miércoles, 7 de septiembre de 2011

La palabra más hermosa

Llevo varios días dándole vueltas a este comentario sobre la novela de Margaret Mazzantini, “La Palabra más Hermosa” porque no sé cómo enfocarlo. Es una obra en la que no sé decidirme por cuál es el aspecto que debería destacar sobre los demás, hay varios planos en la historia que se cuenta que se entrelazan unos con otros, igual que se van mezclando el presente con el pasado, pero que cada uno de ellos merecería ser el tema central de una novela completa: está la gran historia de amor, la vivencia de una maternidad frustrada y la cruel guerra de los Balcanes.

Por empezar por algún lado, podría hacerlo contando que el hilo conductor de toda la novela se inicia con el viaje que realiza Gemma, una mujer madura que viaja desde Italia hasta Sarajevo en compañía de su hijo adolescente para que éste conozca la ciudad donde vino a nacer hace ya dieciséis años. Este viaje levará a Gemma a rememorar su gran historia de amor con Diego, desde que se conocieron en aquella ciudad en los días de las Olimpiadas de Invierno de 1984, su vuelta a Italia y los años de loca pasión en Roma. Diego tiene una gran pasión, la fotografía, y ve la vida a través de su objetivo, sin preocuparse por las cuestiones materiales, es todo alegría, sensibilidad, con cierto punto de locura y Gemma lo sigue en su pasión allá donde quiera ir. La forma en que se cuenta en primera persona su vida en común, con tanta emoción, con una cotidianeidad donde se reflejan los pequeños detalles del día a día, la forma en que comparten todo y se apoyan el uno en el otro, destilan enorme pasión, pero no estamos ante una novela romántica, en absoluto, vemos a los personajes tan de cerca que también se nos desvelan sus defectos, son tan humanos que nos sentimos perfectamente capaces de caminar por ellos por Roma o sentarnos en su gran sofá blanco mientras ven caer la lluvia por la ventana donde sólo se necesitan el uno al otro para ser felices. Sólo la historia de amor ya es de por sí una novela completa.

Pero este inmenso amor tiene un punto débil que acaba por cubrir con una nube negra la relación de la pareja: Gemma no consigue quedar embarazada y así la acompañaremos en un interminable peregrinar por consultas, médicos, distintas técnicas, a veces casi como si se tratara de un reportaje periodístico de investigación, vemos la lucha por lograr ese hijo que encarne el amor que se tienen y que no termina de llegar. La forma descarnada en que nos cuenta sus sentimientos y sus padecimientos físicos nos acerca más a esta mujer que no logra ver su sueño realizado y que sufre por su marido más que por ella misma. Esta se convertirá en la gran lucha de su vida.

Y junto a estos dos aspectos de la novela, la historia de amor y la ansiada maternidad, está también la guerra de Bosnia, la vida de los habitantes de la ciudad de Sarajevo antes, durante y después de esa descarnada guerra que, aunque pareciera imposible que algo así se diera a finales del siglo XX en plena Europa civilizada y avanzada, destrozó a la antigua Yugoslavia mientras que desde el resto de países se veía como algo lejano y ajeno a nuestra realidad, cuando lo cierto es que todo estaba ocurriendo a pocas millas de la costa italiana: los compatriotas se mataban cruelmente unos a otros, antiguos vecinos que habían convivido en paz hasta hacía poco se enfrentaban en salvajes batallas donde hizo acto de presencia lo peor de lo que es capaz el ser humano: los francotiradores que mataban a mujeres y niños que hacían cola para comprar el pan o que jugaban en la calle, como si fueran conejos y casi por diversión, las matanzas indiscriminadas de civiles, las limpiezas étnicas o religiosas que dejaron pueblos completos despoblados, los campos de prisioneros y las violaciones sin piedad de mujeres y niñas. En esta guerra se ven involucrados Gemma y Diego porque sienten que forman parte de algún modo de la ciudad de Sarajevo, donde tienen amigos, Gojko, Sabina, Aska, a los que consideran como de la familia y por los que están dispuestos a arriesgar su seguridad e incluso sus vidas, no quieren dejarlos solos con su sufrimiento y admiran la inmensa dignidad con la que sobrellevan la guerra y sus consecuencias.

Una novela con apariencia de hermosa historia de amor que encierra un tremendo drama humano y vital y que deja una sensación de tristeza y amargura al asistir al enorme desastre que la guerra supuso en la vida de unos ciudadanos europeos como nosotros, con ilusiones y planes de futuro, que se ven reducidos a lo más ínfimo del ser humano, a encontrarse con que lo han perdido absolutamente todo excepto la dignidad y a veces ni eso les queda.

Por cierto: no sé de dónde viene la idea de cambiar el título de libro en la traducción y abandonar el original “Venuto al mondo” que tal vez no suene comercial, pero al menos está relacionado con el argumento de la novela. En fin, cosas de las editoriales, supongo.

9 comentarios:

  1. Me lo apunto, me lo apunto y me lo apunto. ¿Se nota que me ha gustado tu reseña?
    Besotes!!!

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  2. Me ha encantado la reseña!!
    No conocía la novela, tiene que ser de las tiernas tiernas jejejej

    Besotess

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  3. No conocía el libro pero la reseña me ha gustado mucho y los temas que trata me parecen muy interesantes para una novela, la maternidad y la guerra, tendré que buscarlo
    un beso

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  4. Hace mucho tiempo que tengo pendiente este libro, a ver cuando me animo. Para no saber como enfocar la reseña, la has clavado, dan ganas de salir a coger el libro, lastima que tengo varios libros entre manos y poco tiempo para leer.

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  5. Lo tengo en casa pendiente desde hace mucho tiempo así que solo es cuestión de organización para que me ponga con él lo antes posible =)

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  6. tengo el libro en casa y hasta ahora no le había llegado su hora, pero tu reseña me anima a no dejar pasar más tiempo sin leerlo ¡gracias!
    Ale.

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  7. Conocía el libro porque lo ví hace tiempo en el catálogo de Círculo, pero no le presté mucha atención. Después de tu reseña me han entrado muchas ganas de leerlo, así que no dudo en apuntarmelo. Tiene una pinta genial!!
    Besos!

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  8. ¡Oh, cielos! Acabo de leer que Penélope Cruz está rodando la película basada en esta novela. No la veo, no la veo. Creo que Gemma tiene mucha más fuerza de la que esta actriz le puede dar (además de unos cuantos años más) pero tendremos que esperar a ver el resultado. No las tengo todas conmigo...

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  9. Este libro lo tengo apuntado desde hace años y al final por unas cosas o por otras no lo he leído y mira que le tengo ganas!!! magnífica reseña!
    un beso

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