Las protagonistas son dos jóvenes británicas: Gwyneira Silkham pertenece a una noble familia terrateniente dedicada a la cría de ovejas. Debido a una apuesta de juego se ve prometida a Lucas Warden, heredero de un gran productor de lana ubicado en la lejanísima y aún inexplorada colonia de Nueva Zelanda, circunstancia que, lejos de atemorizarla, se le presenta a la inquieta joven como una oportunidad de comenzar una nueva y excitante vida lejos de la monótona rutina que caracteriza el entorno de la nobleza rural en la que se ha criado. Helen Davenport, por su parte, es una institutriz culta y de gustos refinados que se encuentra rozando el límite de edad a partir del cual empieza a plantearse si no será su destino acabar convertida en solterona. La oportunidad de encontrar un marido entre los colonos establecidos en Nueva Zelanda se le presenta en bandeja al entrar en contacto a través de la correspondencia con Howard O’Keefe, un ganadero que parece ser su alma gemela y tras el cual emprenderá la travesía que la lleve al otro lado del mundo.
Durante el viaje hacia Nueva Zelanda las mujeres iniciarán una amistad que tendrá continuación una vez instaladas en su nuevo destino, si bien al llegar a su destino ninguna de las dos se encontrará exactamente con lo que imaginaba cuando partieron y tendrán que luchar por labrarse una nueva vida.
La novela tiene aspectos propios del género romántico que son los que menos me han gustado, aunque supongo que también puede ser el mayor atractivo para aquellas lectoras que frecuenten dicho género, como el capataz guapo y musculoso que nada más aparecer en escena ya se sabe cuál va a ser su papel en el relato, o las descripciones de los personajes que, con una extraña frecuencia tienen ojos grises (cosa que no he visto jamás en la vida real) o en su defecto verdes, así como el cabello pelirrojo como el fuego o las apasionadas escenas de romance. Detalles, en fin, que no restan interés a la parte más atractiva de la novela que, para mi gusto, está constituida por el retrato de una sociedad de pioneros en un nuevo mundo, el escenario de la colonización de Nueva Zelanda con sus paisajes espectaculares y su naturaleza generosa en la que los nativos maoríes no fueron, por lo general, reacios a la llegada de los nuevos habitantes que vinieron a ocupar sus tierras y con los que se produjo una convivencia bastante pacífica. Lo cierto es que, a diferencia de la conquista del oeste norteamericano, lo que se desprende de la novela de Sarah Lark es que la conquista de esta lejana isla del Pacífico se realizó de manera bastante tranquila, tratando de extrapolar en la medida de lo posible los usos y costumbres de Gran Bretaña y tratando de crear una sociedad que conservara lo mejor de la metrópolis combinado con las nuevas e inmensas posibilidades de crecimiento que ofrecían los nuevos territorios.
Si bien el final de la novela no me ha parecido espectacular, sí es cierto que he disfrutado el viaje de su lectura. A lo largo de toda la novela he ido siguiendo, de la mano de los protagonistas, la aventura colonizadora, el descubrimiento de las enormes fuentes de riqueza natural que permitieron el surgimiento y crecimiento de los nuevos núcleos de población y el establecimiento de una economía que favorecía una nueva sociedad de ganaderos, comerciantes, y personas dispuestas a trabajar duro para labrarse un futuro. Una lectura bastante recomendable, sin duda.
Me encantó esta novela, el único pero que le pongo es el final pero la ambientación y la historia son una delicia
ResponderEliminarbesos
Me pareció una novela recomendable. Si bien no me ha dejado huella si que me parece una apuesta segura para regalar a un colectivo determinado en estas fechas.
ResponderEliminarGran reseña.
Un abrazo
Me alegra leer que te ha gustado. A mi me hizo disfrutar muchísimo =)
ResponderEliminarMuy buena reseña. Tengo el libro en mi estantería esperando, que siempre se le cuelan libros. Últimamente muchas lecturas conjuntas, pero creo que no voy a tardar mucho en ponerme con él.
ResponderEliminarBesotes!!!
Tengo ganas de leerlo.
ResponderEliminarYo la tengo pendiente pero ya la dejo para este próximo año.
ResponderEliminarBesos
La gane en el concurso de Rusta y la verdad es que esta esperando a que saque un poquito de tiempo para no eternizarla, pero no se cuando será eso, de momento complicadito lo veo
ResponderEliminarQué ganas tengo de leerlo!!!
ResponderEliminarBesotes
Le tengo muchas ganas a este libro y cuantas más reseñas veo de él, muchas más. Muchos besos.
ResponderEliminarwow! me lo apunto en mi lista de pendiendtes!
ResponderEliminarun saludo ;)
Me encantó la novela, y al contrario que a mucha gente, el final lo ví correcto y me gustó. Besos!
ResponderEliminarPor fin puedo pasar a comentarte, que tenía problemas con los blogs que no tienen los comentarios en ventana emergente. Pero después de casi dos semanas ya está todo en su sitio de nuevo.
ResponderEliminarPues te cuento, Inmaculada, que este libro, a pesar de las mil críticas positivas no me acaba de llamar así que, indudablemente, lo dejaré pasar...
Besos,
A mí me gustó bastante, sin ser un libro espectacular, es muy entretenido y te tiene enganchadísima, el final es que es muy precipitado, la verdad. Un besazo
ResponderEliminarTengo muchas ganas de leer este libro, por tantas reseñas que he leído sobre él y todas ellas positivas. Nunca encuentro el momento de hacerme con él, más que nada porque tengo una estantería esperando que les llegue el turno.
ResponderEliminarLa reseña es estupenda.
Un abrazo.
Con este libro soy la nota discordante.. No me gustó nada, me pareció novela romántica para adolescentes.. En fin, lo debí coger en mal momento.
ResponderEliminarLo tengo en la estantería, esperando a disponer de algo más de tiempo para leerlo, aunque ahora me dejaste con ganas. A ver si le busco un hueco pronto.
ResponderEliminarUn abrazo.