sábado, 26 de diciembre de 2015

Defender a Jacob

Termino de leer "Defender a Jacob", una novela de las que bien merecen el apelativo de intriga, con una historia que desasosiega profundamente, una lectura inquietante y que nos mantiene en vilo hasta el final, uno de esos casos en los que lo que se adivina entre líneas no nos gusta, en la que queremos que no ocurra lo que parece ser innegable, porque nunca queremos que nuestro protagonista acabe siendo el malo, a nadie le gusta estar del lado de una mala persona, de un criminal frío y despiadado que es lo que nos hace creer desde el principio esta novela de  William Landay. Y es que la historia nos cuenta el proceso judicial contra un chico acusado del asesinato cruel de un compañero de clase. Jacob es un adolescente como tantos otros, un chico en una edad que, literariamente, tanto ha dado de sí, tan conflictiva, tan confusa, un personajes que ya no es un niño pero tampoco un adulto. No sabemos qué pensar sobre él, ¿miente? ¿podemos fiarnos de lo que declara? Pero es que ni siquiera sus padres saben a qué atenerse, ¿quién es capaz de meterse en la cabeza de un adolescente? ¿quién puede descifrar lo que ocurre en su mente? Jacob está en ese momento vital en que ha de pasar a convertirse en adulto pero aún no lo es, se encuentra en ese limbo en el que todo es decisivo para lo que podrá llegar a ser, donde todo es posible, para bien o para mal. 

Para alimentar aún más la inquietud, el narrador de la historia es el propio padre del chico, ayudante del fiscal que se ve necesariamente involucrado en el asunto profesional y personalmente. Su posición es especialmente difícil: como padre no tiene más opción que ponerse del lado de Jacob, asumir su defensa, confiar ciegamente en la inocencia de su hijo, pero su profesión le ha convertido en experto en llevar adelante durante años el papel de la acusación, habituado a buscar pruebas en contra de los sospechosos, tantos años dentro de la fiscalía le llevan a conocer el funcionamiento del sistema, el haber frecuentado tanto el mundo del crímen le obligan a hacer grandes esfuerzos para ponerse ahora del lado del acusado para evitar que su hijo acabe siendo declarado culpable. La postura de los padres es muy dura en esta historia, la mera posibilidad de haber criado un asesino, que exista un "gen criminal" que se transmita de generación en generación sin que nada pueda hacerse por evitar caer bajo su influencia, el hecho de descubrir de repente que no conocen en absoluto a su hijo, que no saben nada sobre lo fundamental, sobre la persona en la que se ha convertido, la manera en que se debaten entre amor incondicional y las dudas razonables a la vista de los datos convierten esta historia en un relato intenso que mantiene la tensión hasta el desenlace. Una historia que se disfruta mucho, aunque nos haga sufrir. 

2 comentarios:

  1. A mi me gustó mucho este libro!! Intriga de principio a fin. Lo recomiendo 100%

    un beso!

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    1. Es cierto que te mantiene en una tensión constante. Me alegro de que la disfrutaras.
      Saludos.

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