lunes, 30 de mayo de 2011

El club de los viernes

Tenía ya ganas de una lectura ligera y desenfadada después de una racha de cosas un poquito serias de más y por fin la he encontrado con “El Club de los Viernes” de Kate Jacobs. Esta es una de esas novelas que lees de un tirón porque está narrada con sencillez, los personajes te atraen y, además, la historia te engancha y estás deseando saber cómo salen adelante Georgia Walker y a sus compañeras del Club de la Calceta de los Viernes por la Noche. Georgia es una madre soltera que ha logrado sobrevivir en Manhatan y criar a su hija Dakota a la vez que regenta una tienda de lanas, Walker e Hija, donde, además de vender los materiales para calcetar, acaba formándose este singular Club formado por un grupo dispar de mujeres que, con la excusa de practicar o aprender a tejer, han creado un lugar de encuentro con otras mujeres que las entienden, las apoyan y se convierten en lo más parecido a una familia que algunas de ellas han tenido en mucho tiempo.

La novela retrata muy bien los distintos tipos de habitantes de la Gran Manzana, desde las clases adineradas del Upper East Side que nunca han utilizado el transporte público, hasta los personajes más bohemios que ni se plantean abandonar la isla por los enclaves más burgueses de otros barrios de la ciudad, a pesar de los elevados precios de los apartamentos y el alto coste de la vida en general. Sin embargo, todas ellas deben pagar el precio de la soledad, algo tan común entre los habitantes de las grandes ciudades y por ello todas se igualan al entrar en el club, desaparecen las diferencias y encuentran la solidaridad de otras mujeres en su misma situación. Se destila a todo lo largo de la novela la pasión por la ciudad de Nueva York, lo que es un punto más a su favor a la hora de haberme cautivado.

Además del relato en sí de las desventuras vividas por estas mujeres, la estructura del libro tiene su gracia, ya que al inicio de cada parte se plantea un breve resumen de las técnicas y puntos básicos de la calceta, pero al mismo tiempo los describe como si de un libro de autoayuda se tratara, con lo que resulta que el punto es como todo en la vida: hay que practicar y equivocarse mucho antes de conseguir alcanzar la maestría; no importa que a veces dejes una labor a medias, lo importante es que puedes retomarla cuando quieras y aun así conseguir el éxito final; no debes envidiar a las tejedoras más hábiles que tú, cada una debe avanzar según su propia capacidad e ir logrando mejorar a su propio ritmo...

Mi reflexión favorita es la que habla de cómo las prendas tejidas a punto del derecho muestran al exterior su cara más lisa y tersa, mientras que al interior conserva las pasadas del revés, no tan bellas pero mullidas y cálidas contra tu propia piel.

Realmente al leer esta novela le entran a una ganas de agarrar las agujas y ponerse a tejer, aunque mi habilidad no me permita salir de las bufandas y los gorros de lana, pero el ambiente es tan evocador que te provoca las ganas de unirte a un club del estilo del de Walker e Hija.

Tanto he disfrutado de la lectura que ya he empezado la segunda parte: “El Club de los viernes se reúne de nuevo” y es que el triste final de la historia me ha dejado con ganas de seguir las andanzas de estas chicas a la espera de que todo mejore y la vida les sonría un poco a todas.

No tardará en llegar la nueva reseña.

9 comentarios:

  1. Hace mucho tiempo que tengo este libro en mi lista de pendientes y nunca encuentro el momento adecuado para ponerme con él, todas las críticas que he leído son positivas así que espero no dejarlo mucho más. Besos

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  2. A mi también me gustó mucho esta novela pero al contrario que tu, no le encuentro sentido a la segunda parte. Creo que el primer libro deja cerrada la historia, tristísima por otra parte.

    Besos

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  3. Hace tiempo que tengo este libro en pendientes. Puede ser una buena lectura para verano.
    Un abrazo

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  4. Madre mia la de tiempo que no tejo yo nada, y no es que haya tejido algo más que una bufanda pero me relajaba eso si es verdad. El libro lo tengo pendiente y tengo ganas de cosas ligeritas, a ver si le toca el turno.

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  5. Pues a mí me gustó pero lo justo. No creo que lea la segunda parte, que yo creo fue más consecuencia del éxito de esta primera, pero bueno, ya leeré qué te parece a ti. Y sí, a mí también me entraron ganas de coger agujas, pero lo mío es el punto de cruz y eso es lo que hice durante un par de días. La cuestión era hacer algo manual.

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  6. De este libro he visto críticas y reseñas, sobretodo, positivas.
    Lo tengo comprado hace un montón, pero al final por una cosa o por otra acabo leyendo cualquier otro antes.

    El que no sé si leería es la continuación, veremos a ver.

    Besotess

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  7. No sé muy bien por qué, pero este libro no me atrae nada, a pesar de que veo muchos comentarios y reseñas muy positivos de él y a mucha gente leyéndolo por la calle. Me alegro de que hayas disfrutado de la lectura. Besos.

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  8. Pues tengo este libro y su continuación en casa, pero aún sin leer. Por tu reseña creo que puede ser una buena lectura para las vacaciones.
    Un abrazo.

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  9. Uff tengo este libro desde hace un montón de tiempo en casa y por unas cosas y otras aún no lo he leído, y mira que lo cogí con ganas, y sigo con ellas, a ver si le encuentro un huequito que tiene buenísima pinta. Ah y a mi me encanta hacer punto, me relaja un montón aún no soy muy buena je je Un besazo

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