No podía dejar pasar la lectura de la primera novela de la periodista televisiva Carme Chaparro, no tanto por la fama de la autora como personaje mediático sino por la cantidad de comentarios favorables que ha recibido por su ópera prima "No soy un monstruo" que además le ha hecho ganar el premio Primavera de novela 2017 y quería comprobar de primera mano si eran efectivamente merecidos tantos elogios y reconocimientos. Lo cierto es que debo confesar que la novela engancha desde el minuto cero, con un argumento trepidante desde su inicio y un estilo narrativo muy fresco, una trama ágil que mantiene el buen ritmo a todo lo largo de la novela que transcurre en escenarios totalmente actuales, entre centros comerciales, urbanizaciones de barrios residenciales y redacciones de informativos de televisión. El tema central de la trama también está tristemente de plena actualidad pues se centra en el delicado asunto de la desaparición de niños, en el terror cotidiano que irrumpe en las familias de unos niños que son sustraídos por algún desconocido, sin que se cuente con ninguna pista a la que aferrarse y que les de esperanza alguna a los padres de si van a recuperar prestamente a sus hijos perdidos.
Los protagonistas principales de la novela son dos mujeres: Ana Arén, inspectora jefe del grupo de menores, atractiva e implacable en su actividad profesional e Inés Grau, periodista, popular reportera de las noticias de un canal televisivo y escritora de éxito en busca de un argumento impactante para arrancar una futura novela que ya le exigen ansiosos desde su editorial. La desaparición de un niño en un centro comercial hará coincidir a estas dos mujeres, que además son amigas, en el mismo lugar y tiempo: la una para investigar la desaparición y la otra para informar sobre el caso. No es el primer niño que es secuestrado en ese lugar y pronto el pánico se extiende entre las familias.
La acción de la historia es trepidante desde el inicio y se acelera y complica según avanza la trama. El argumento incide en el dolor desgarrador provocado por la pérdida de un hijo, la forma de amor más intenso que existe es capaz de provocar, en consecuencia, el dolor más inabarcable y esta intensidad esta muy bien reflejada en la novela en la que destaca también el aspecto metaliterario que supone que una de las protagonistas, que es, además, la que narra la historia, sea una famosa periodista televisiva metida a novelista de éxito, lo que provoca la sensación de que fuera la propia autora la que nos hablara en primera persona, confundiendo realidad y ficción y dándole así mayor realismo a la historia.
Sólo le pondría un pero a esta lectura y es que aún me queda la duda de si el final me cuadra completamente; lo cierto es que el desenlace me dejó pensando un buen rato tratando de encajar las piezas del argumento para cuadrar ese final que no es descabellado pero me supuso dedicarle una pequeña reflexión. Pero dicho esto, lo cierto es que he disfrutado de una intriga muy bien contada, con un ritmo implacable y totalmente actual. Bastante recomendable.
Pues no me importa ese pero que le has puesto. Tengo ganas de leer este libro.
ResponderEliminarBesotes!!!
La verdad es que es una lectura adictiva y a lo mejor es que no me pilló en un momento muy lúcido el final, pero vale la pena sin duda.
EliminarSaludos.