora y los monstruos de feria como atracción favorita del público proliferan los profanadores de tumbas, abunda el tráfico de cadáveres, no sólo humanos sino también de los más diversos animales, destinados a la experimentación relacionada con los avances de la medicina, la cirugía, la anatomía, que requieren del perfeccionamiento de las técnicas quirúrgicas, las autopsias y las disecciones. Unido ello a los descubrimientos en torno a la energía eléctrica, los experimentos galvánicos, el magnetismo... se llega al interés por descubrir el funcionamiento del cerebro y del cuerpo humano en general, llegando a confiar en la posibilidad de revivir la carne muerta o de crear vida de manera artificial. Todo esto será un caldo cultivo propicio para la creación de un relato mundialmente conocido: el de ese monstruo creado de partes de otros cuerpos que llega a ser revivido. La novela de la Shelley refleja "el miedo a los ladrones de tumbas, a la disección, a los cementerios, a los médicos y a algo más temible que la muerte: lo que los seres humanos hacían con ella."
La vida de Mary es un reflejo de su tiempo y sus circunstancias: hija de escritores de gran prestigio, su madre Mary Wollstonecraft fue una notoria luchadora por los derechos de las mujeres, mientras que su padre, William Godwin, fue un político y autor aclamado. La niña ya sueña con ser poeta, escritora como sus padres y se refugia en el cercano cementerio de St. Pancras a escribir junto tumba de su madre donde se siente cómoda, como en casa; no en vano una de las obras más populares y citadas de su padre será "El ensayo sobre los sepulcros". Será precisamente junto a esa tumba donde se den sus primeros encuentros secretos con el insigne poeta romántico Shelley, el que será su gran amor, con el que recorrerá incansablemente Europa, acosados por las deudas, arrastrando familia, enseres, libros y amigos, entre los que destaca Byron. La pareja comparte pasiones: la lectura y la escritura; se apoyan, se inspiran, se corrigen mutuamente, escriben un diario a medias y se retroalimentan constantemente. Tienen hijos que mueren, pierden amigos, familiares, pero Mary nunca dejará de escribir, en Italia, Suiza, Alemania o a su regreso en Inglaterra, siempre acompañada de los fantasmas de aquellos a los que amó.
"A los veintiséis años, me encuentro en la situación de una anciana. Todos mis amigos se han ido (…) Qué pobladas están las tumbas."
La vida de Mary se nos cuenta en este libro en buena medida a través de sus propias palabras, mediante citas de sus obras y sobre todo de sus diarios personales y de los de aquellos que la conocieron y trataron, siendo una aproximación bastante directa e intensa a esta peculiar y asombrosa mujer que se negó siempre a someterse a los límites y los usos impuestos por su tiempo, viviendo su vida como quiso, completamente entregada a la escritura y a conservar su libertad e independencia
No he leído a Mary Shelley y este tampoco me llama la atención, hoy lo dejo pasar. Besos.
ResponderEliminarOtra vez será ;)
EliminarSaludos.
No sabía de esta biografía. No es un género al que suela acercarme mucho, pero Mary Shelley me llama mucho.
ResponderEliminarBesotes!!!
A mí las biografías me gustan mucho: el conocer cómo fue la vida de personas que hicieron cosas destacables, en especial de artistas, sus orígenes, su entorno personal, me resulta muy interesante. Debe ser el lado cotilla de mi personalidad, ja, ja!!
EliminarSaludos.
Tantas veces he oido su nombre, el de Mary Shelley, que podía pensar que la conocía, sin embargo, hasta que he visto tu reseña no me he planteado que una biografía nos mostrará mejor a la persona, nos alejará en parte del personaje. Saludos.
ResponderEliminarPor eso me gustan las biografías. Pensamos que las personas son las obras que de ellas conocemos, pero hay mucho más antes y después y detrás de sus obras. Espero que disfrutes con esta si tienes ocasión de leerla.
EliminarSaludos.