"Pan de limón con semillas de amapola", primera novela de Cristina Campos, nos cuenta la historia de dos hermanas muy diferentes entre sí: la una, Anna, rubia, convencional, con una vida aburrida aunque próspera, que no se ha movido de nunca de Mallorca, donde frecuenta el club naútico y los lugares más selectos y la otra, Marina, morena, estudiosa, alejada del hogar familiar desde muy joven, doctora dedicada a recorrer el mundo trabajando para una ONG. Tras muchos años de separación, Marina regresa a Mallorca cuando ambas hermanas reciben una inesperada herencia de una mujer hasta el momento desconocida para ellas. La herencia consiste en un viejo molino harinero con su correspondiente panadería en el pueblo de Valldemossa Esta circunstancia es la excusa para que las hermanas emprendan un acercamiento tras tantos años distanciadas. Anna dejará su trabajo aparcado temporalmente para tratar de descubrir el motivo por el cual han recibido la herencia (cosa que no es difícil de adivinar desde bastante pronto, por cierto) y las dos acabarán por redirigir sus vidas hacia nuevos caminos.
Si tuviera que hacer una brevísima reseña del libro, esta podría ser que es "una novela muy bonita". ¿Es esto una opinión positiva? Pues lo será para quien busque una lectura ligera aunque llena de apariencia de profundidad, con temas que parecen de manual en toda novela que pretenda llegar hasta el mismo corazón del lector: ahí está el recuerdo de la abuela y el padre idealizados, la madre distante, los conflictos de la maternidad, la infancia como paraíso al que regresar, la tierna amistad de las hermanas, una enfermedad grave que provoca un cambio radical de vida, el nunca olvidado primer amor... todo ello aderezado con buenas dosis de elementos con aire vintage, entiéndase: de retorno a los orígenes; desde el título y las numerosas recetas antiguas que aparecen en la novela (¿hay algo más de moda que la repostería casera de toda la vida?), el retorno a la vida rural después de haber recorrido el mundo, la medicina alternativa y los remedios tradicionales... En fín, que no digo que la novela no rebose ternura y sensibilidad, sencillamente me da la sensación de que la autora ha cogido un listado de todos estos elementos "de obligada aparición" y alguno más y los ha ido incluyendo en su novela en las dosis necesarias para asegurarse un éxito indiscutible entre los lectores (diremos en este caso que fundamentalmente ente las lectoras) que no dudarán en recomendar la novela como una obra preciosa y emocionante. Y no negaré que la historia está bien contada y que entretiene, pero debe ser que no tengo yo el corazón suficientemente sensible para haberme llegado a conmover en esta ocasión, lo encontraba todo excesivamente forzado, veía al primer vistazo qué cuerda estaba tocando la autora en cada momento, me ha parecido que seguía el manual de "cómo escribir una novela que emocione y no fallar en el intento"
Sé que me ha salido una reseña excesivamente negativa, seguramente más negativa de lo que merece la novela, sé que voy a contracorriente en esta ocasión de acuerdo con las opiniones mayoritarias que he leído sobre ella, pero me parece que es una novela que se ha compuesto a medida de lo que el público está buscando en este momento y como me parece así, así lo digo.
No es una novela que me llamara mucho la atención así que no tengo prisas en leerla.
ResponderEliminarBesotes!!!
Para pasar un rato no está mal. Tal vez para este verano pudiera ser una buena opción de lectura ligera.
EliminarSaludos.