La familia Whitshank, protagonistas de esta novela de Anne Tyler, "El hilo azul", gira emocionalmente en torno a Denny, el hijo hosco y esquivo y al tiempo cariñoso y entregado, que va y viene sin dar explicaciones, al que cualquier comentario puede ofender y hacer que se le pierda de vista durante meses o más aún. Abby y Red, sus padres, desean que Denny les permita disfrutar de su nieta y que conserve el contacto con la familia, que se mantenga cerca de sus padres y hermanos. Pero la historia familiar no comienza con Denny, como es lógico, se retrotrae algunos años atrás, aunque tampoco muchos. El abuelo Junior es el primero del que se tienen noticias, aunque nada más se sabe sobre sus orígenes. Nos volvemos a lo largo de la lectura atrás en el tiempo, hacia las historias de cómo el abuelo se enamoró de una casa y la de cómo la tía Merrick le robó el novio a su mejor amiga, pequeñas o grandes anécdotas que configuran las bases del pasado común. Y según vamos repasando el pasado vamos profundizando en el conocimiento de cada uno de los miembros de la familia y llegamos a encontrarnos con otras historias sorprendentes e inesperadas que nos harán conocer cómo eran los padres o los abuelos cuando eran jóvenes, a veces tan diferentes de la imagen que de ellos tienen en la actualidad sus hijos y nietos.
Aunque los personajes del presente acaparan la mayor parte del relato, comparten el protagonismo con aquellos del pasado: los abuelos Witshank fundadores de la saga y los propios padres cuando todavía eran jóvenes. La narración no nos va a deparar giros trágicos ni grandes sorpresas que al salir a la luz socaven la realidad, pero sí pequeños secretos (o algunos no tan pequeños) que van configurando y dibujando la historia familiar. La cotidianeidad, la convivencia familiar, los grandes y pequeños dramas de cada uno, el paso del tiempo, los padres que envejecen, los hijos que se convierten así mismo en padres, las relaciones familiares complejas entre personas que se quieren pero entre los que los conflictos son, así y todo, inevitables, personajes unidos por la fuerza de la sangre aunque no siempre sea preciso ese nexo para mantener unidos a los miembros de una familia. La lectura de esta novela nos permite contemplar la existencia de unos personajes que son personas con sus fortalezas y debilidades, con sus brillos y sus sombras, no tan diferentes en ocasiones a las nuestras propias.
Este tipo de historias suelen gustarme mucho así que tomo buena nota.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es una novela muy agradable. Espero que la disfrutes.
EliminarSaludos.