Yo creo que debe quedar poca gente ya en este país que no haya leído todavía "
El infinito en un junco", esta maravillosa obra de ensayo escrita por
Irene Vallejo, filóloga y divulgadora, que nos lleva a través de un apasionante recorrido por el mundo clásico dividido en dos partes, la primera dedicada a Grecia y la segunda a Roma, pero que abarca sin embargo un ámbito temporal mucho más amplio al ir recreando la historia de la escritura, de la lectura, del nacimiento del libro como objeto o lo que viene a ser lo mismo, la Historia del mundo occidental, desde Alejandro Magno y la biblioteca de Alejandría del primer Ptolomeo rey de Egipto, pasando por la Grecia de Homero, de Esquilo, de Herodoto, surfeando por la épica, la poesía y el teatro, reviviendo cada civilización antigua y su particular relación con la escritura y los libros.
Nos adentramos en episodios fundamentales como es el de la invención del alfabeto y su papel en el desarrollo de la Humanidad, cómo el paso de la oralidad a la escritura permite la expresión, la transmisión y la permanencia en el tiempo de hechos, sentimientos e ideas. "
¿Cómo no va a ser mágico el alfabeto, que descifra el mundo y revela los pensamientos?"
Transcurren los siglos y los libros continúan hoy siendo el principal medio de transmisión de la cultura, las ideas, fuente de conocimiento y entretenimiento al servicio de todo el despliegue posible de la imaginación, hilo conductor que nos mantiene unidos al pasado y nos proyecta al futuro. Desde La Ilíada y La Odisea a Farenheit 451 o La librería ambulante entre tantos otros títulos, saltando de obra en obra y de personaje en personaje, de Cleopatra a Paul Auster o Hipatia de Alejandría y tantas otras figuras que han configurado, libro a libro, nuestro mundo actual.
La Vallejo es una estudiosa, una académica erudita, pero no tiene nada que envidiar a los mejores narradores a la hora de transmitir a través de las palabras su gran pasión, de narrar como una novela la larga y exitosa historia del libro. Despliega ante el lector un amplio repertorio de temas historiográficos, culturales, lingüísticos, asuntos como la fabricación y distribución de libros, los hábitos de lectura a través de los siglos, de las inscripciones en piedras o las tablillas al papiro, al pergamino y finalmente el papel, hasta el libro electrónico y la memoria de los ordenadores; todos estos temas y más son tratados con profundidad y emoción. Descubrimos cómo el libro ha evolucionado a lo largo de los siglos pero se resiste a morir a pesar de sus muchos enemigos: los insectos, la humedad, el fuego, la censura y las prohibiciones. "Sin los libros, las mejores ciudad de nuestro mundo se habrían esfumado en el olvido." La autora nos presenta hechos históricos pero también emociones y sensaciones como ese momento de intimidad que todo lector ha sentido en algún momento al entrar en comunión perfecta con un autor, "Este diálogo silencioso entre tú y yo, libre y secreto, es una asombrosa invención." Pero incluso se atreve a exponer experiencias personales como el hilarante relato de su estancia en Oxford y sus míticas bibliotecas o la dolorosa narración del acoso que sufrió ella misma en sus años escolares, del que huía mediante la escritura de relatos de aventuras en los que siempre salía victoriosa.
Pues visto lo visto, si tú que me lees eres de los pocos que aún no ha disfrutado de esta maravilla, no sé a qué estás esperando para ponerte manos y la obra, porque estoy segura de que este es uno de esos libros que se convertirán con los años en un imprescindible para cualquier amante de la lectura. Veremos si el tiempo no me da la razón.