Algunas novelas, como puede que sea el caso de esta “Contigo aprendí” de la madrileña Silvia Grijalba, se leen de un tirón, se disfrutan bastante, nos entretienen y luego, tal vez al cabo de poco tiempo, se olvidan, no dejan una huella demasiado profunda en nuestra memoria, aunque nos haya gustado y reconozcamos su mérito. Y pienso lo injusto que es que el esfuerzo de un escritor por investigar en el pasado, de darle forma de novela a una historia real, de contarnos de manera atractiva unas experiencias, las de una mujer que vivió una vida mucho más intensa e interesante de lo que nunca pudo imaginar, todo ese esfuerzo, digo, se liquide en unos cuantos días de lectura, unos buenos ratos entretenidos y al terminar pasemos al siguiente libro que espera impaciente su turno en la lista de lecturas pendientes. Pero supongo que con eso contarán ya de antemano los que se embarcan en la aventura de escribir, confiarán en llegar al corazón de los lectores, conmoverlos, hacerles sentir algo, pero también sabrán que el tiempo y las novelas que vengan detrás borrarán en gran parte el recuerdo de esa historia. Y aunque eso sea así, que lo va a ser, admiro el acierto de Silvia Grijalba en poner negro sobre blanco la vida de su abuela, en dejar constancia de su existencia, la de una mujer que siguió los dictados de su corazón y trazó por sí misma su camino en la vida en una época en que ello no era cosa fácil para cualquier mujer.
Así pues, la novela que hoy comento nos narra con bastantes elementos propios del folletín antiguo una historia en la que se nos encontramos con algunas figuras prototípicas del género, como el indiano de origen humilde, la caprichosa hija de una familia bien venida a menos económicamente, las criadas temerosas, la madre liberal y despreocupada… y a través de ellos vamos conociendo la historia protagonizada por la pareja formada por José Rodríguez y María Luisa Álvarez y que transcurre en las primeras décadas del siglo XX.
José vuelve a Malleza, su pueblo asturiano de origen, alardeando de la fortuna obtenida en Cuba, dispuesto a encontrar una esposa adecuada a su nuevo estatus. No está dispuesto a conformarse con cualquiera, sino que pone sus ojos en la más bella joven de la zona: María Luisa Álvarez es una auténtica beldad aunque caprichosa y poco sometida a las convenciones sociales, es hija de la más noble familia afincada en la zona, educada en Madrid, se relaciona con lo más granado de la sociedad de la capital. Su familia, sin embargo, se encuentra en una pésima situación económica, lo que ayuda a que los Álvarez no vean con malos ojos al adinerado pretendiente de su hija.
Ocurre además que María Luisa ha sufrido un despecho amoroso: su pretendiente por muchos años, Fernando Aguirre la abandona para casarse con una rica heredera, lo que hace que la familia opte por la solución de una boda rápida que aleje a la joven de España y la ayude a olvidar ese desengaño.
El estatus del que goza José en Cuba no se tiene demasiado en cuenta en su pueblo de origen, donde sigue siendo para algunos el hijo de la planchadora. Cierto es que se le admira por la fortuna que ha logrado, pero las familias de rancio abolengo no olvidan su origen humilde. Es, sin embargo, un hombre inteligente y decidido y tiene muy claros sus objetivos en la vida. Por ello, José decide pasar por encima de los prejuicios y casarse con María Luisa a pesar de saber que ella está enamorada de otro y despechada por su traición, pero José no puede resistirse a la belleza abrumadora de la joven y se ve capaz de acabar enamorándola con el tiempo. María Luisa ve en su boda por todo lo alto con un rico indiano la forma de demostrar a Fernando que no le ha afectado en absoluto su rechazo, es más, pretende ser la imagen viva de la felicidad, a pesar de que no lo sienta así.
Una vez en Cuba, María Luisa tendrá que adaptarse al cambio de las rígidas normas de educación y cortesía de España al desenfado y nuevas costumbres de la Habana, a los paisajes de vegetación exuberante y los colores del Caribe tan distintos de los de Asturias, la sensualidad en el ambiente, la cercanía en el trato, la familiaridad con el personal de servicio. A pesar de intentarlo con ahínco y reconociendo las virtudes de su esposo, María Luisa no consigue llegar a quererlo como él lo hace, no se ve capaz de convertirse en la esposa ejemplar que José merece tener a su lado, fundamentalmente porque no logra apartar el recuerdo de Fernando y la fantasía de lo que habría sido su vida de haber podido casarse con él.
La historia está muy bien contada, se revive la época colonial, la figura de los indianos y su imagen ambivalente en la sociedad española de principios de siglo, además de adentrarnos, a través de los viajes de la pareja a Nueva York, en el mundo de la cultura, la moda, el teatro, que goza de un enorme esplendor en aquella ciudad, tan alejada en todos los aspectos de los otros escenarios de la novela, tanto España como Cuba, todos ellos retratados con gran acierto. La novela está plagada de glamour, con la aparición estelar de numerosas figuras del arte, el cine y la rutilante vida cultural neoyorquina de los años 30. Una lectura ligera que tiene como punto a su favor el estar basada en una vida real que no tuvo nada que envidiar a muchas historias que conocemos a través de las películas americanas. Para dar fe de ello, he encontrado la página que la autora dedica a esta novela en la que se pueden admirar imágenes de la protagonista, lo que nos permite ponerle cara y sentirnos más cerca de ella de algún modo.
Una novela a la que tengo ganas y me dejas con más ganas. Aunque no se convierta en una novela inolvidable, pero tiene muchos puntos para gustarme.
ResponderEliminarBesotes!!!
Qué buena reflexión has hecho en la primera parte de la reseña. Creo que por eso a veces me resulta difícil decidir cual ha sido mi mejor lectura en el último año, porque la que primero me entusiasmó después se ha visto superada por otra, borrando el recuerdo de la anterior. (Aunque no siempre es así).
ResponderEliminarAparte, esta novela la tengo en esa larga lista de pendientes por si se cruza en mi camino.
Un abrazo
Yo pienso que si una historia te llega de verdad no te olvidas de ella aunque después leas cien libros. Un libro que entretiene, y lo olvidas al poco tiempo es que le falta algo.
ResponderEliminarHe leído reseñas muy positivas de este libro pero hay algo que no me acaba de convencer y que hace que no me llame la atención así que no creo que lo lea.
ResponderEliminarBesos!
Me gustó bastante este libro y la verdad es que la única pega que le puse fue que se me hizo demasiado corto..!!
ResponderEliminarMe encantó esta novela, se la regalé a mi suegra y a ella también le gustó mucho. Muchos besos.
ResponderEliminarUna reseña muy completa, que anima a leer el libro. Lo tengo apuntado desde hace tiempo porque he leído comentarios siempre favorables. A ver si me animo a buscarlo. Un beso
ResponderEliminarNovela entretenida a la ue lo mejor ue le vi era estar basada n una historia real, Jejeje.
ResponderEliminarNosotras también tenemos un blog literario, es éste: http://blogviajesdepapel.blogspot.com.es/
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Un beso